— Chuya. —Llamó Dazai, sentado de piernas cruzadas sobre el bote de basura mientras observaba a la puerta de aquel bar, esperando a la persona quien era su objetivo aquel día.
— ¿Qué quieres? —Preguntó el pelirrojo como respuesta al llamado de su compañero. Dejando salir el humo de sus pulmones. Entre sus dedos descansaba un cigarrillo que iba por la mitad, mientras sus ojos estaban puestos en el cielo de tonalidad oscura, dando inicio a la llegada de la noche.
— ¿Preferirias sufrir tú o qué yo sufra en tu lugar? —Preguntó el castaño. Chuya detuvo el viaje del cigarro a sus labios cuando escuchó aquello.
— ¿Qué demonios estás diciendo? —Inquirió arqueando una ceja confundido.
Primero estaba la pregunta, una pregunta extraña que bien podría tener más de una respuesta dependiendo del contexto en la que fuera hecha.
De segundo estaba el gesto de Dazai, no era una expresión bromista y el tono que había empleado para hacerla no era una típica cantaleta indicando una mala broma.Primero estaba la pregunta, después el contexto y la forma en la que Osamu la había formulado.
— Pensé en lo que contestarian muchas personas al preguntar esto… —Contó el castaño, probablemente pensando que era una forma estúpida de perder su tiempo— Primero esta la pregunta, aquella que desencadena una respuesta. Después esta la respuesta, esta que afirma un hecho.
— ¿A dónde quieres llegar, Osamu? —Inquirió Nakahara, ya cansado de esperar a que su amigo fuera al punto.
— Si una mujer le preguntara esto a su pareja probablemente esta contestaria que preferiría morir antes que verla sufrir; si le preguntarás esto a un niño que esta con su madre éste respondería que obviamente va a protegerla. Más no sabemos si esto es verdad o no hasta que lo vivimos.
Chuya escuchaba atentamente lo que su amigo decía. Dazai miraba al frente sin expresión alguna.
Primero estaba la pregunta, aquella que desencadena una respuesta.
Después estaba la respuesta, que era la que afirmaba un hecho.— ¿Puede una persona responder sinceramente a una pregunta tan complicada? Estamos expuestos a tantas cosas que no sabemos si algún día plantearnos esto nos servirá de algo.
— ¿A dónde quieres llegar, Dazai? Ya me estoy cansando un poco. —Declaró.
— Me confías tu vida a mi todos los días, Chuya. Y en parte, soy yo quien confía indispensablemente en ti para distintas situaciones. —Hizo ver y Nakahara captó el mensaje.
No era una simple pregunta, probablemente a muchos les costaría responderla. Era como tener que elegir entre salvar la vida de dos personas que realmente amaras.
— Primero estaba la pregunta. —Declaró Chuya y Osamu sonrió.
— Primero está la pregunta.
— El sufrimiento no es tan malo.
— Si te pones a pensarlo, el sufrimiento no es tan malo. —Declaró igualmente el castaño, volviendo su mirada al frente.
Chuya volvió a dar una calada a su cigarro. Sin darse cuenta de que este básicamente se había disuelto en sus labios.
Primero estaba la pregunta, no una simple pregunta, después estaba la respuesta. Que llegó a ser demasiado simple.---- ---- ----
Dedicado a Nakahara-Gian
Que parece que pensamos igual<3
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First there was the question.|Drabble|(Soukoku, BSD)
Fanfiction-Si te pones a pensarlo, sufrir no es tan malo. (Bungo Stray Dogs no me pertenece, sólo usé los personajes para la historia. Créditos por la imagen de la portada a su respectivo/a autor/a.)