Espejo y muerte

Sueño:

Estaba en mi cama, lo veo a mi costado izquierdo, mirándome me decía algo pero no recuerdo bien, recuerdo mi preocupación y mi temor, estaba temblando y tenía mucho frío, recuerdo que las lágrimas que rodaban por mi cara eran frías, como el cuerpo del hombre, que sentí cuando me tocó.               

  Acarició mis pocas heridas, y sus ojos furiosos me miraban con calma, era incomprensible.

Ya no estábamos en mi pieza, estábamos en una habitación oscura, con una luz muy débil, y una esquina oscura...de donde salía la voz de él llamándome; no quería acercarme, pero mis sueños no los manejo... y me acerqué. Veía su mano oscura, le chorreaba sangre, me decía cosas que no entiendo porqué no recuerdo.

Ruidos se escuchaban desde todas partes, pero ya no tenía miedo... escuché su risa, y después vi a mi gato muerto en medio de la habitación, mi Fruzsi, de quien había hablado antes de dormir...Lloré tanto.

Las gotas de sangre en el suelo, me llevaban a este hombre sin alma, alguien no persona.

Quiero matarlo, quebrar sus manos, verle el rostro y escupirlo, dejarlo en el suelo, para no oírlo nunca más. Pero era imposible, en esa habitación no había nada, me sentía débil, y lo estaba.

Sólo pensaba en mi Fruzsi, y él sólo quería que yo me sienta mal.

Me tomó de los brazos y brutalmente me hizo arrastrar por el suelo, escuchaba risas...pero no había gente, éramos él, mi gato, una lámpara y yo.

Me soltó y débilmente, me pude levantar otra vez, quería confrontarlo, pero me miré, y era un esqueleto con piel, estaba totalmente desnutrida. Al verme caí al suelo porque no tenía más fuerzas, nada.

Sólo tenía fuerzas para llorar, y mal decirlo, mientras él sonreía y reía, su risa era penetrante y hacía eco en mi cabeza, retumbaba tanto que me dolía.

Al despertarme sentí toda mi almohada mojada y mi corazón latía el triple de lo normal, resonaba por todo mi cuerpo. Busqué a mi gato y lo abracé como nunca.

Y así quedé hasta que amaneció.