Cuando la única luz es una trampa

4 2 0
                                    

Desperté  al cabo de una hora, o más  bien de una eternidad, desperté en  un cuarto de cuatro paredes grises de aproximadamente  4 metros de alto, si bien  yo no era lo suficientemente  alto, las paredes si lo eran y el techo no que decir, había  un pequeño ducto en una de las paredes del  cuarto, el cuarto era gélido, con dos focos que irradiaba una luz morada poco  intensa, la cama no era la más  cómoda  del mundo, pero era de esperarse de una clínica  como en la que estaba, no habían almohadas, sólo  un cobertor, observaba detalladamente el cuarto hasta que visualice la puerta estaba perfectamente  camuflajeada con la luz morada que casi era imposible de ver, me levanté  de la cama como pude aunque sentía aún  parte de mi cuerpo adormilado, avancé  hacia la puerta y pasé  mis dedos sobre donde parecía estar la perilla, como imaginé  no había, intenté  buscar algún indicio  de algo donde pudieran pasar la comida a la hora  de alimentarnos, si bien esto no era una cárcel, era muy parecida y no lo digo porque hubiera estado en una.

*Se abrió la puerta despacio y una voz hizo que me cayera al piso al mismo tiempo  en que irrumpía la habitación*

-Tienes 30 min. Para salir a comer, chico nuevo, te aconsejo vallas a prisa y comas antes de que se acabe tu tiempo pasando tus 30 min. Hallas comido lo que pudieses deberás regresar a tu cuarto si pasado tu tiempo no regresas, te quedas sin cena-

*La puerta se abrió  y la voz ceso*

Observé  por afuera del cuarto, había un pasillo enorme del mismo color que el cuarto y con las mismas luces, a diferencia de mi cuarto hablan  más puertas, probablemente  sean de las otras personas que  están  aquí, sería tonto pensar que todo el lugar fuese sólo  para mí, vi cómo  las puertas empezaron  a abrirse y de cada una salía un joven de aproximadamente  mi misma edad, todos caminaban al unísono,  miraban y andaban como si fueran robots programados, todos se dirijan  al fondo del pasillo y doblaban a la derecha, los seguí, pensando en que todos irían  al comedor y así  fue al cabo de unos minutos estaba pasando las puertas del comedor, para mi sorpresa al entrar al comedor lo primero que se hizo hacer notar fue una enorme ventana de vidrio que dejaba ver un poco del exterior.

Un campo verde y amplio era la única vista del exterior la luz del sol era nula y el campo era alumbrado con la única luz normal del lugar, habían muchas bancas adentro del comedor y que olla con comida para que pudiéramos servirnos, me serví un poco y me dispuse a sentar en un rincón, el que estuviera más lejano a todos para que nadie me molestara, habían  al rededor de 40 hombres  y 20 mujeres en donde me encontraba, todos caminaban en perfecta sincronía, andaban  de la olla de comida a las mesas, todos sin voltearse a ver o hablarse,  terminé  de comer al cabo de 10 min. Me dispuse a hacer conversación, todos mis intentos fueros en vanos, no encontré  a ninguna persona interesada en hacer plática, así que me dirigí de regreso al cuarto, tarde la misma cantidad de tiempo, al llegar me di cuenta que había alguien dentro de mi cuarto, era un chico de unos 21 años, alto, bien cuerpo, pelo rubio, largo y abundante,  de unos ojos verdes tan claros que podías  ver tu propio reflejo en ellos y una tez increíblemente  Blanca, me miró  y dijo.

-Valla hasta que traen a alguien que no cae en rutinas- dijo y salió de mi cuarto con cautela, no me dijo su nombre, ni yo el mío y mucho más  importante como me encontró, decidí  dejarlo pasar y me recosté sobre la cama, en el cuarto no había nada para llevarse y en todo caso, que podría hacer estando dentro de esta cárcel.

*Sonó  una especie de alarma estrepitosamente  que supuse anunciaba que la hora de comida había terminado, así que me asomé  por la puerta y efectivamente todos corrían a sus cuartos y al último  tono de la alarma todas las puertas se cerraron al mismo tiempo, haciendo un fuerte escándalo*

Lo ignore  y me decidí  dormir un rato mientras procesada donde estaba y todo lo que había pasado en tan poco tiempo, de pronto la luz se apagó  y quedé en completa oscuridad , supuse eso anunciaba la hora de dormir, decidí cerrar los ojos, pero de pronto la puerta del cuartel se abrió  y la luz se prendió  de golpe, entraron unos 3 hombres con trajes completamente blancos y un carrito de metal con varias pastillas y una jeringa, me agarraron entre los 3 y me metieron la pastilla a la fuerza,  algo seguido las tragué  y sentí un ardor en el brazo cómo señal de mi la aguja había perforado mi piel y el líquido  entraba en mi cuerpo, sentí el cuerpo pesado y una sensación enorme de sueño, dejé el se adueñase de mi y me dormí.

la única razón de seguir sera el amor?Where stories live. Discover now