Desamparo (H)

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La noche anterior decidí quedarme en el departamento de Yoon, luego de nuestra conversación breve en el baño decidimos comer algo y de inmediato nos fuimos todos a dormir, yo estaba exhausto, Andrei también luego de su viaje y Yoon simplemente cedió, aunque al ver mi estado ambos me ofrecieron sus dormitorios para descansar sentí que lo mejor era dormir en el sillón, el problema es que estabamos entrando al invierno y las noches eran bastantes heladas, yo estaba vestido con un pijama que me prestó mi amigo y me tape con una frazada de polar pero aun asi sentia demasiado frío. Cerré los ojos y estuve un momento sintiendo los pies congelados cuando mi mente se fue a otro lugar y un recuerdo se vino a mi.

_14 años atrás_
_Locación Santiago de Chile_

- ¡DÉJAME  TRANQUILO! -Gritó entre sollozos un pequeño cerrando fuerte y apresuradamente la puerta de su cuarto con pestillo.


- ¿Quien te crees para venir a gritarme a mi? Agradece que te doy un techo donde dormir pendejo malcriao -Gritó un hombre a través de la puerta- quién te mando a ser un fleto, aprende a ser mas machito o mejor aguantate las weas nomas, así es la vida - En ese momento el pequeño se tapo ambos oídos tratando con todas sus fuerzas de no escuchar, pero era imposible- Ballet quiere bailar -Dijo el hombre en tono burlesco- ballet es de minas y gays.

El pequeño se sentó en el piso en plena oscuridad y miro por la luz de la rendija de la puerta una sombra que pasaba e indicaba que el hombre ya se habia ido, en ese momento no pudo aguantar más y sus sollozos se volvieron llantos, las pequeñas gotitas que se encontraban en sus ojos marrones se volvieron rios que cada vez aumentaban su caudal dejando finalmente ambas mejillas del muchacho totalmente empapadas al igual que las mangas de su poleron con el que se trato de secar el rostro.
Su mirada se desvió a un rincón del cuarto donde el tenia una foto de su familia que se encontraba toda en Temuco, su familia, los únicos que lo apoyaban y lo amaban sin importar nada ni nadie, los mismos que el tuvo que dejar para poder estar en santiago estudiando lo que amaba, luego su vista se fue directo a  donde tenia todas sus pertenencias, si bien sus padres viajaron con él a Santiago la economía no era muy buena por lo que ellos tuvieron que volver al sur y dejaron al pequeño con sus tíos los cuales no aceptaban que el chico deseara bailar ballet en el teatro municipal, cada vez que podian lo molestaban y lo hacían sentir menos, como si no fuera lo suficiente para nada ni nadie. Mientras volvia a secar sus lagrimas su estomago no pudo aguantar rugir debido al hambre que tenía, no habia comido en todo el día y los ensayos de hoy fueron bastante largos pero él no quería salir de su habitación, no aún, su primo con quién la compartía estaba en un campeonato de fútbol por lo que volvería más tarde con su tía y por mientras él  estaba solo en la casa con su tío y los amigos de él, el problema fue que al ponerse de pie sintió los efectos de no alimentarse en todo el día y mas siendo que solo tenia 13 años, su cuerpo se desplomó y cayo al piso inconsciente.

Pasaron unos minutos para que recobrara la conciencia y empezo a escuchar cada vez mas fuerte unos golpes en su puerta acompañados por unos gritos.

- ¡Hernán! ¡Contestame! ¡¿Que mierda haces metiendo tanto ruido?! Estoy tratando de ver el partido!....!ABREME LA PUERTA MIERDA!

Hernán se levanto lentamente y abrió la puerta mirando a su tío quien tenia una mirada  de odio y le dijo.

- Tío, tengo hambre...

