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- ¡Yeeunie, sonrie! -. gritó la mayor, apuntando con una camara a la rubia, quien se encontraba ordenando su armario.

- Amor, deja de tomarme fotos, ¿no ves que estoy horrible? -. la morena la abrazó por la espalda. - Jamás; siempre estas hermosa cielo, por eso me gusta fotografiarte -. dijo, uniendo sus labios con Yeeun.

- Elkie, tambien quiero tomarte fotos -. dijo la rubia

- Bebé no-. la mayor fue interrumpida por su novia, quien le quitó su cámara y comenzó a disparar.

Elkie trataba de quitarle el artefacto, pero era imposible, Yeeun era rapida.

- ¡Mira bebé! saliste hermosa - exclamaba la mayor mientras veian las fotos.

La pareja le costaba separarse, tanto así que cada 2 horas Yeeun llamaba a su novia para procurar que todo estaba yendo bien.
Muchas pensaran que Yeeun tendría que estar acostumbrada a que su novia se vaya cada mes, pero no, ella quiere y por lo tanto tiene que tener a alguien en su lado todo el tiempo, y no mejor que su novia.

Estos viajes no tenían un tiempo concreto, si no que dependía de cómo haría el trabajo la menor.
La situación económica de la pareja dependía mayormente de Elkie, ya que varios años de experiencia y de entrenamiento hicieron que su trabajo valga oro. Estamos hablando Chong Elkie, la mejor fotógrafa de toda China. Sabía capturar momentos y sentimientos en tan solo una foto o en un lienzo de papel, era reconocida en toda Asia.

Yeeun, por otro lado, era una coreana que estudiaba para ser veterinaria, se encontraba en su ultimo año. Era una persona cotidiana/normal en la grab ciudad de Seul.
Yeeun sentía que no le llegaba ni a los talones a su novia, que cualquiera podía ir y enamorarla como ella lo hizo. No tenía desconfianza en su novia, claro que no, tenía miedo que cualquier otro pueda superar ese sentimiento tan fuerte que tiene sobre ella. Algunas noches Yeeun lloraba en silencio para no despertarla, pero aún así Elkie la abrazaba y le decía a su oído.

“Eres la mejor foto que tome”

- Tu tambien saliste muy bien, Yeeunie -. ambas rieron y se dieron un corto beso. - Ya tendré recuerdos para cuando esté en China -. Yeeun entristeció; realmente odiaba que su novia tenga que irse. La extrañaría demasiado.

- ¿En serio tienes que irte? ¿o no puedes quedarte menos tiempo allá? -.

- Lo siento cielo, no puedo no ir. Pero hey, no estes mal, un año pasa volando -. besó los labios de la contraria, y la miró a los ojos, los cuales amenazaban con soltar pequeñas lagrimas. - Ten; tal vez no me tengas presente fisicamente, pero mientras tengas esto, estaré contigo -. Al decir esto, Elkie le entregó a su novia una fotografía de ella sonriendo. Una de las tantas fotos que Yeeun le tomó.

La mayor tomó la foto, y besó a su novia, disfrutando cada segundo. Esa sería la ultima vez, al menos por un año.

Una bocina de un auto sonó en las afueras de la casa. Eso podia significar una cosa: vinieron por Elkie.

- Adios Elk -. Dijo Yeeun a un paso de quebrar en llanto

- Bebé, no digas adios, no me iré por siempre -. la abrazó. - Te amo mucho Yeeun, donde quiera que esté te amaré; prometo que volveré por ti -

- Yo tambien te amo mucho cielo, cuidate allá. Y llamame por favor -

- Lo haré -. rió Elkie.

Yeeun se quedó estatica, observando como su menor lentamente se alejaba.

Pensó en la falta que le haría.

¿Y si la detengo? Nah, eso seria muy inmaduro, ademas dijo que sería importante pensó Yeeun.

Elkie subió al auto, y el vehiculo se alejaba lentamente, a las 02:00 a.m.

Espero que cuiden bien de tí, bebé dijo Yeeun al aire.

Ella entró a la casa. Y su tortura recien comenzaba.

eyes - [ yeelkie ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora