Parte 1

1K 98 6
                                    

Joaquín

Estamos en el mar, en Cozumel. Me encanta este lugar, y siendo sincero, nunca me había sentido tan libre.
Siento que aquí, con las personas que quiero, soy feliz.

Emilio está acostado, y yo estoy arrodillado, mirando el mar. No pongo atención a lo que los chicos están haciendo, y ahora mismo, no me interesa.

Logro escuchar que Diego graba algo, supongo que para Instagram, y escucho a Emilio reír.

Lo miro y río también. Él abre los ojos y me observa. Después vuelve a sonreír, sinceramente.
“Bonito” él me susurra y yo me sonrojo.

“Tú” le digo y lo veo pararse, para venir a mi lado.

“¿Qué es lo que ves, bebé?” me pregunta y en realidad no me importa que los demás lo escuchen llamarme así.

“Veo el mar” digo, simplemente y regresó mi mirada a dicho lugar.

“Mmm, ¿y te gusta?” él me vuelve a preguntar y  volteo a mirarlo “Tú me gustas” le digo coqueto y lo miro guiñando un ojo. Emilio ríe muy fuerte y después me da un beso en la mejilla.

“Te quiero” me dice en el oído y yo me estremezco.

“Hey, tortolitos, ya tendrán tiempo para besarse y esas cosas, ahora disfruten esto,” escucho a Text0s al fondo y sólo río agachando la mirada.

“Déjanos, no es nuestra culpa que sigas soltero,” Emilio le responde y escucho como Diego hace 'bulla', Ale también ríe, pero sólo la veo agachar la mirada.

“No le hagas caso, bebé, podemos besarnos si queremos” ahora se dirige a mí y me abraza.

“Oye, no tienes que ser tan grosero” responde Text0s y coloca su mano en su pecho “Tengo sentimientos” vuelve a decir y miro a Ale abrazarlo, susurrándole algo que no logro escuchar.

Siento como Emilio acaricia mi cintura. Y como sus manos encajan perfectamente con mis caderas. Está mirando ahora él al mar y yo no puedo apartar mi mirada de la suya. “¿No notas cómo se tratan Ale y Textos?” Le pregunto y el mueve la cabeza en negación.

“No lo he notado. Sólo sé que quiero llegar al hotel y besarte mucho, mucho” me dice al oído para que sólo yo escuche y sonrío.

“¿De verdad?” le pregunto con alegría y asiente, “Mmh” murmura.

“Me gustaría mucho eso” finalizo diciendo y el sonríe por milésima vez.

                                                   •°•°•°

Buceamos unas horas. Estuvimos todos juntos en el agua y fue realmente reconfortante. Vamos llegando al hotel y Emilio no para de decirme que me encantará y que ya quiere llegar, a lo que yo solo sonrío.
“Ya llegamos” avisa Diego saliendo del coche.

“Sí, sí sí sí” Emilio dice y toma mi mano para salir. “Vamos, vamos” él me jala dentro del hotel, “¿Te gusta?” me pregunta una vez que estamos dentro, y en realidad lo hace, es muy bonito.

“Sí, sí me gusta mucho” le digo mirando nuestras manos entrelazadas.

Él sonríe y luego nos dirige a la recepción, y pide las habitaciones. Los demás llegan y hacen lo mismo.
“Ya me dieron la llave, bebé, vamos” dice y lo proceso.

“¿Una habitación para los dos?” le pregunto mirándolo y el me sonríe mientras ladea la cabeza.

“Sí, no iba a dormir separado de ti, no podría.”

Oh. Oh Dios.

Miro a los lados y nadie parece interesado en nosotros, y luego lo miro a él. Solos. Los dos en una habitación. Se supone que no debería estar nervioso. Es así ¿no?.
“Bueno… eh, supongo que me gusta” digo sin pensar.

“¿Supones? ¿no quieres dormir conmigo?” me pregunta haciendo un puchero con sus labios y yo reacciono inmediatamente.

“No. No no no, sí quiero. Es sólo que, me pone nervioso, n- no sé,” confieso.

“¿Nervioso por qué?, ya hemos dormido juntos, no entiendo.” Dice aún haciendo de nuevo ese puchero.

“Pero, es distinto, bueno, olvídalo, mejor subamos”  que pase lo que tenga que pasar, él sonríe con mi respuesta y continuamos caminando.

La habitación es realmente linda, tiene vista al mar y es obvio que Emilio la eligió por eso. Los muebles son de un color claro, pero elegante.
Y la cama es matrimonial, al centro de la habitación, tendida con una sábana café claro.

“¿Y?, ¿qué te parece?” me pregunta y siento su mano tomar la mía.

“Me parece algo bonito; tranquilo, pero al mismo tiempo elegante. Me gusta” digo.

“Yaas” él celebra “Yo escogí la habitación” me dice y yo río mientras me volteo a verlo.

“Lo supuse” lo abrazo colocando mis manos en su cuello. Logro escuchar una canción al fondo, esa canción. El me abraza más fuerte, alzándome, “¡Si me preguntan por ti!” canta alzando la voz y da vueltas conmigo en sus brazos. “¡Diré que es mentira que toda una vida he soñado contigo!” canto también y tomo su rostro entre mis manos “¡Yo sueño contigo!” él continúa.

J; “Si me preguntan por ti. Diré que no es cierto que duele por dentro que no estés conmigo. ¡Te quiero conmigo!”

E; Oooh

J; “Te miro, me miras y el mundo, no gira, ¡todo parece mentira!”

E; “Tú sigues, yo sigo, es nuestro castigo, fingir que somos amigos”

J; “Y cuando no hayan testigos, mi vida entera te daré,”

E; “Cuando nadie ve” finaliza y me baja.

“Te amo” dice y yo me sonrojo agachando la cabeza.

También lo amo. Lo escucho reír y toma mi barbilla para alzarla. Se acerca a mis labios y me da un beso.
“Adoro escucharte cantar, ¿tienes hambre, bebé?” me dice aun en mis labios.

Yo asiento. “De ti” le digo.

“Ay, que picarón. De mí tendrás más tarde, es una promesa, me refiero a comida, chiquito” el dice mientras acomoda mi camiseta.

“Tú eres mi comida favorita” digo fingiendo tristeza y agacho mi cabeza otra vez.

“Ay, amor, y tú eres la mía, lo juro, pero en serio, ¿quieres comer algo?” me dice tomando mis hombros.

“Bueno, no tengo tanta hambre, pero podemos bajar con los demás, si quieres” le ofrezco.

“Yo estaba pensando en eso, después subimos y quedarnos acostados aquí, luego nos damos una ducha y dormimos, ¿te parece?” me pregunta acariciando mi cabello y yo abro más los ojos.

“Sí. Sí, me encanta” le digo rápido y sonríe.

“Bueno, ¿qué quieres que pida?” él me suelta y se dirige al teléfono a un lado de la cama.

“No sé, pide lo que tú quieras” le digo.
“Mmmm, veamos,” Emilio dice mientras piensa “Pizza, no, algo dulce”

“Pastel de chocolate” digo al mismo tiempo que él.

“Sí, eso” Él sonríe.

Se levanta y va al teléfono. Lo escucho pedir a recepción y me recuesto en la cama mirando por la ventana.
“Ya pedí”  me dice acostándose detrás de mí y me abraza. “Y me tomé la pequeña libertad de pedir algo extra, así que, qué te parece si bajamos a ver a los chicos y después subimos para disfrutar de ese extra, ¿mm?”  me dice al oído y me sonrojo.

“¿Qué es eso extra?” pregunto.

“Ya lo verás bebé, vamos” me da un beso rápido en la mejilla y se levanta.

Yo hago lo mismo y antes de salir él me detiene.

“Te amo” y me besa en los labios.

Cozumel || OS || EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora