Hoy es el dia, hoy tengo que llevar el testamento de mis padres a la corte y sabre que parte le toca a la bruja de mi Tia.
Mis nervios estan a flor de piel, no siento mis piernas y siento que me desmayare en cualquier momento.
Tome un buen cafe esta mañana asi que creo que estoy lista, voy por las llaves del auto y llamo a mi abogado. Hasta el momento no hay señales de vida de Scott ni de Amanda asi que creo que estoy sola en esto.
Estoy en camino y tengo una llamada entrante, es Ryan.
-¿hola?
-Hola Alexis, estas en camino a la corte?- Pregunto con su dulce voz-
-Si, por que?-
-Oh por nada, solo queria saber, adios- Y me corto, que maleducado-
Ignore su llamada y segui mi camino como si nada. Al paso de media hora ya estaba entrando a la corte y... me tope con una rara sorpresa.
Ryan estaba alli, esperandome, eso me confundio un poco. Me acerque y lo salude amablemente.
-¡Ryan! ¿Que haces aqui?- Pregunte extrañada.-
-Vine a apoyarte preciosa- Dijo tomando mis manos- Quiero que entiendas que lo que siento no es solo una simple atracción, y mucho menos algo pasajero- Admitió y no pude evitar sonrojarme, no creí que el sintiera algo mas que eso por mi-
-Ryan.. Aunque es lo mas lindo que alguien me ha dicho y hecho por mi tienes que recordar que a penas nos conocemos- Dije un tanto avergonzada-
-Lo sé, pero quiero conocerte mas, descifrarte, consentirte, TENERTE- Dijo con un tono de posesividad acercandose mas a mi-
-¡Alexis! Mi niña tonta, aqui estas- interrumpió una voz chillona y desagradable que tanto detesto, era melanie, mi tía-
-Disculpe señora pero no puede hablar con ella hasta que el juez de la orden- Dijo ryan poniendose frente a ella y escondiendome detras de el de forma protectora ¡Es tan tierno!-
-¿Y tu quien eres?- Pregunto melanie desconcertada ante sus palabras-
-Eso no es de su incumbencia, ahora le pedire amablemente que se retire o llamare a seguridad para informarles sobre su desacato a la ley- Dijo con una voz firme-
-Esta bien niño maleducado, me iré, pero sepan algo..- Dijo señalando a ambos- Yo ganaré esto-
-Ya veremos- Contesto Ryan desafiandola-
Esa mujer era un dolor de cabeza, pero aun seguía confundida, ¿Por qué mis padres le habran dejado una parte del dinero a ella? Era absurdo.
-Alexis..- Dijo Ryan sacandome de mis pensamientos- No te preocupes, todo estará bien, ya lo arregle todo- No comprendí sus palabras-
-¿De qué hablas?- Pregunté confundida-
-Escucha.. No te alteres ¿si?-Dijo con miedo- Ayer cuando te deje no pude evitar pensar en lo que me dijiste así que le dije a uno de mis abogados que investigara tu caso y así lo hizo, en la mañana habló con tu abogado y ambos se reunieron a conversar, también citaron al juez- Eso me asusto, era ilegal- No te asustes, aunque es desacato a la ley el juro mantenerlo en secreto, en fin, lo convencieron, no te quitaran nada preciosa- Dijo acariciando mi mejilla. Yo estaba en shock, es decir, esto no era normal, ¿Por qué se preocupaba tanto por mi? ¿Como consiguío resolverlo todo, TAN RAPIDO?-
-Ryan..- Las palabras no salían de mi boca- Esto es absurdo, esto no puede ser, ¿como lo lograste?- Pregunte emocionada y a la vez confundida-
-Fue sencillo, haría cualquier cosa por no verte mal- Dijo y mi única reacción fue abrazarlo de una manera tierna-
-Gracias- Susurre cerca de su oído- Eres único-.
-No te preocupes- Dijo abrazandome aun mas fuerte-
Entramos al juicio y todo ocurrió tal y como Ryan me lo había dicho anteriormente, era increible, por primera vez en mucho tiempo ese sentimiento de sentirse bien, protegida y querida había regresado, y todo gracias a el, a Ryan.
Al salir me llevó a casa y de manera educada lo invite a pasar. Amanda no estaba en casa, eso se notaba por el silencio. Así que pedimos una pizza y la comimos ambos abrazados en el sillón viendo mi serie favorita, todo era perfecto, el me comprendía, hablar con el era de alguna manera muy interesante, se notaba su preocupación por mi. Al terminar de ingerir la pizza el levanto con su mano izquierda mi barbilla y ambos nos miramos de manera única, como si solo existiesemos nosotros en el mundo, nadie más... Y de repente sus labios se hallaban junto a los míos, el me gustaba, tenía que admitirlo. Al besarme lo hacía con cierta delicadeza pero... Ese momento perfecto termino cuando alguien desde las escaleras comenzó a aplaudir, voltee y... ¡¿Que rayos?!
Era scott.
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Holaaaa, lamento no haber subido pero ni siquiera recordaba esta novela
Foto: Ryan