En respuesta su tío lo agarro del brazo fuertemente y lo arrastro a la cocina dejandolo ahí y dandole las instrucciones de " Busca algo para comer pero no me molestes más"
A eso Hernán vio una caja de cereal, su favorito, que estaba sobre el refrigerador, por lo que se propuso subir a la mesa que estaba al lado y asi alcanzarla ya que era demasiado alta para él, al subirse al mesón vio una botella de Vino al rincón de la parte superior del refrigerador, se veia como uno importante ya que estaba en su caja y aunque tenia polvo sobre ella, alcanzo a leer un año, 1934.. no sabia que significaba por lo que procedio a tratar de alcanzar la caja que estaba al lado del vino, al alcanzarla la comenzo a arrastrar para tomarla entre sus brazos pero la cantidad de polvo hizo que el pequeño estornudara perdiendo el equilibrio y sin querer haciendo que tanto unos vasos, la caja de cereal como la que contení el vino se cayeran al piso junto a él. Fue un sonido muy fuerte y si bien Hernán no sufrio ninguna herida su Tio llego corriendo para ver a su sobrino y algunas cosas tiradas en el piso, a partir de este momento los recuerdos de Hernán se vuelven mas y mas lejanos, no logra acordarse muy bien, solo recuerda el dolor que sintió después en todo su cuerpo y lo alarmada que estaba su tía cuando llego a casa y vio el estado en que estaba el pequeño, luego de eso lo llevaron a un hospital diciendo que el chici se metió en una pelea con unos compañeros del colegio a lo que los doctores le recetaron reposo por 2 semanas completas.

La mirada del infante se concentró  en su cuerpo, casi todo este estaba moreteado o con alguna herida por cicatrizar, no se podia mover bien pero lo hizo sin quejarse, no podia seguir en esa casa, al menos no por hoy... Su tio descubrió que él rompió unos vasos pero no se dio cuenta del vino y cuando lo haga él sabe que los golpes serán peor que ese día.

Debido a esto decidio empacar sus cosas para echarlas en la mochila del colegio, le rogó a su tía que lo fue a dejar al teatro para sus clases y esta accedio sin percatarse que Hernán llevaba una mochila gigante en su espalda, todo siguió de lo mas normal, se despidió de sus amigos al terminar el ensayo y les dijo que su tía lo estaría esperando  a la vuelta.

Caminó y caminó hasta que llegó a la Catedral Metropolitana, fue en ese momento en que comenzo a llover y el pequeño pasados unos minutos corrio a refugiarse en la iglesia.

Al entrar vio que esta no estaba tan llena, es más, habian 4 personas y él, estaban todas con los ojos cerrados y arrodillados por lo que el chico asumió que se encontraban durmiendo aunque bastante incomodamente, comenzó a sentir mucho sueño lo cual era bastabte normal despues de las clases, miró sus zapatos todos mojados y procedio a quitarselos asi como los calcetines para darse cuenta que estos estaban empapados también. Quedo a pies descalzos y se acostó en una de las bancas, sintió sus pies demasiado helados, tanto que comenzo a tiritar todo su cuerpo, vio a su alrededor y las personas no estaban durmiendo como el creía, estaban orando, en ese momento se acordó de algo, si Dios es tan bueno...¿ Lo ayudaría a escapar de sus familiares?

Hernan sintió de la nada como el frio comenzaba desaparecer y como sus ojos se iban cerrando de a poco, para terminar despertando de un golpe.

-Lo siento.. -Dijo Andrei susurrando- Vi que estabas tiritando y decidi venir a abrigarte un poco pero no queria despertarte

-No...no te preocupes -Le dije entre susurros, su cabello se veía como si recien se hubiera despertado, pero su rostro como si no hubiera descansado ni un poco, aun asi se veia muy...interesante- Muchas gracias.

Andrei asintió con una sonrisa y se devolvió a su cuarto, me di cuenta que me habia dejado 2 frazadas y un par de calcetas, no paso mucho tiempo para que mis ojos se volvieran a cerrar pero esta vez solo con una cosa en  mente...Andrei.

SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora