"Detras de los ILLUMINATI"

292 8 1
                                    

MENSAJES? "Nuevo Orden"

El lema "Novus Ordo Seclorum" ("Nuevo Orden de los Siglos") aparece también el reverso del Gran Sello de los Estados Unidos, e igualmente se encuentra en el reverso de los billetes de dólar estadounidenses.
La teoría conspirativa del llamado Nuevo Orden Mundial afirma la existencia de un plan diseñado con el fin de imponer un gobierno único - colectivista[cita requerida] , burocrático y controlado por sectores elitistas y plutocráticos - a nivel mundial.

La expresión Nuevo Orden Mundial se ha usado para referirse a un nuevo período de la historia y se pretende, de este modo, que hay pruebas de cambios drásticos en las ideologías políticas y en el equilibrio de poderes. El primer uso de esta expresión aparece en el documento de los Catorce Puntos del presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson, que hace una llamada, después de la Primera Guerra Mundial, para la creación de la Sociedad de las Naciones, antecesora de la Organización de las Naciones Unidas.

Los illuminati -una sociedad secreta fundada en 1776 con el fin de promover ideas de la Ilustración- estuvieron aparentemente involucrados en una conspiración que buscaba reemplazar las monarquías absolutas y la preponderancia de la Iglesia por el...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los illuminati -una sociedad secreta fundada en 1776 con el fin de promover ideas de la Ilustración- estuvieron aparentemente involucrados en una conspiración que buscaba reemplazar las monarquías absolutas y la preponderancia de la Iglesia por el "gobierno de la razón", que era el objetivo general de la ideología liberal, revolucionaria e igualitaria dominante entre la intelectualidad de la época. Después de que el complot se descubrió, el grupo fue prohibido por el gobierno bávaro (1784) y aparentemente se disolvió en 1785.

Sin embargo, los documentos relacionados con la conspiración se publicaron, y se alertó así a la nobleza y al clero de Europa, lo que le dio a la conspiración una gran publicidad y llevó a algunos pensadores a sugerir que todavía existía y que su objetivo era derrocar a los gobiernos europeos. Por ejemplo, Edmund Burke (1790) le da alguna credibilidad, aunque sin mencionar específicamente cuál sería el grupo responsable,[4]​ y Seth Payson afirma -en 1802- que los illuminati todavía existen.

Por consiguiente, algunos autores -por ejemplo, Augustin Barruel y John Robison- llegaron incluso a sugerir que los Illuminati estaban detrás de la Revolución Francesa, sugerencia que Jean-Joseph Mounier rechaza en su libro de 1801 On the Influence Attributed to Philosophers, Free-Masons, and to the Illuminati on the Revolution of France ("Sobre la influencia atribuida a filósofos, francmasones e Illuminati respecto a la Revolución Francesa", aún no traducido al español).

Posteriormente (1903) el servicio secreto ruso de la época publicó el famoso panfleto Los protocolos de los sabios de Sion como una obra de propaganda antirrevolucionaria que incorporó casi textualmente argumentos encontrados en el Diálogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu, un ataque -en 1864- del legitimista militante Maurice Joly contra Napoleón III.

La tesis central de Los Protocolos es que, si se remueven las capas sucesivas que cubren u ocultan las causas de los diversos problemas que afectan el mundo, se encuentra un grupo central que los promueve y organiza con el fin, primero, de destruir los gobiernos y órdenes sociales establecidos, y con el fin último de lograr el dominio. Ese contubernio central es un grupo de judíos, que -según se afirma- controla tanto los sectores financieros como diferentes fuerzas sociales que, a su vez, son los que -desde este punto de vista- provocan desorden y conflicto social: los masones, los comunistas y los anarquistas, entre otros.

Nora Levin indica que los Protocolos gozaron de gran popularidad y grandes ventas en los años veinte y treinta. Se tradujeron a todos los idiomas de Europa y se vendían ampliamente en los países árabes, en los Estados Unidos e Inglaterra. Pero fue en Alemania, después de la Primera Guerra Mundial, donde tuvieron su mayor éxito. Allí se utilizaron para explicar todos los desastres que ocurrieron en el país: el armisticio en la guerra, el hambre, la inflación, etc.

A partir de agosto de 1921, Hitler comenzó a incorporarlos en sus discursos, y se convirtieron en lectura obligatoria en las aulas alemanas después de que los nacionalsocialistas llegaron al poder. En el apogeo de la Segunda Guerra Mundial, Joseph Goebbels (ministro de propaganda nazi) proclamó: «Los protocolos de los sionistas son tan actuales hoy como lo fueron el día en que fueron publicados por primera vez».En palabras de Norman Cohn, esto sirvió a los nazis como «autorización del genocidio».

Posteriormente, en los Estados Unidos, durante el periodo del Peligro Rojo, teóricos estadounidenses de la conspiración -tanto fundamentalistas cristianos como seculares anti-gobierno central- fueron abrazando y promoviendo cada vez más una percepción de la masonería, del liberalismo y de la "conspiración judeo-marxista" como la fuerza directriz de la ideología del "ateísmo estatal", "colectivismo burocrático" y "comunismo internacional".​ (en EEUU esos términos generalmente se emplean por esos sectores para referirse a, respectivamente, la Separación Iglesia-Estado; acción gubernamental en asuntos de seguridad social y organismos internacionales, tales como las Naciones Unidas)

​ (en EEUU esos términos generalmente se emplean por esos sectores para referirse a, respectivamente, la Separación Iglesia-Estado; acción gubernamental en asuntos de seguridad social y organismos internacionales, tales como las Naciones Unidas)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LOS ILLUMINATI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora