Espejo y muerte

Aquella niña me suplicaba ayuda, veía pena en sus ojos, una tristeza incomparable, pobre de ella que cargaba con tanto, sus ojeras marcaban los días que no podía dormir...aterrada por el no reconocible hombre.

Un muerto a su lado la acompañaba cada noche, invadiendo sus sueños, impidiéndole soñarlos.

Cuando era chica, creía que era un amigo...al crecer y verle la maldad en su rostro, esos ojos furiosos, la hicieron darse cuenta de que no era un ángel guardián.

Un ente malévolo la acechaba. Llorar no servía de nada, no podía olvidarse de él... lo veía por todos lados y sin querer, en sus sueños, le prometía cosas horribles. No sabía como hacer para librarse de aquellas cadenas a las que se amarró.

El Sol era su único aliado, cada rayo era una caricia esperanzadora, mientras que  la luna era su perdición.

  Llegó el invierno y la promesa se rompió, ella se encontraba en un lugar lúgubre, siniestro, tétrico. Su aliado no la acompañaba, estaba condenada a estar donde estaba. En compañía de la muerte, quien le había prometido otra vida, sin dolor, sin amor.

No me di cuenta, de que me estaba mirando en el espejo.

- Chica sin nombre