Capitulo 1

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-Jia, que metas cambio! - Grito mi padre mientras golpeaba la visera con su palma.

Había tomado una mala decisión en haberme dado luz verde para enseñarme a conducir cuando toda la familia sabe que no es alguien de paciencia enseñando.

-Cambio? Espera. - ¿Cuál es el cambio?Me asomo abajo en mis pies.

-No quites la vista de delante! -Dice golpeándome el hombro.

- Suelto el acelerador? ¡Olvídalo! ¡Ya! ¡Lo hice! - Le digo mientras levanto la vista. -No ya lo volví a pisar, okay, avanza.

-Me arrepiento de todo! - Dice tirándose hacia atrás en el asiento. -Empezaré a confesarme. Jia yo mate al señor sushi. Lo siento, pero fue sin querer se me callo la pecera y tuve que decir que la pecera la robaron. - Menciono el hombre de cabello castaño que llamaba padre.

-¡¿Que?! ¡Papa! - Grite furiosa. - Era mi pececito! - Le digo tomando sus hombros.

Sushi fue mi primer pescado a los 5 años, mi primera mascota y creí que lo habían robado.

-Jia! ¡El volante! ¡Olvida a Sushi! - Menciona agarrándome ahora también el de los hombros.

Pero cuando volteo veo la parte trasera de un carro delante nuestro y siento una agitación.

-Mierda. - Decimos en unísono.

¿El mato a sushi? ¿Mi pececito no lo robaron aquella noche? Era mi pequeño pececito, mi primera mascota.

¿Cómo pudo dormir todas estas noches sabiendo que hasta la fecha me dolía haber cambiado a sushi por sushi 2?

-Jia. -Dice la voz de mi padre, pero la escucho lejos. -Jia! - Dice moviéndome mi padre o al que solía llamarlo.

Y así salgo de shock.

Apago el carro que aún seguía prendido y agradezco que por el shock quitara mi pie del acelerador porque habría empujado más el carro.

- ¿Que hicimos? - Digo mirando el volante.

- ¿Que hicimos? Jovencita te recuerdo que la que conducía eras tú, no yo, no me metas en tus problemas. -Dice el haciendo gestos de indiferencia.

- ¿Qué? - Digo en un grito. - Te recuerdo que aún no soy mayor de edad señor Edward. -

-Lo sé. - dice haciendo cara triste. - Te dije que no quitaras la vista de delante! - Menciona gritando mientras señala con sus manos extendidas delante suya, suelta u suspiro y sale del auto.

Salgo del auto y observo el panorama de la situación. El conductor del carro BMW M8 aún no sale y su carro estaba abollado muy feo de la parte trasera por el Toyota Camry de mi "padre".

De repente escucho una puerta cerrarse la cual es correspondiente al conductor del carro lujoso y como el carro su dueño también posee una vestimenta lujosa. Aquel hombre que veo de espalda ancha lleva puesto un traje azul rey.

De acuerdo, lo analizó, lo entiendo y ahora sufro. Ese carro cuesta un riñón y tres vidas futuras de seguro.

Esperen. ¿Cómo pagare los gastos? ¿Que acabo de hacer? Soy muy joven para ir a la cárcel.

Acto seguido levanto mi vista y observo aquel hombre dueño del desafortunado carro delante mía, y lo único que hago es tragar saliva.

Estoy muerta.

Su vista impacta contra la mía y observo el enojo en su rostro, lo que hace que abra más mis ojos.

-Lo siento por el daño ocasionado a su auto. - Menciona con voz pacifica mi padre.

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