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NAYEON POV

Las lágrimas bajaban por mis mejillas, sentía mis ojos arder y una presión indescriptible en el pecho. Frente a mis ojos se estaba consumiendo el auto de Taehyung y yo solo podía llorar, en un impulso incontrolable me levanté y comencé a caminar hasta el auto, limpie mis lágrimas y luego empecé a correr hasta el auto, hacía calor, demasiado calor y mis ojos intentaban encontrar una manera de entrar al auto, cuando creí que entraría unos brazos me abrazaron y me cargaron fuera del lugar...

- ¡NO, SUELTAME, TENGO QUE SACARLO DE AHÍ, SUELTAME!

Pataleaba y gritaba con todas mis fuerzas pero aun así aquella no me soltaban, era fuerte, más que yo.

XX: ¡Cálmese! Los bomberos ya están haciendo su trabajo... ¿Sufrió usted algún daño?

Negué con la cabeza mientras las lágrimas me cegaban y volvía al piso a llorar.

XX: ¡TAEHYUNG, TAEHYUNG! - escuché su voz - ¡TAE NO ME DEJES! - mi corazón se rompió.

Tapé mi rostro con mis manos mientras sentía que no podía dejar de llorar.

XX: ¡Nayeon! - volví a escuchar su voz y me negaba a levantar la vista pero él me rodeó con sus brazos sentándose en el piso también - Dime que esto no está pasando...

- Jungkook... Lo... Lo siento - me abrazó más fuerte y comenzó a llorar con más fuerzas, él parecía un niño indefenso entre mis brazos, yo solo podía abrazarlo fuerte mientras lo dejaba llorar.

Jungkook: El.. No... Yo... Amo... - no entendía ni una palabra de lo que decía porque su respiración era inestable.

XX: Extinguimos el fuego, sin sobrevivientes - escuché un bombero decir a otro.

Mi corazón decayó y mis lágrimas se hicieron todavía más presentes.

Jungkook: ¡NO! TAE....

Lo abracé con más fuerza mientras el luchaba por salirse de mi agarre, terminó rindiéndose y llorando en mí.

Cinco horas después

Momo: Toma esto, por favor...

Tomé aquel vaso entre mis manos e intenté sonreírle, pero es que no podía. Estábamos en una sala esperando que nos pudiéramos llevar el cuerpo sin vida de Taehyung. Jungkook estaba desecho en una silla, no había parado de llorar y no quería hablar con nadie. Llegó Mina y los familiares de Taehyung. Momo nunca se fue de mi lado... Ella estaba sentada en la silla a mi costado y me acariciaba suavemente el brazo mientras yo intentaba dejar de llorar.

Al día siguiente

- Momo, ya debemos irnos.

Había llegado la hora del último adiós. Yo estaba vestida completamente de negro y usaba unos lentes oscuros, cuando Momo bajó las escaleras ella también vestía de negro. Tomó un paraguas negro y lo llevó consigo mientras yo la esperaba en la puerta. El clima el día de hoy estaba como mi ánimo.

Momo: Vamos... - se inclinó y me besó - Todo va a estar bien.

Yo asentí y le ayudé a ponerse su abrigo, cerré la puerta detrás de nosotras y bajamos de aquel elegante edificio. Nos subimos a su camioneta pues yo no quería manejar.

Al llegar al cementerio visualicé a Jungkook vistiendo un traje negro y un abrigo largo bastante elegante encima, llevaba lentes oscuros y simplemente estaba parado ahí observando la urna del que fue su novio. Lloraba, podía notarlo porque de vez en cuando limpiaba sus mejillas. Había mucha gente pues a Taehyung lo querían muchas personas, agaché la mirada y Momo apretó mi mano como alentando a que fuese fuerte. Sonreí a medias y caminé hasta donde Jungkook estaba, cuando me miró me abrazó inmediatamente. Yo intenté no llorar pero se me hacía imposible. Podía sentir su dolor, sus lágrimas, su corazón hecho añicos porque yo me estaba sintiendo igual, aunque para él debe ser el triple de difícil.

Amor sobre ruedas ( NAMO )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora