❀Prólogo❀

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A Jimin le gustaban los tatuajes, y estaba cubierto por ellos.

Le gustaban, de hecho, tal vez más de lo que deberían, también las perforaciones, por lo que tenía varias en las orejas.

Sus tatuajes se mostraban parte de sus brazos, pecho, costillas, nuca, espalda, y piernas.

Los primeros tatuajes que se hizo, tal vez eran algo vacíos, pero el resto tenía un gran significado.

Cualquier persona que lo viese, tal vez tendría miedo.

De no ser por su dulce sonrisa.

Por qué pese a ser un chico tatuado, era alguien amable, educado e inofensivo.

No entendía muy bien el por qué, cada vez que una persona lo conocía un poco, le soltaban el típico:

"-Pense que eras más tenebroso"

Osea, ¿Por qué no podía gustarle los libros románticos y los tatuajes al mismo tiempo?

Por qué sí, no tenía interés alguno en las cosas bonitas, y aborrecía de las cosas delicadas.

Claro que, siempre hay sus excepciones.

Y esa excepción, era el hermoso Jeon Jungkook.

Chico alto, de cuerpo bien trabajado, pero de prendas color pastel, holgadas, y un sonrojo siempre presente en sus mejillas.

Era tan sublime, con sus útiles escolares de personajes de caricaturas, con stickers de Winnie Pooh en ropa y rostro, junto a una dulce sonrisita de conejito que lo volvía loco.

Sin embargo, siempre pensó que ese lindo chico podría sentirse intimidado, como todos, por su apariencia. Por qué le parecía tan puro y dulce que hacía daño.

Aunque, llegó el momento de quitarle la venda de los ojos.

Ese día, estaba tan embelesado en él, como de costumbre, que pudo ver como un chico golpeaba en el hombro a Min Yoongi, mejor amigo de Jeon.

Claro que botó sus cosas al suelo, y que el chico pálido ahogo una expresión lastimera, y el causante reía.

Accidentes así ocurrían día con día.

¿Entonces que fue lo que hizo que todo la cafetería contuviese un grito?

-¡Maldito cabron! ¡Pídele putas disculpas a Yoongi!— gruñó, tirando fuertemente de su brazo.

Si, ese había sido Jeon.

Con su dulce sonrojo aún ahí, con un ceño fruncido algo intimidante y tierno (al menos a ojos de Jimin), y sus dientes de conejito ahora resaltando, amenazantes.

Los stickers de Winnie Pooh lograron hacer temblar al chico, quien nego.

-No me das miedo, niño fresita.

Jimin, siendo un completo opuesto a la violencia, estuvo a punto de levantarse a darle un golpe al chico.

Pero no, su pequeño puño no impacto contra el abdomen del más alto.

Si no el puño de Jeon, tumbandolo al suelo, sin aire.

-Pidele disculpas, cabron.

-¿Qué carajos con tu actitud de mierda, Jeon?— espetó molesto.

Y entonces, sin dejar rastro a sus dulces arrugas bajo sus ojos, sonrió de lado, amenazante.

-¿Que? ¿Creías que iba a ser una dulzura?— negó rítmicamente.— Me temo que no. Las apariencias engañan. Ahora, pidele una jodida disculpa a Yoongi. 














































Escrito de rápido, y con una idea que se me ocurrió en plena crisis existencial.

En fin, si les gusto, besos, y feliz mes del PRIDE.

BAD GUY ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora