siempre me pregunte que significaba la D. en mi nombre completo, mis padres me dijeron que era un secreto guardado en la familia, y que me lo dirian, en mi decimo-octavo cumpleaños
pero en mis diez años de vida, ocurrio una gran desgracia, mis padre...
Al terminar las clases, Buchou nos dio la tarde libre, así que me fui hacia el parque, para tumbarme en el césped de la zona verde, mientras me tapaba la cara con mi sombrero
[Que paz] – dije en mi cabeza, oyendo los ligeros ronquidos de Scarlet
Awawa – oí una voz femenina, para levantar la vista, y encontrarme con una chica que se había caído de cara, dejando subido su falda, revelando sus bragas, de un blanco puro - ¿Por qué siempre me caigo?
Me levante del césped, para ayudar a la chica
¿Te encuentras bien? – pregunte a la chica, la cual ayude a levantarse del suelo
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Si gracias – dijo, pero lo curioso es que sus labios decían otra cosa, por lo que recordé una ventaja de las Evil Pieces que tengo en mi – Es un milagro que alguien pueda entenderme, debe ser que nuestro encuentro ha sido hecho por Dios – dijo la chica con alegría e inocencia
No hay de que señorita.... – dije en un intento de que me dijera su nombre
Asia, Asia D. Argento
[D., D., D., D.] – se me repetía en mi cabeza una y otra vez
[No estoy solo] – dije en mi cabeza, mientras mis ojos se ponían húmedos
¿se encuentra bien? – me pregunto Asia, donde mi respuesta fe un abrazo, que la impresiono
No estoy solo – dije con alegría mientras apretaba mi abrazo – encontré a otro
La chica me miro extraño, esperando una respuesta
Me presento, me llamo Hyodou D. Issei y al igual que tú también soy un D. –
N-n-n-no pu-puede ser – dijo Asia en shock – m-m-m-me di-dijeron que yo e-e-e-era la ul-ultima – hablo entremedias
Ahora ya no estamos solo, ahora estamos juntos mi querida Itoko* - dije para que ella entonces correspondiera mi abrazo
Pasamos un rato abrazados, hasta que llegaron los problemas
Asia-chaaaaaaan – dijo una voz femenina que tenía un atisbo de locura, para que, al encontrarme con la propietaria de esa voz, me fijara que era una mujer de cabello blanco que le llegaba hasta la cintura, y sus ojos eran rojos, siendo el derecho tapado por el flequillo de su frente
