✧ ℕesis Dark ✧ k.t |hybrid au!|

『 001 』

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Pocas veces salía tan tarde de la universidad, vaya que era tarde: once quince de la noche. Tenía exactamente diez minutos para alcanzar el último camión que salía con rumbo a su departamento, era por eso que parecía corredor olímpico pues intentaba correr lo más rápido que sus piernas podían incluso cuando estaban entumidas y calientes, gracias a la poca actividad física que hacía, no quería dejar de correr. La lluvia tampoco ayudaba mucho el que quisiera dejar de correr, no fue casi a dos cuadras de la parada cuando se dio cuenta de que su mejor amigo no le pisaba los talones.

Intentó ver sobre su hombro pero fue en vano, no había nadie más en la calle. Gracias a la división que se formaba en la banqueta tropezó causando que cayera sobre el pavimento, el sonido de sus cosas regarse debido a su bolsa con la que cubría su cabeza terminaron tiradas en medio de los dos restaurantes, parecía ser donde estaban los contenedores de basura y por ello quizás el que no hubiera ninguna luz.

¿Había dicho que era miedosa? Pues lo era incluso llegaba a creer que ese era su segundo nombre, odiaba la oscuridad, le hacía sentir nerviosa, incómoda; ansiosa. Se paro quejándose ante el ardor que sentía en sus rodillas, seguramente se había dado un buen raspón, observó su lapicera tirada unos cuantos pasos de ella con sus cuadernos.

Otra de las razones por las que odiaba la oscuridad era porque no podía ver bien del todo y gracias a su astigmatismo tampoco podía ver de lejos, se agacho y comenzó a guardar sus cosas en su bolso. Casi terminaba de guardar bien sus cuadernos tratando de que no se mojaran más de lo que ya estaban cuando escucho un ruido que provenía de más adentro del callejón.

Era un ruido muy extraño... no era el sonido que hacía una chicharra, tampoco el de un grillo. Era más sutil y muy siseado lo que hizo que se le erizara la piel; en medio de aquella oscuridad logró percibir dos puntos verdes o eso era lo que su visión le permitía ver. Dio un brinco al escuchar como un trueno junto a un relámpago indicaban que comenzaría a llover más pronto, se puso de pie intentando avanzar un poco más en el callejón haciendo que ese siseo se escuchara más cerca

—¡Danai! ¿Que estás haciendo ahí? —la voz de Hoseok sonó temerosa, también era un miedoso como ella así que ni de chiste entraría al callejón aunque le implorara para buscar sus lentes —¡Ya puedo ver las luces del autobús! — su vista seguía en los dos puntos verdes, pero cuando Hoseok mencionó el camión comenzó a salir del callejón cojeando.

—¿Donde estabas? —cuestionó con molestia a lo que él mayor respondió: "fui a comprar un paraguas" el color del paraguas era amarillo y por lo que podía ver había flores con una sonrisa adornando el paraguas.

—Sujétate bien de mi — estaba acostumbrada a ir en la espalda de Hoseok porque siempre corría más rápido que ella, así que lo abrazo y este la cargo para comenzar a correr y alcanzar al bendito camión, su mirada dio un último vistazo al callejón quedándose con la intriga de que era lo que hacía aquel ruido.