En Mi Cama

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Viajar a otro continente es muy emocionante. Solía viajar a lugares de mi país como Pattaya o a otros países de mi continente, la mayoría de las razones de visitar estos países es por trabajo, pero me gusta viajar mucho a Corea. Esta vez no iba solo, Krist me acompaña en la travesía al otro lado del mundo, Europa sonaba tan grande, pero solo visitaríamos unos cuantos países de dicha masa de tierra. Alejarme de Papii es algo triste, pero él también necesita estar a solas y yo, descansar después de la arduas jornadas de grabación del drama “Theory of Love”. Ser el protagonista es agotador.

El viaje en el avión fue largo, pero sentí que valió la pena cuando llegue al primer destino. Todos los lugares que visite eran demasiado agradables, pude tomar muchas fotos. Estamos tan maravillados con Europa, la comida también estaba deliciosa. A pesar de estar emocionado por el viaje una parte de mi se quedó en Tailandia, la diferencia de horarios me está matando, quisiera comunicarme por un pequeño momento con Papii. Solo podía actualizar mi IG y esperar a que él vea mis estados para después responderme con un "diviértete ☺️", aunque eso puede ponerme de buen humor también me da un poco de soledad...

La distancia ha afectado un poco mis pensamientos, incontables veces he llamado a Krist como Papii por error. Mi compañero de viaje solo se reía de la situación y trataba de animarme.

—Pronto volveremos a Tailandia, así podrás ver a tu Papii de nuevo— frotó mi cabeza y me consoló después de mi error.

—Lo siento, siempre he tenido a Off cerca así que solo hable por costumbre— intente excusarme— aunque también quiero volver algún día con Papii y visitar todos los lugares que hemos visto.

El chico con cabeza de tortuga me escuchaba y acompañaba todo el tiempo.

Esta era nuestra penúltima noche de viaje, quisimos que este sea el día con más actividades.

En la noche decidimos bajar al bufete del hotel, había demasiada comida y yo soy muy malo para este tipo de lugares. Soy de comer rápido, esto no funciona para mi. Comí algunas frutas, mariscos, chocolate y bebí mucho vino; ya no me encontraba bien así que Krist me envió a mi habitación. Mi amigo me ayudó a cambiarme, me dejó sobre la cama para luego irse y dejarme dormir.

Durante la noche sentí mucho calor, no dejaba de retorcerme en la cama y cuando me acosté sobre mi costado derecho pude observar a un hombre que estaba observandome con una gran sonrisa, lo extrañaba tanto.

—¿Cuándo llegaste, Papii?— susurre.

—...

— Estoy tan feliz que estés aquí.

—...

— Te extraño mucho papii— mis lágrimas brotaron de mis ojos lentamente.

— No llores, yo también te extraño.

Hundí mi cara en su cuello para poder olerlo, me encanta su aroma, podría dejar mi nariz pegada en su cuello de ser  posible. Pero ahora su esencia hacia subir mi temperatura, mis piernas empezaron a rodear la cintura de Papii y pude sentir como sus manos se dirigían hacia la mía aparentando más el abrazo, no pude aguantar más y comencé a besar su cuello.

—No hagas eso Gun.

— Lo hago todo el tiempo, no he podido besar tu cuello en días.

—Lo sé, pero en esta pose realmente me dan ganas de hacer más.

—Solo hazlo... —¡¿Qué demonios dije?! Esto es tan vergonzoso.

Mis besos que hasta hace un segundo eran solo frotar mis labios se han vuelto húmedos, saque mi lengua para lamer su piel, succionarlo  y marcar territorio con mis dientes. Las manos de Off buscaron adentrarse debajo de mi camisa para tocar mi espalda desnuda, sus caricias se sentían tan bien; recorrieron mi cuerpo hasta llegar a mis pezones, con sus dedos empezó a acariciarlos y apretarlos de vez en cuando.

Papii me besó en la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora