Capítulo 18 Amigos?

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Querido diario,

Creo que me estoy volviendo paranoica. Han trascurrido dos días desde el concurso y aun no tenia noticias de Klaus. Antes me alegraba no saber de el, pero ahora la inquietud me esta matando. Pasamos una estupenda tarde juntos, bueno, eso si no contamos la discusión con Elena. Lo normal en Klaus es desaparecer sin dejar noticia alguna. Pero siempre volvia de improvisto para sorprenderme. Lo mas extraño de todo era que ningun original (aparte de rebeka) se encontraba en el pueblo.

Aun asi, hoy tenia cosas mas importantes en las que pensar. Tenia que organizar el ultimo baile antes de la graduación. El baile es pasado mañana y la graduación es unas dos semanas. El baile es de mascaras, tengo mi vestido y la mascara encargada, llegaran esta tarde. El vestido es negro con dibujos dorados, escote corazón, apartir de la cintura el vestido coge volumen. La mascara tiene unas hermosisimas decoraciones en dorado. Todo muy elegante y refinado.

He quedado con Stefan en el Grill, últimamente esta mucho alli.

-Oye, tu cara me resulta familiar. No te llamarás Stefan?

-Muy graciosa, me viste hace tres días y te llame ayer.

-Estaba con mi madre, consegui que se tomara un par de horas libres.

-Buena cuartada.

-Hablando de cuartadas. Por qué no viniste al concurso?

-No quería ver a Demon y Elena.

-Los estas evitando.

-Elena es otra persona.

-Y Demon es Demon.

-Exactamente. No son santos de mi devoción en estos momentos.

-En algun momento teneis que hablar de ello. No podrás evitarlos para siempre.

-Ya... cambiemos de tema. Cómo fue tu cita con Klaus?

-Si no contamos la pelea con Elena, la tarde fue estupenda.

-Ya veo.

-Por qué me miras asi?

-Te brillan los ojos cuando hablas de él.

-Enserio? Cómo que brillan?

-Se vuelven mas potentes, como si encendieras una llama blanca. Nunca he visto a nadie mirar asi. Parce tan puro y cristalino, pero a la vez tiene un toque oscuro y desafiante. Es muy intenso y a la vez bello.

-Todo lo relacionado con Klaus es intenso y bello. De alguna manera saca una parte de mi que desconocía.

-Y tu sacas lo mejor de él.

-Por fuera de piedra, por dentro de cristal. Ha pasado por muchos años de tormentos, la desconfianza, el miedo, el orgullo, todo por lo que ha pasado ha tapado su lado bueno.

-Caroline, puedo asegurarte una cosa, nunca he visto algo tan fuerte, intenso, absorbente y bello como lo que teneis tu y Klaus. Tienes toda la eternidad. Y me parece que en esa eternidad Klaus es fundamental.

-Verdaderamente no se lo que es. Solo se que nunca quiero tenerlo lejos.

-Y cuando piensas decírselo? No puedes retrasar mucho mas lo inevitable.

-No lo se.

-Los dos retrasamos lo inevitable.

En ese momento recibi un mensaje de Klaus, luego otro y despues otro.

-Qué ocurre?

-Es Klaus, quiere que valla a su casa. Dice que es una emergencia.

-Te acompaño?

-Puedo sola, gracias.

Salí del Grill lo mas rápido que pude y conduci hasta la casa de Klaus.

La puerta estaba abierta. Mire en el salon, en el comedor y en la salita. No lo veia por ninguna parte. Oi una especie de susurro que provenía del despacho.

-Klaus! Dónde estas?

-Caroline.

-Qué pasa? Tengo como una docena de mensajes.

Abri la puerta del despacho, todo estaba oscuro. Busque el interruptor. Al encender la luz via a Klaus intentando levantarse del suelo, tenia sangre en la espalda, muy cerca del corazón.

-Klaus! Oh dios mio, qué ha pasado?

-Tyler.

-Qué?!

-Llegue a casa hace una hora, al entrar en el despacho algo me ataco con la estaca de roble blanco por la espalda. Cai al suelo y vi a Tyler con la estaca en la mano. Me amenazo y después se fue.

Le ayude a incorporarse.

-Si no te ha atravesado el corazón, por qué estas tan mal?

-Ha dejado unas astillas. Si me muevo, se me clavaran en el corazón.

-Vale, no te muevas. Voy a buscar unas pinzas para sacarte las astillas.

-Date prisa.

Conocía bastante bien la casa, no tarde mucho en encontrar las pinzas.

-Ya las tengo. Esto te dolera un poquito bastante.

Con sumo cuidado extraje la primera astilla. No fue facil, los gritos agónicos de Klaus me desconcentraban.

-Una fuera. Vamos a por la otra.

-Parece que lo estes disfrutando amor.

-Eso ni lo pienses. No disfruto viendote sufrir.

-Me sorprendes.

-Pues no te sorprendas, esta es la segunda vez que te salvo la vida.

-Ese era el secreto que confiabas a Elijah?

-Quien crees que le dijo a Elijah donde estabas? Si no le hubiera ayudado, ahora estarias muerto.

-Te arrepientes amor?

-Apesar de todo Klaus, no quiero verte muerto.

Antes de que pudiera responder extraje la astilla. Deje las pinzas y le ayude a sentarse.

-Parece que ya esta sanando.

Deslice los dedos por su espalda. Habia que admitir que para tener mas de mil años, Klaus estaba en muy buena forma.

Nuestras miradas se cruzaron.

-Estas lleno de sangre, ve a darte una ducha. Mientras intentare limpiar toda este estropicio del suelo.

Un rato despues ya habia limpiado la sangre del suelo. El agua de la ducha dejo de sonar. Entre a la cocina a lavarme las manos y al volver Klaus ya estaba en el despacho.

-He usado toda la lejía. No ha quedado rastro de lo ocurrido.

-Gracias por todo Caroline.

-No hay porque darlas.

-Si que hay, has salvado mi vida, dos veces. Eres la unica persona aparte de Elijah que cree en mi. Que sabe ver bajo el monstruo.

-No eres un monstruo Klaus, simplemente lo has pasado muy mal, y has tenido que forjar una armadura. Uno no nace malo, la vida coje a la gente buena y la tortura hasta hacerla mala.

-Puede que tengas razón.

-Ambos sabemos que la tengo.

Cogi el bolso.

-Si necesitas algo mas, no me llames -su cara se puso tensa- tengo un baile que planear. -volvio a sonreir.

Estaba apunto de salir por la puerta.

-Amigos pues?

-Eso depende de ti Klaus.

Klaus puso uno de sus características y bellísimas sonrisas.

Amigos? Espero que en su momento seamos mucho mas que amigos.

Los diarios de Caroline IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora