Jimin es un asesino a sangre fría que fue entregado desde pequeño por su madre, y desde ese día empezó el infierno para el pequeño peli gris de 5 años, día a día era sometido a nuevas pruebas tanto físicas como psicológicas.
Jungkook por el contrar...
Jimin era un asesino a sangre fría, la mayor parte del tiempo estaba en un trabajo y la otra pequeña parte estaba hundiéndose en su miseria cada vez que estaba solo, su único apoyo era su equipo, sus amigos, hermanos, desconocidos, conocidos. Eso y su fiel cajetilla de cigarrillos.
Todos fueron entregados desde que eran unos bebés a la organización, o tal vez no todos, ¿por qué? Ninguno lo sabía, sus vidas se habían basado en las torturas, armas, lucha cuerpo a cuerpo, hambre, frío, más torturas, más frío, más heridas, más armas, más sentir el infierno hasta que se acostumbraron. Ahora fácilmente podrían cargarse un país entero en una noche sin ser sospechosos, ya varios habían parecido bajo las manos del famoso grupo de asesinos a sangre fría, BTS, el mejor grupo de asesinos y el más buscado en todo el mundo por la policía.
Jimin no necesitaba nada más que sus amigos, eran las únicas personas que habían curado sus heridas después de cada misión, no eran un simple grupo, ellos eran una familia. Jimin en parte agradecía a su madre por entregarlo desde que era un bebé, gracias a eso conoció a su verdadera familia en ese infierno, por otra parte la odiaba al haber renunciado a él sabiendo desde el principio para que lo aceptaron.
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Jungkook era un hermoso híbrido de conejo, en su forma humana sus orejitas lo hacían ver jodidamente adorable cuando se quitaba su gorrito, sus dos paletas frontales eran algo de lo que no se avergonzaba de demostrar cuando sonreía, después su pequeña colita esponjosa que siempre iba escondida en sus pantalones holgados. Jungkook siempre fue feliz a pesar de que su familia se basaba en sus padres y su hermano mayor, con ellos le bastaba para sonreír todo el tiempo, siempre que peleaba con su hermano acababan riendo a grandes carcajadas.
Toda esa parte de su vida fue feliz, ya tenía 8 años cuando todo paso de ser alegre a lúgubre, su aura de felicidad había desaparecido desde ese entonces.
Desde que vio la muerte de su familia.
Ese día era importante pues era el aniversario de sus padres, Jungkook llegó a un acuerdo con su hermano mayor para darles una pequeña sorpresa a sus progenitores, que pena que la sorpresa se la llevará él.
Mientras estaba arreglando su lugar secreto de la casa para sus padres, sonrió al imaginar la cara de sus progenitores al ver como estaba dejando su pequeño lugar favorito de la casa, sonrió aún más al escuchar a sus padres.
Una cosa llegó a la otra y ahora escuchaba los gritos desgarradores de su madre, un disparo, más gritos, cinco disparos, la voz ahogada de su hermano.
Y luego.
Nada.
A los 8 años empezó a robar para alimentarse, a los 8 años ya vivía en la calle, a los ocho 8 tenía que aprender a sobrevivir.
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Estoy de vuelta con otro fanfic, este se parecerá un poco a "pequeño psicópata" Pero no demasiado, la historia será diferente pero tendrá escenas gores :v
