DÍA #753 /pt.2

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Al principio, era duro que pasen los dias y no hiciese ninguna amistad duradera, que todas esas cosas que te cambian la vida no tuvieran ningun efecto en mi.

Cuando todo inició solo quería a mis amigos, anhelaba la amistad y la cercanía, pero supongo que tuve que comprender que bajo esta situacion, o mejor dicho, estilo de vida, es imposible.

Al inicio ataba lazos sin darme cuenta de que se soltarían rápidamente. Y para siempre.

Me tomaba en serio la vida de las personas que habitaba: creía que sus amigos podían llegar a ser mis amigos, que sus padres podían llegar a ser mis padres.

Pero después de un tiempo, tuve que dejar de hacerlo. Vivir tantas separaciones me resultaba descorazonador.

Voy por la vida dando tumbos. Solo. Más de lo que te imaginas. Aunque, al mismo tiempo, resulta liberador.

Nunca tengo que tomar verdaderas decisiones. Nunca tengo que sentir la presión de los colegas o la carga de las expectativas familiares.

Veo a las personas como piezas de rompecabezas... y me centro en el rompecabezas en vez de las piezas.

He aprendido a observar -mucho mejor de lo que lo hace la demás gente-. No me ciega el pasado ni me motiva el futuro. Me concentro en el presente... porque es ahí donde estoy destinado a vivir.

Aprendo. A veces, me toca asistir a una clase en la que el profesor habla de algo de lo que me han hablado decenas de profesores antes que él.

A veces, aprendo cosas totalmente nuevas. He de acceder al cuerpo, acceder a la mente, para ver que información retiene. Y cuando lo hago aprendo. El conocimiento es lo único que me llevo conmigo cuando me marcho.

Se tantas cosas que YugYeom desconoce... Que nunca sabrá... Estoy sentado en su clase de matemáticas. Abro el cuaderno y escribo una frase que no ha oído jamás.

Shakespeare y Kerouac y Dickinson. Mañana,asi o pasado mañana -o quizás nunca-, leerá estas palabras, escritas de su puño y letra, y no tendrá ni idea de como han llegado allí. Ni lo que significan.

Eso es todo lo que me permito interferir. Por lo demás, he de ser pulcro.

No dejo de pensar en JungKook. En sus detalles. Salta de un recuerdo de YugYeom a otro. Minucias. La manera en la que brilla su cabello; en su pequeña marca en la mejilla; la resolución y la resolución de su voz.

Cosas al azar. Veo como baila con la abuela de YugYeom porque la mujer ha dicho que le gustaría bailar con un chico apuesto.

Veo como se tapa los ojos en una película de terror y mira a través de los dedos, disfrutando, por dentro, del miedo que siente. Estos son los buenos recuerdos. No quiero ver los otros.

A lo largo de la mañana, solo lo veo una vez. Nos cruzamos en el pasillo entre la primera y la segunda clase. Me doy cuenta de que le sonrío según se acerca y el me devuelve la sonrisa. Tan sencillo como eso. Sencillo y complicado -como la mayoría de cosas que son de verdad-.

Salgo a buscarlo después de la segunda clase. Y se la tercera. Y se la cuarta. Creo que me perdido el control. Quiero verlo. Sencillo. Complicado.

Para la hora de comer estoy exhausto. El cuerpo de YugYeom esta agotado porque ha dormido muy poco; y yo, en su interior, estoy agotado porque no he dejado de pensar en el ni de sentirme inquieto.

Lo espero junto a la taquilla de YugYeom. Suena el primer timbre. El segundo. JungKook no ha venido.

Puede que acostumbre a quedar con él en otro sitio. Quizá YugYeom haya olvidado donde. Si es así, el chico esta acostumbrado a sus olvidos.

Da conmigo justo cuando estoy a punto de darme por vencido. Los pasillos están casi casi vacíos. Todas las ovejas se han ido. Se acerca aún mas que antes.

-Hola.
-Hola- responde.

Me esta mirando. Es YugYeom quien toma la iniciativa. Es YugYeom quien decide que hacer. Es YugYeom quien da las ordenes.

Es deprimente. Lo he visto muchas veces: devoción incondicional. Dejar de lado el miedo a saber a ciencia cierta que no estas con la persona adecuada porque te pesa más el miedo a estar solo.

La esperanza tiznada de duda. Cada vez que veo estos sentimientos en la cara de otra persona, me agobio. Y en la cara de JungKook hay algo mas Aperte de las decepciones.

Hay dulzura. Una dulzura que YugYeom no apreciaría jamás de los jamases. Yo lo veo con claridad. Pero soy el único.

Cojo todos los libros de la taquilla. Me acercó a el y tomo su brazo con la mano, lo acercó más a mi y coloco mi mano ahora en su cintura.

Trato de acercarme mas a él, noto que ahora está sonrojado, tiro los libros en el piso y con la otra mano levanto su cara para darle un tierno y corto beso en sus labios.

Tan suaves, tan dulces, quisiera que ese momento durara para siempre, pero me separo de el para darle espacio.

Tomo mis libros y lo vuelvo a voltear a ver, su cara esta en shock y muy roja, pintada con un rojo carmesí. Hermoso.

Vuelvo a tomar su brazo suavemente. No tengo ni idea de lo que estoy haciendo. Solo se que lo hago.

-Vamonos por ahí. ¿A donde te apetece ir?- le digo mientras devuelvo mis libros a la casilla.

Estoy suficientemente cerca para ver que tiene un lunar bajo su labio.

-Pues... no se.
-Vamos- y le cojo de la mano ahora.

Ya no siento inquietud, sino que me abandonó la imprudencia. Primero, caminamos de la mano. Luego corremos de la mano. El vértigo de mantenerse al ritmo. De ir volando por el instituto.

De reducir todo lo que no somos nosotros a un algo intrascendente y borroso que dejamos a los lados.

Reímos. Estamos juguetones. Dejamos sus libros en su taquilla y salimos de allí, a respirar aire puro, aire de verdad. La luz del sol y los árboles y todo aquello que la vida no tiene de oneroso.

Cuando salgo del instituto estoy incumpliendo las reglas. Cuando subo al auto de YugYeom estoy incumpliendo las reglas. Cuando arranco el motor estoy incumpliendo las reglas.

-¿A donde te apetece ir? Venga, de verdad, ¿A dónde te encantaría ir?

En un primer momento, no soy consciente de de cuantas cosas dependen de esta respuesta. Si dice: <<Vamos al centro comercial>>, desconectaré. Si dice <<Vamos a tu casa>>, desconectaré. Si dice: <<En realidad no me gustaría faltar a la última clase>>desconectaré.

Aunque debería desconectar dijera lo que dijera. Debería. Porque no debería estar haciendo esto. Pero dice:

-Me encantaría ir a ver el mar. Llévame a ver el mar. Y noto como conecto....

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Holiwi, se que este fue un capitulo corto en comparación del pasado pero estaba ansiosa por actualizar.

Gracias por el poquito apoyo que lleva 💜


CADA DÍA [{&lt;VKOOK&gt;}]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora