único

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Una cosa antes de empezar la lectura y es que el OS solo fue corregido y muy POCO editado, por lo tanto todavía hay mala narración. Creo (mucho) que me encargue de editar todas las partes que quedaban en kookgi así que supongo que esta bien, de todas formas, son libres de comentar si hay algún error siempre y cuando sea con respeto

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Habían pasado al menos dos meses de aquel juego y todavía JiMin no podía sacar de su mente la coqueta mirada que el mayor de los raperos le había regalado. Recordaba con entusiasmo como él adentraba sus dedos jugaban con un trozo de goma elástica en aquel tubo transparente. JiMin veía en su mente como los dedos se tensaban y las venas resaltaban desde su manos hasta más arriba de su camisa, recorriendo todo su brazo. La piel pálida igual de tensa y los ojos de YoonGi solo estaban en él. Viéndolo coqueto y sonriendo de aquella forma, solo había hecho que sus hormonas aumentarán en gran escala, se sentía seducido por una simple mirada y un par de gestos, se sentía patéticamente caliente.

No hace falta decir las infinidades de veces que ese Hyung se apoderó de sus sueños más húmedos, YoonGi era el huésped en un su mente que invadía sus sueños, que lo tocaba y lo hacía conocer sensaciones nuevas, YoonGi lideraba una parte muy oscura en sus pensamiento. 

Jimin juraba que muchas veces lo sintió en carne y hueso, veces en las que sentía sus besos recorrer su piel, sus manos viajando por su cuerpo, dejando marcas que se borrarían en días. Él despertaba en el momento que su pene liberaba todo lo que podía ensuciando sus boxers. No podía contar con sus dedos las dolorosas erecciones que tuvo que bajar a mano propia. 

Tal vez debería sentirse tímido por eso, pero en lo contrario él quería más, deseaba más. Deseaba sentirlo todo, tocarlo todo, verlo todo, él lo quería.

Mientras ocupaba la mayor parte de su día masturbándose con la imagen de YoonGi, la otra parte se ocupaba de ver al mayor. Parecía que este lo había cautivado por completo, YoonGi se había apoderado de su mente. 

Podíamos contar las infinidades de veces que disimuladamente había pasado sus pequeños dedos por los fuertes y venosos brazos del mayor, había entrelazado sus dedos unas cuantas veces, muchas otras también se había dedicado a besarlos. Porque a JiMin le gustaba besar las manos de YoonGi.

El pelinegro no se quedaba atrás, y más de una vez los ojos de Min se desviaban a ese firme trasero, tirándole unas no muy discretas miradas de deseo. 

Jimin lo sabía, y lo disfrutaba. Disfrutaba las lujuriosas miradas hacia su trasero, lo agitaba de más cuando podía confirmar la mirada felina en él, porque de alguna forma su timidez desaparecía, le encantaba tener esa atención.

El ruido del seguro de la puerta lo sacó de sus pensamientos.

alguien estaba entrando a su estudio sin su permiso. A pesar de que sabía quién podría llegar a ser, no podía evitar sentirse un poco enfadado por la interrupción.

—¿Qué quieres? –Preguntó, sin siquiera dirigir la vista a la persona que acaba de invadir su espacio. Solo dos de los miembros sabían la contraseña del estudio, uno era HoSeok, que era su mejor amigo y por obvias razones tenía la contraseña y otro era NamJoon, que fue el que lo ayudó a configurar la máquina.

—Nada en especial.

Tensó su cuerpo, la suave voz de JiMin invadió todos sus pensamientos, bloqueando por completo la idea formada para su Comeback como solista. Habría deseado que el intruso hubiera sido HoSeok, hasta podía haber pedido que fuera Namjoon. Pero ahí estaba el pequeño chico rubio, invadiendo su espacio personal. YoonGi se preguntó quién le había dado su preciada contraseña.

hands • 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora