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Miró a la chica la cual le había hablado, con sus ojos aun rojos por el llanto y formando una sonrisa forzada en sus labios asintió.

-no parece amiguito- la chica se puso al lado de Jeongin y lo miro, esperando su aceptación para que pudiese sentarse, el mayor la miro y asintió; la chica se sentó al lado de él sobándole la espalda y diciéndole que todo iba a estar bien- Mira, la verdad no se lo qué pasó muy bien, pero todo estará bien si?- la chica sonrió aun sobándole la espalda al menor- por cierto soy Tzuyu, de tercer grado- la chica sonrió mirando al menor.

-Jeongin de segundo- dijo el menor con una sonrisa leve en su cara.

-Mira, no llores más ok?, mira mira!!- dijo la chica recibiendo la atención del menor- mnn~ - la chica había hecho una cara muy graciosa haciendo reír al contrario, la risa del menor podía llegar a ser algo contagiosa, pero esta vez si lo fue, haciendo reír a carcajadas a la mayor.

-eres nueva?, no te eh visto antes- pregunto el menor, y la mayor asintió con una sonrisa- Bueno espero que te sientas a gusto en esta escuela, eres amigable; les caigas bien a todos créeme- dijo el menor con una sonrisa- me tengo que ir mis clases comienzan en unos minutos hasta luego!.

-Adiós jeonginnie  cuídate!!- el menor volteo con ella con una sonrisa en sus labios y sus mejillas un poco rosas.

-igual Tzuyu!!- respondió el menor volteándose y yendo al salón de clase.

✨✨

Llegó a su casa un poco des animado, abrió la puerta y como siempre no se escuchó nada.

Se preguntarán porque?, pues la madre de Jeongin trabajaba demasiado y aveces llegaba hasta tarde por trabajar, su padre pues... el era un hijo de puta, nunca se había preocupado por el ni por su madre, el se fue de la casa cuando Jeongin tenía solo 2 años, dejando a Jeongin y a su madre solos.

Ahí fue cuando la mamá empezó a trabajar doble turno en un lugar de 24h, y Jeongin?; pues el se quedaba con sus nana de ese tiempo.

Fue a la cocina por un vaso de agua y unas galletas, llevo las cosas a su cuarto y ahí se quedó toda la tarde haciendo tarea y comiendo sus galletitas.

Al acabar la tarea se recostó en su cama y sus ojos fueron cerrando cada vez más, la razón? Pues había llorado casi todo el día y no comió tanto, solo unas cuantas galletas en el recreo un jugo.

No tenía tanta hambre, su estómago estaba raro en estos momentos y si comía algo pesado como una pizza o un hot dog sentiría que vomitaría al solo verlo.

Se había quedado dormido, sus labios entre abiertos y su pelo un poco des ordenado.

Algo lindo, muy lindo.

Las horas pasaban y el aun seguía dormido, llegó a un punto de ni siquiera merendar o cenar algo.

Abrió un poco los ojos y checo el reloj que tenía en su brazo.

2:30 am.

Sus ojos se abrieron como platos, sorprendido se acosto de nuevo y durmió de nuevo, puede que se allá parado y hacer quien sabe que o bañarse, pero su cansancio le estaba ganando más y lo único que hizo fue recostarse, taparse con su cobija y cerrar los ojos, lo único.

"Enamorarse puede llegar a ser algo muy doloroso ya que puedes llegar a ser rechazado y muy mal herido.

Pero el destino siempre tendrá a alguien más para ti.

Recuerda que al corazón nadie lo manda, ni tú ni nadie más."

~Cartas~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora