•Eddie pov's•
Me encontraba descansando plácidamente, soñando como junto con Annie nos reconciliabamos.
Estaba a punto de besarla cuando oigo como alguien dice "tengo hambre" e inmediatamente supe de quién se trataba.
-Eddie~, tenemos hambre-. Repitió con un tono seductor.
-Vasta Venom, déjame dormir-. Me queje mientras cubría mí cara con mí almohada.
-¿Dejarte dormir?, ja, de seguro quieres seguir fantaseando con Annie aunque claramente sabes que está comprometida-.Me dijo burlesco.
-No está casada y déjame dormir, estoy realmente agotado después de lo que sucedió anoche.
-Pobre marica.........Eddie tenemos hambre.
-Ahg!, ya me levanto-. Dije sumamente frustrado, de verdad que es insoportable cuando tiene hambre.
Destape mí cuerpo dejando que la fría brisa mañanera me provocará escalofríos. Talle mis ojos tratando de ver con más claridad y estire hasta que mí huesos sonaron. Me encamine tranquilamente hacia la cocina, abrí mí refrigerador y me encontre con.....¿Nada?.
-Venom, ¿Qué diablos hiciste anoche?, ¿No te vasto el haberte tragado a cinco tipos?.
-Sabes que nuestra hambre nunca puede ser saciada.
-¿Ahora que carajos comeré?.
-Deja de ser un flojo y ve a la maldita tienda a comprarte algo.
-¿Encerio Venom?, ¡No lo había pensado!-. Fingí con sarcasmo.
-Sabemos que fue sarcasmo, Eddie.
-Ah ya, vayamos por comida-.
Me dirigí nuevamente a mí cuarto y me cambié de prendas, luego me dirigí al baño, hice mis necesidades, lave mí cara y mis dientes. Pero algo en mi cara llamó mí atención, me observé en el espejo y note un leve corte en mi frente. La toque y no me dolía, le reste importancia y salí de mí apartamento encaminandome a aquella tienda donde Venom ya había devorado a más de 20 tipos pero, ¿De qué quejarse?, le beneficia a la señora Chen y por supuesto, a mí también.
Caminaba tranquilamente tratando de concentrarme en algo que no fuera el frío que cubría cada parte de mí. Elegí prendas que no eran exactamente para sobrevivir en el invierno y también había olvidado mí maldita bufanda en mi cama.
¿Porqué debo de ser así de despistado?.
-Porque eres un marica-. Me respondió Venom mientras envolvía mí cuello con su manto negro.
-Por una vez en tu vida, ¿Podrías dejar de llamarme "marica"?, maldito parásito-. Dije frustrado, esperando la respuesta del simbionte.
-¿¡PARÁSITO!?, ¡RETRACTATE!-.
Su queja hizo eco en mi mente provocándome un leve dolor en esta.
-Ah ya, relájate cariño-.
-Retractate Eddie o tu hígado será nuestro almuerzo hoy-. Soltó amenazante.
-Bien, lo siento, perdoname cariño.
-No sonó sincero.
-Te comprare chocolates, ¿Si?.
El solo calló, no le di importancia y seguí caminando llegando finalmente a mí destino. Ingresé en el local recibiendo la mirada de la señora Chen.
-¿Cómo le va señora Chen?-. Dije amablemente mientras me encaminaba a los estantes de dulces.
-Bien, ¿Y tú Eddie?.
-Ah, ya sabe, tengo que hacerme el héroe.
-Por cierto Eddie, quería darte las gracias a ti y al sujeto dentro de ti. Realmente me han ayudado a que finalmente mí dinero este a salvo, gracias por eso.
-Gracias a usted también, señora Chen.
Me acerqué a la caja registradora con comida algo "saludable", frituras, bebidas y dulces.
-¿Porqué?-. Preguntó algo confundida.
-Por dejarnos devorar a esos tipos malos, realmente son deliciosos-. Dijo Venom, materializando su cabeza a un lado de mí.
-Oh, no hay de qué, son bienvenidos cuando quieran y devorar a esos idiotas.
Le sonreí y le pague todo, salí del local dirigiéndome rápidamente y en silencio hacia mí departamento, cuando llegue dejé la bolsa de las compras en la mesa para poder colgar mí abrigo en un pequeño perchero.
Al girar me encuentro a Venom tratando de llegar a la bolsa.
-Venom, ¿Puedes esperar tan solo unos segundos?.
- Tenemos demasiada hambre Eddie.
Lo observé y me dirigí a sacar un chocolate. Le quite la envoltura y separé una pequeña porción del chocolate para mí y darle el resto a V, quién por su lado lo devoro de un bocado.
Introduje parte del chocolate en mi Boca dejándome llevar por el delicioso sabor de este cuando siento los labios de alguien más.
Abrí mis ojos como platos observando como Venom trataba de entrar más a mí boca, lo separé de mí sintiendo como el calor de mí cuerpo subía a mis mejillas.
-¿¡Qu-que mierda Venom!?-. Pregunte miéntras cubría mí boca con una mano.
Este me observó directamente a los ojos, yo solo desvíe mí mirada esperando una respuesta de parte de el.
-Solo tratabamos de ayudarte, ya sabes, a disfrutarlo mejor.
-Esa no es una explicación coherente!.
-Si lo es Eddie y deberías de ver tu rostro, es igual de rojo que la sangre.
-No está rojo!-. Dije tapando mí cara con ambas manos.
-Veo que te gusto lo que hicimos, ¿No quieres volver a intentarlo?, Eddie~.
-No!, y-y tampoco me gustó!.
-Oh, veo que te gusta mentirnos, sabes que realmente te gusto-. Este comenzó a acercarse nuevamente a mí rostro.
-V-Venom, aléjate.
-Vamos Eddie, solo dejate llevar.
Y sin esperar una respuesta por parte mía, volvió a besarme, tratando de entrar nuevamente a mí boca, yo solo me negaba rotundamente hasta que sentí como algo piñisco mí brazo, me sobresalte y me queje de aquel dolor dándole ventaja a Venom de entrar en mi Boca.
Este comenzó a recorrer cada parte aprovechando que aún había chocolate allí.
No podía concentrarme, ¿Encerio estaba besando a Venom?, dios, su lengua es muy larga, no sé cómo estoy aguantando, el aire comienza a faltar pero me comenzó a interesar seguir aquel beso.
¡A la mierda todo!, lleve ambas manos detrás de la cabeza de Venom para profundizar aquel beso. Si, estaba asfixiandome pero estaba disfrutándolo, sentía como su lengua exploraba más alla de mí cavidad bucal.
Sentí como unos brazos me rodeaban atrapandome en un abrazo acercándome más a el.
Tristemente el aire comenzó a hacerse importante y Venom paro el beso, alejándose de mí, lo observé a los ojos sintiendome realmente pequeño y vulnerable.
-Esto nunca paso-. Dije serio mientras me daba la vuelta dándole la espalda.
-Eddie, tan terco y orgulloso como siempre-.
-¿Y qué?.
-¿Ya te enojaste?, vamos Eddie, no le diremos a nadie, sabes que debes confiar en nosotros.
-Sera un secreto.
-Es nuestro secreto, Eddie..