Zero Love (Koi to Uso)

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¿Qué cómo sé que no me interesa el amor?

Fácil, se los resumo así nada más. La mayoría de mis compañeros de la secundaria, bueno, de mi salón, salen en la hora del almuerzo a pasar el tiempo con sus parejas. Siempre tomados de la mano, acariciándose su rostro con cariño e intercambiando muestras de afecto. Como ahora que veo ir y venir tanta pareja en el comedor... Pero para este punto de mi vida no he demostrado la necesidad de un "compañero".

¡Oh, perdonen mis modales! Me llamo _____ Sanders, soy una estudiante destacada de mi escuela secundaria y la verdad, adoro mi vida sencilla y pacífica. Me crié en un barrio muy bajo de los Estados Unidos, pero con el paso del tiempo mi familia logró sacarme adelante. Tengo quince años con ocho meses... Además comparto mi habitación con mi hermano menor, Derek, un niño de seis años muy escandaloso pero tierno. Mi mamá se llama Verenice y trabaja como Editora y Diseñadora en una empresa de libros, mientras que mi padre se llama George y se emplea como Cardiólogo en un Hospital muy reconocido.

Puede parecer una vida normal, pero con los constantes comentarios un poco "agresivos" hacía mi, me hacen olvidar la completa cotidianidad de la vida. ¿A qué me refiero? Bueno, justo en lo que estaba antes de empezar a describirles brevemente mi vida.

—Vamos _____, ya no eres la niña de papi ni mami para no tener novio ¿Por qué no maduras? —Dijo una de las chicas "populares" mientras se sentaba a mi lado.

—Ella tiene razón Sanders. Tu ya eres alguien grande como para revelarte a tus padres, podrías ser alguien conocida dentro de la institución y-.

—Disculpen ¿Ya terminaron?. Me urge entregar el trabajo de la clase de civismo y, sinceramente, sólo me hacen perder mi tiempo. —Tenía algunas hojas al lado de mi bandeja de comida, eran un ensayo. Pero estaba terminado que me concentré en disfrutar de mi hamburguesa... Hasta que llegaron.

—Oye nerd, debes aprender a respetar a tus superiores. —Me dijo amenazante una chica del grupo volteando medianamente un vaso de café donde se encontraba el trabajo.

—... Me gustaría que las personas de físico atractivo de vez en cuando tengan neuronas suficientes para entender el significado de un "no"... Pero no todo en este mundo se puede chicas, así que si me disculpan, me retiro. —Tomé rápidamente las hojas para llevarmelas, pero son tan perras que me tiraron su bebida sobre mi ropa—. ¿Por qué no maduran y ya? Parecen más niñas que yo haciendo esto.

—Tsk, de aquí no te vas invicta. ¡Chicas, círculo! —Antes de tan siquiera levantarme me estaban empezando a acorralar... Demonios.

—Veamos si la nerd es tan ilusa como para salir sin un rasguño de aquí. —El círculo se cerraba poco a poco, pero todavía me dejaron una pequeña abertura... Es ahora o nunca.

—¡¡Sólo déjenme en paz un día!! —Y así empujé a una de las chicas altas dejando atrás mis hojas... Puedo hacerlas luego, lo importante es salir de aquí con vida—. ¿¡Qué no entienden que su vida me importa un bledo!?

—¡¿A dónde crees que vas?! ¡¡Trae tu maldito trasero de vuelta!! —Y así comienza una de las muchas carreras de camino al salón.

Esas chicas son conocidas como “The Perfectionist”, pues se preocupan mas por su apariencia que por sus estudios... A excepción de Marlen, la única chica del grupo que me hace "competencia". Todas son un año mayor que yo, pero no implica que me intimidan. No les puedo llamar “Bullys” porque no ha habido casos de peleas con ellas, tampoco me han agredido, pero son muy hostigosas.

Ahora me encuentro subiendo escaleras; nuestra escuela es de dos pisos, pero es muy cansado correr y subir así que bendigo la buena condición física que tengo actualmente, en cuestión de minutos me encontraba entrando a mi salón.

—Uff... Que cansancio...

—Miren, la nerd entró como cobarde que es. —Al escuchar el comentario los demás comenzaron a reírse.

—Además mírenla, esta sucia de bebida. ¡Que asco! —El característico sonido de «Iugh» resonó en mi cabeza.

—Maldita sea... —Susurré para mi misma y tome asiento. Tocaba Historia regresando de receso y se me daba de maravilla.

—Hey Sanders... Deberías aprender a defenderte de esas chicas, podrían hacerte daño algún día... O consigue un novio para que te dejen en paz. —Sugirió uno de los chicos que nunca participa en clases.

—Ajá, como tu tienes una novia con la cual pasar en rato.

—Oye, al menos tengo a alguien que de verdad se interesa en mi. —El bullicio no se hizo esperar.

—¿De verdad? ¿Estás seguro de que no te utiliza como organizador? Porque creo que necesitas lentes para ver lo hipócrita que es tu “noviecita”. —Nuevamente se escuchó el escándalo... Pero no soy quien para decirle que creer.

—No sabes de lo que hablas.

—Esta bien, cree lo que tu maldita burbuja te diga. Sólo es un comentario.

—Mejor cállate y aburrete en las clases como todos los demás, rara.

—Entonces ven aquí y oblígame iluso.

—... Me pregunto que se sentirá darle una paliza a una cerebrito como tú. —El chico estaba a punto de pararse cuando llegó la maestra.

—Buenos días jóvenes, espero hayan hecho la tarea que solicité con una semana de antelación...

Una día normal dentro de una vida normal... Nada en mi vida me falta o me sobra. Tengo a mi familia, tengo un hogar y persigo mis metas, no necesito algún cambio en mi vida.. Al menos eso pensaba antes de aquel aviso.