✧31-La bebé✧

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En la mañana siguiente, cuando Jungkook abrió los ojos para encontrar los brazos de Jimin envolviendo su cintura, recordó lo que había pasado en la noche, y sólo pudo sonreír.

Sintió el cuerpo de Jimin removerse a sus espaldas, y se sintió algo mal por despertarlo. Un 'Buenos días' entorpecido salió de los labios del rubio, quien soltó a Jungkook y este sintió el frío en su espalda desnuda.

Mientras Jimin se colocaba la ropa, Jungkook estiró el brazo hacia su celular, y no fue sino hasta que vio en su fondo de pantalla al pequeño animalito de pelaje de Manchas negras y blancas que recordó que Sassy se había quedado sola en el departamento.
Se golpeó el rostro fuertemente y Jimin se giró preocupado al escuchar el sonido.

—¿Jungkook?

—La bebé, Jimin, la bebé— repetía el pelinegro.

¿Bebé? — Jimin frunció las cejas, confundido, comenzó a reír al ver a Jungkook intentar alcanzar su ropa desde el borde de la cama, ya que no podía levantarse por el yeso—. ¿Desde cuándo tenemos una bebé, Jungkook?

¿O es una indirecta para el segundo round?

—Sassy, estúpido— respondió de forma tosca.

Jimin abrió los ojos y se mordió el labio, recordando la perrita que debía sentirse abandonada en ese departamento, y hambrienta.

—Mierda— Jimin insultó antes de comenzar a juntar la ropa de Jungkook.

Con el mismo pantalón negro, los zapatos y la camisa que habían usado en el funeral
(ya que no tenían otra ropa), salieron hacia el pasillo; Jimin cargando con los sacos de ambos. Al mismo tiempo que abrían la puerta de su habitación, la propia del dormitorio contiguo hizo lo mismo.

Taehyung sonrió ampliamente al ver a la pareja, estaba sin pantalones, pero su camisa era tan grande que tapaba hasta la mitad de su muslo, lejos de estar avergonzado, se apoyó en la pared del pasillo.

Buenos días a la parejita— dijo, alzando las cejas varias veces.

El rostro de Jimin se ruborizó al darse cuenta que el chico se había enterado de lo ocurrido en la noche.

—Toma tus cosas que nos vamos— dijo Jungkook, avanzando rápido con sus muletas.

¿Qué? ¿Por qué? No quiero irme~ — Taehyung hizo un puchero, hablando como un niño pequeño de nuevo.

—Dejamos a Sassy abandonada en el departamento— explicó Jimin.

Taehyung tuvo la misma expresión que Jimin.

—En serio, nunca tengan un hijo— dijo—ni siquiera pueden cuidar un perrito...—, se volteó para entrar al dormitorio de nuevo, pero un Hoseok somnoliento se frotaba los ojos apoyado en el marco de la puerta, impidiendo su paso.

El pelirrojo estaba vestido, aunque su ropa estaba arrugada y su pelo despeinado.

—¿Hobi? — Jimin no pudo evitar la sorpresa.

Tae entró rápidamente al cuarto, como queriendo evitar cualquier pregunta que Jimin podría tener sobre el hecho de que ambos chicos habían estado en la misma habitación.

¿Ayer no estaban en habitaciones separadas? —
preguntó Jimin con curiosidad, mirando al pelirrojo; recordando cómo él se había metido en un cuarto al otro lado del pasillo.

El rostro de Hoseok tardó un segundo en enrojecerse, y de la nada el chico parecía totalmente despierto.

Sí, estábamos— respondió apresuradamente—;
pero a TaeTae le daban miedo los sonidos que venían de tu habitación con Jungkook.

Eso hizo a Jimin ruborizarse, se cubrió el rostro con sus manos, la repentina vergüenza de la otro hizo que Hoseok comenzara a reír.

Unos golpes provenientes de la planta baja hicieron que ambos miraran hacia la escalera, a los pies de esta, Jungkook golpeaba el barandal de madera con sus muletas.

—¡Vamonos~! ¡El que no esté abajo en cinco minutos se lo dejam-! — el golpe de Seokjin en la nuca de Jungkook hizo que este dejara de gritar.

—¡¿Quién eres para golpear mi escalera?!— en tono de madre enojada de Seokjin se escuchó en toda la casa.

Taehyung, cargando con el saco de Hoseok y el propio, se acercó para ver la discusión de los dos al pie de la escalera.

— ¿A demás por qué el apuro de irse? ¡Nadie los está hechando!

—¡Mi Sassy! ¡Mi bebé! ¡Jeon Sassy! — Seokjin alzó su mano para que Jungkook dejara de gritar—, la dejé sin comida, sin compañía, sin amor, está sola y abandonada en el departamento.

Seokjin pareció pensar un momento.

—¿Cuando fué la última vez que le diste de comer?

—Ayer, a eso de las diez u once de la mañana.
Seokjin miró su muñeca vacía.

—Pues si esperó unas veinte horas sin comer puede esperar otras más— dijo, en tono de diva, provocando risas entre los que estaban viendo la escena—.
Desayunen y no le hagan caso al lisiado — añadió, mirando a los tres chicos al final de la escalera.







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LIVE 『Kookmin』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora