Papii me besó en la oscuridad

Distanciamiento

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El día de hoy, el pequeño Gun ha estado actuando extraño. Un paquete misterioso le había llegado hace algunos días y no quería mostrarle a su hermanita ni a su abuela el contenido de aquella caja. La escondió bajo su cama y jamás habló del tema. A pesar de su curiosidad, Pim no hizo nada más que rendirse en su intento de averiguar que escondía su hermano.

Como todos los días, Atthaphan tomó una ducha antes de irse a dormir. Cuando salió del baño, sonrió al notar que su hermanita Pim estaba jugando con su nueva mascota Bibii dándole unas galletas cada que este le daba la pata, rodaba en el suelo y se sentaba. ¡Esa pequeña cosa peluda es tan tierna! 

Secaba su cabello con una toalla que rodeaba su cuello, caminó hasta el sofá más cercano al lugar donde estaba su hermanita y la observó por unos segundos. Se notaba algo dudoso de hablar, para contrarrestar su nerviosismo comenzó a cepillarse. Tomo la secadora de cabello que estaba en el mismo sofá y lo conectó a la toma de corriente más cercana y encendió el aparato. Dirigió el aire caliente hacia su cabellera y comenzó a moverla con su mano para que se seque mejor, después pasaba el cepillo. Cuando se relajó, finalmente habló.

—Hoy Bibí dormirá contigo— interrumpió haciendo que la menor volteara a verlo.

—¿Por qué de repente? —indagó curiosa —sé que te gusta dormir con Bibí.

—Na... Nada... —tartamudeo un poco pero luego trago saliva y contestó más confiado —es solo que hoy tengo mucho calor y quiero prender el aire acondicionado a una temperatura muy baja.

—Está bien, —respondió —Bibii y yo dormiremos en una suave y cálida cama juntos —decía con una voz chillona mientras cargaba al peludo amigo para verse cara a cara.

A media noche, Gun inspeccionó su casa. Su abuela durmió temprano, tomó un té de Ashwagandha y le ayudó a dormirse profundamente. "Buenas noches, Abu" susurró y cerró la puerta de la habitación. Caminó un poco más y llegó a la habitación de Pim, con el miedo de que siga despierta, abrió lenta y silenciosamente la puerta. Se sorprendió mucho cuando la encontró echada en la cama exhausta de jugar con Bibí, también de que esa pequeña cachorra esté recostada en la esquina de la cama.

Entró y arrapó a su pequeña hermana deseándole buenas noches, después de eso salió. Caminó hasta llegar a su habitación, cerrando la puerta detrás de él, dio un gran suspiro y luego puso seguro para que esta no sea abierta. 

Tomó su celular, se sentó en la cama colocando el aparato frente a él, lo desbloqueó y se dirigió a una aplicación de video llamadas.  Con sus audífonos conectados inalámbricamente en sus oídos, presionó un ícono de la pantalla y marcó a su novio Off. Mientras esperaba que contestara, sin bajar de la cama revisó debajo de esta para sacar el paquete que le había llegado hace unos días, había colocado su celular en el suelo casi frente a su rostro.

—Ten cuidado, podrías caerte —dijo una voz saliente de sus audífonos que hizo estremecer al menor, seguido de unas risitas traviesas al notar que sus palabras fueron ciertas y el menor cayó de la cama sobre su cabeza, afortunadamente solo fue una graciosa caída y no pasó nada grave.

—¡Papi! —reclamó el menor al ponerse de frente a la cámara —¿de qué te ríes? —preguntó algo enojado.

—Perdón, ¿estás bien? —detuvo sus risas y hablo seriamente —ten más cuidado la próxima vez.

—Uhm... sí, estoy bien.

—Bien, ¿Qué buscabas debajo de la cama? —preguntó, mientras Gun se acomodaba en la cama ya con el paquete en manos.