Capítulo 2

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      Pasó una semana evitando al chico justo como el hombre cobarde que aveces demostró ser; Se negaba a verlo aún cuando Peter intentó interceptarlo en los corredores al llegar a casa. En ocasiones se preguntaba si evitar lo inevitable era lo correcto, Venom llegó recordarle la forma tan cobarde en la que huyó la otra noche.

—Es tú culpa que eso sucediera —le recordó.

No. Es tú culpa, él es bueno para nosotros, lo queremos, ¿Por qué Eddie no?

¿Cómo explicarle a su compañero alienígena que las cosas no funcionaban de esa manera? No es como si simplemente pudiera abalanzarse sobre el niño sin ninguna explicación no tendría consecuencias luego, por ejemplo: ser considerado un pervertido. Simplemente no podía “poseerlo” de la manera en que el simbionte quería, no solo Venom, una pequeña (Gran) parte de él mismo también lo quería.

Venom gruñó, Sabes que lo necesitamos, es importante. El pegote se removió inquieto; Algo parecido a la ansiedad burbujeando en su propia cuerpo, Es perfecto.

Suspiró, repetía lo mismo—¿Por qué la insistencia con eso? —Le dió un sorbo a la lata de cerveza en su mano. Llevaba un rato así, dando pequeños tragos que no le afectaban realmente, desventajas de tener un parásito. El sillón desgastado crujió al inclinarse para colocar la lata sobre el suelo. De fondo se escuchaban las voces lejanas del programa en la TV encendida.

Porque lo necesitamos —Sobre su hombro brotó una cabeza de pegote goteando liquido oscuro, sus dientes chasquearon mirándolo con enormes ojos puntiagudos sin pupilas.
Surgió de su brazo y permaneció ahí—, es especial para tí, puedo sentirlo. Necesitas alguien, lo sabes. Además me gusta mucho, es agradable y adorable.

Eddie sonrió entendiendo el mensaje. Lo miró con una ceja arriba-Solo te gusta porque nos regaló galletas, ¿verdad? Estuvieron deliciosas- ¡y tenían chispas!

...No —Venom respondió frunciendo el rostro haciendo un gesto con los ojos al igual si tuviera cejas—. No puedes mentirme, Eddie, realmente te gusta.

Él no lo negó. Era imposible mentirle alguien que habitaba en tu propio cuerpo y cabeza.

Esa misma noche, cuando entendió que solo perdía el tiempo bebiendo y viendo televisión; Se dirigió a la cama pensando en los problemas con los que tendría que lidiar de solo considerar las palabras de Venom: “Es especial para tí” le había dicho.

—Dios. Estoy demente —se dijo considerando la locura que cometería—, estoy perdiendo la cabeza.

Nadie contestó, tampoco esperaba que alguien lo hiciera. De fondo, se escuchaba el ruido de batería empeorando todo.


***

Al día siguiente, es la quinta y última vez que sucede. El ruido volvió mucho peor que las últimas ocasiones siendo fuerte y ruidoso como si de alguna manera Peter hubiese logrado conectar parlantes gigantes. Estaba sorprendido que aún nadie llamará a la policía, el único afectado aún seguía siendo él. No era estúpido, sabía que las intenciones de Peter eran provocarlo para obligarlo finalmente a salir de su departamento, no teniendo más remedio que enfrentarlo. Aún seguía esquivando al chico, y que llegara a esos extremos...fue sorprendente. Por eso no se sorprendió cuando alguien tocó su puerta un tiempo después. La música se había detenido.

Ruido - Petbrock¿?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora