Capítulo tres.

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Era difícil para el castaño continuar con su vida sin Jeon, 3 meses habían transcurrido y no había señal alguna de su parte. Taehyung se distanciaba de todos sin objeción por parte de ellos, pues comprendían que pasaba por un mal momento, algunos eligiendo evitarle.

Las chicas en la escuela lloraban por Jungkook y Taehyung por la soledad tan marcada que este le dejó; ahora iba a la escuela a pie, o cuando tenía suerte en transporte público, llegando la mayoría de las veces tarde a las clases y esto cayendo como consecuencia en sus calificaciones.

El horario ahora era de invierno, por lo que oscurecía bastante cuando terminaba la jornada escolar, provocando que Taehyung temiese y rezase por su bien en el camino. Esa se unía a la cantidad de razones por las que Jeon no deseaba dejar a Taehyung solo; ¿quien le llevaría a la preparatoria y le traería de regreso con bien?, ¿quién estaría al tanto de su flor?.

8:15 a. m.

— ¡D-Disculpe!.— Otorgó una reverencia a la profesora, pronunciando aquella disculpa con su respiración inestable y la voz temblorosa, sudor corría por su frente gracias a que había corrido hacia el camión con un pan de barra en la boca. Avanza lentamente hacia la profesora con pena reflejada en el rostro y extiende hacia ella el justificante de tardanza.

— Esta es la... mmh... sexagésimo quinta vez, Kim Taehyung, si ocurre una sexagésimo sexta vez tu calificación final bajará dos puntos sin importar si esta es o no aprobatoria.— Declaró aquella mujer de 27 años, dándole a Tae una de sus más estrictas y frías miradas, desde que Jungkook no estaba tampoco podía ser defendido de la maestra, ya que si él intentaba hacerlo por su cuenta terminaría yendo a la oficina con graves problemas de por medio.

El de cabellera castaña no hizo más que asentir con la cabeza y dirigirse a su lugar con tristeza, no tenía a su Kookie con él, la única persona que se preocupaba por él... Ahora se arrepiente por reprenderlo por sus celos y su sobreprotección cuando él solo buscaba su seguridad.

En receso, finalmente, tomó asiento con unos chicos quienes habían logrado convencer a Tae de intentar salir de su nuve de tristeza provocada por la pausa de su relación con Jungkook, todos le saludaron animadamente e iniciaron una animada conversación mientras el solo comía su kimchi de una tienda cercana a su casa recordando que Jeon le compraba diferentes comidas y todas a elección propia.

Un chico de complexión musculosa y estatura alta se sentó a su lado robando un poco de su kimchi, acto que provocó que Tae frunciera su ceño para después de unos segundos mirarle. — ¡Oye, ¿que te ocu-... oh, hola Jimin.— le regaló una ligera sonrisa forzada al mejor amigo de Jeon.

— Escuché que has estado bastante solitario, es por Jungkook, ¿no es así?

— Quizá...— Asintió con la mirada gacha irradiando tristeza.

Jimin tomó el teléfono de Taehyung y escondió este a modo de juego, intentando hacer reír a Tae, quien llamó mil y un veces a Park para que le regresaste su teléfono, parecía que comenzaba a molestarse en lugar de animarse.

— Jimin, ya. Hyung, dame ese móvil.— Demanda intentando alcanzarlo.

— No, hasta que me regales una sonrisa.

— Basta, dámelo.

Al no obtener siquiera indicios de resultados llevo el teléfono dentro de su pantalón, justo detrás de la cremayera.

— Si lo quieres, tómalo.— Sugirió obteniendo al fin la preciosa sonrisa de Tae, quien sacó su celular a como dio lugar provocando carcajadas en el mayor.

— Idiota...— Refunfuñaba aun portando su sonrisa, apoyándose en el comedor.

— Mmh~... Logré sacarte una sonrisa, ¿no es así?— Aquella forma de mirarle le hacía estremecerse, le recordaba las veces en las que Jeon le mirada.

》Novio posesivo《 ʕ •ᴥ•ʔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora