Capítulo 1♪

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Me levanto de la cama y me dirijo al lavabo del baño que hay entre mi dormitorio y el de mi hermano. Si, lo comparto, y puedo aseguraros que no es bonito... Me lavo los dientes y miro la hora. Mierda, no hay tiempo para una ducha. Primer día y sin ducharme, genial... Corro de nuevo a mi habitación y me dirijo al armario, tropezando con la alfombra de pelo negro por el camino... doblemente genial. Abro la puerta del ropero y saco unos shorts negros y una camiseta de manga corta negra también. Me coloco mi cachirulo en la cintura del pantalón, sobresaliendo bajo la camiseta. Si, soy de Zaragoza. Pero como ya nunca voy ahí por los viajes y las mudanzas, decidí llevar algo que me recordara siempre a mi Zaragoza. Un cachirulo. Soy rara, lo se. Me pongo las botas negras de estilo militar y cojo mi cazadora. No creo que tenga mucho frío durante del día, pero a las 8 de la mañana, si. Me la pongo mientras bajo las escaleras, y como no, me caigo.

-Mmggg- gimo de dolor al tocar mi labio. Triple genial, me lo he partido. ¿Veis como el mundo me odia? Conspira contra mi... Puto mundo.

Me levanto del suelo, ya con la cazadora puesta, mientras chupo la herida de mi labio en un intento fallido porque deje de sangrar. Entro a la cocina y cojo un batido de la nevera, lo beberé mientras ando. Me encamino a la salida, pero me detengo al ver un papel sobre la encimera de la cocina americana. Otra cosa buena de América, por cierto..., casi todas las casas tienen cocina americana. Lógicamente. Cojo el folio y lo miro mas de cerca. Es una nota. Es una nota de Jack:

A mama le dio por hacer tortitas para "integrarse". Como no despertabas me comí las tuyas. Estaban deliciosas. Te veo por el instituto. No llegues tarde, Alex. Ah, por cierto: levántate. Papa dijo que te avisara.

Yo lo MATO. ¿En serio? Va a morir. ¿Cómo se le ocurre? ¡Las tortitas son sagradas! ¡SAGRADAS! Arrugo la nota y la tiro a... no se, donde haya caído. Salgo de casa, olvidando mi batido dentro y hecho a correr. El instituto está a tan solo 5 minutos. Era uno de los requisitos que mi hermano y yo pusimos para venirnos a vivir aquí. Llego a la puerta y son ya las 8:10. Tengo historia a primera. Lo se porque recogí ya mi horario la semana pasada; precisamente para poder llegar a la hora. Vago por los pasillos buscando mi aula, pero llego primero a mi taquilla. Dejo la bandolera y saco los libros de historia y matemáticas, mis dos primeras clases. Para empezar bien el día y todo eso... Sigo andando y al fin llego a mi clase. Dentro escucho la voz de una señora, la profesora, supongo. Llamo y entro, mirando hacia la tarima donde se encuentra la mujer dando una charla sobre comportamiento y bla bla bla. Al momento se calla y me mira, como toda la clase, estoy segura. Me examina de arriba abajo con una expresión no muy agradable y frunzo el ceño, odio que hagan eso.

-Usted es la nueva supongo, Alexandra...

-Alex- le corrijo, interrumpiendo lo que quiera que fuese a decirme.

-Lo será para sus compañeros, yo llamo a los alumnos por sus apellidos, como debe ser. A donde hemos ido a parar, llamándonos por los nombre de pila...

Ruedo los ojos y cierro la puerta, que aún tenía agarrada por la manivela. Me giro, volviendo a mirar a doña amargada que me mira con una ceja arqueada. ¿Qué he hecho ahora?

-No me de la espalda mientras le hablo señorita...- me mira esperando que termine la frase por ella. ¿Qué digo? ¿Mi apellido? Estoy por responderle con mi nombre pero se cuando es mejor callarse, así que simplemente la complazco.

-García- respondo algo cortante.

-Señorita García... espero que sepa que llega usted tarde.

Pues claro que lo se, si no no tendría las piernas llena de moretones por la maldita escalera y la asquerosa alfombra. Decido usar la típica excusa del nuevo, aunque sea mentira. Solo quiero acabar ya con esta conversación.

-Lo se, tenía que ir a buscar los horarios y no encontraba el aula.

-Hmm... que no repita- advierte mirándome de nuevo de arriba a abajo. -¿Qué le ha ocurrido?- se refiere a la sangre de mi labio y los golpes de las piernas. Debo de verme horrible.

-Soy un poco torpe- explico sin querer explicar que me he caído dos veces por subnormal.

-Ya...- me mira escéptica. ¿La razón? Ni idea... a saber lo que piensa. -Como estaba comentándole a sus compañeros, aplico una política de tolerancia cero en mi aula. Eso va para todos señorita García. Usted también. Deje los conflicto para cuando se encuentre fuera del centro.

¿ Se cree que estoy así porque me he pegado con alguien? Apuesto a que si... y por supuesto no será la única.

-Y ahora síentese- ordena señalándome una mesa al fondo del aula, junto a la ventana.

Me dirijo hacia allí pasando por alto todas las miradas que no estoy dispuesta a analizar. Llego a mi sitio y suelto los libros sobre el pupitre. Me siento y hago una mueca de dolor al flexionar las rodillas. Oh si, este va a ser un día muy largo...

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Hola! Bien, este ha sido mi primer capítulo. Espero que os haya gustado aunque ya sabéis... el primero suele ser un poco mas aburrido. De todos modos darle una oportunidad a la novela, os sorprenderéis. Voy a subir bastante seguido, además de que ya tengo unos cuantos capítulos escritos. Tengo muchas ganas de subir el próximo capitulo, así que no haré eso de llegar a tantos★ para subir. Pero si os gusta y queréis que siga pues darle ★ (y recomendar ;)), que es solo un clic y sube la moral y da ánimos a escribir mas.

Gracias por leer y disfrutar de la novela.

Cuidado con lo que deseasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora