Jungkook desde pequeño siempre estuvo rodeado por amor, su hermano mayor siempre lo cuidaba y lo mimaba cada vez que podía, sus padres siempre estaban atentos a los dos hermanos pero más por el pequeño peliazul, ese pequeño con sus dientes frontales un poco más largos, ojitos rasgados y de largas pestañas, mejillas regordetas, manos pequeñas y deditos rellenitos, su hijo pequeño era sin duda una bolita de diabetes andante. Desde pequeño sabía que tenía que ocultar sus orejitas en esos molestos gorros que aplastaban sus pobres orejitas, ropa holgada para ocultar su pequeña y esponjosa colita, todos conocían a la familia Jeon por ser tan buenas personas con todos en el vecindario, da igual si eras un desconocido o un extranjero, la familia de Jungkook siempre intentaba ayudar en todo lo que podían.
Su familia era tranquila y cariñosa con todos, demasiado, a pesar de trabajar todos los días y llegar a altas horas de la noche, sus padres siempre sacaban tiempo para él por muy cansados que estuvieran, su hermano siempre iba y venía con grandes libros entre sus brazos, con ojeras adornando sus ojos, y aún así, aunque estuviera días sin dormir por estudiar, aunque estuviera cansado, aunque los exámenes estuvieran a la vuelta de la esquina, siempre le sonreía a su hermano pequeño y le ayudaba con sus tareas, jugaba videojuegos gritando a todo pulmón, bailaban después de apartar los muebles de la sala, practicaban taekwondo, uno nunca sabía, cocinaban, aunque una vez casi queman la casa. Ese día habían estado tan absortos en sus clases de baile, que se olvidaron completamente de la cena que estaban haciendo, eso hasta que el olor a quemado y un poco de humo llamó la atención de los dos hermanos, entre gritos y risas nerviosas apagaron el fuego que se había iniciado justamente cuando la señora Jeon entró por la puerta, la mujer se quedó un momento en la entraba viendo a sus hijos salir entre risas de la cocina.
- ¿Qué tienen que decir?- pregunto, después de cerrar la puerta con fuerza para hacer notar su presencia, se sentó en sofá y sus hijos siguieron su ejemplo.
- ¿Lo sentimos?- medio pregunto su hermano.
- ¿Eres la mejor omma del mundo?- pregunto Jungkook.
- Un niño casi me quema la cocina, mientras que un niño de 7 años estaba en casa. Diablos, ¿qué haré con ustedes?- pregunto haciéndose la dramática.
- Eh, alto ahí. Tengo 19 años, ya no soy un niño.- Jungkook soltó una risita.
- Incluso tu hermano se ríe por lo que has dicho, ahora bebé, repitelo pero sin lloriquear.- la señora Jeon se levantó, burlona.
Jungkook río a grandes carcajadas cuando su hermano le empezó hacer cosquillas, por sus regordetas mejillas rodaban lágrimas de tanto reír.
🐰🐇
Jungkook se levantó feliz pues ese día era su cumpleaños y estaba demasiado emocionado, tanto que acabó saltando encima de su hermano para despertarlo, su hermano soltó un grito pues todo el aire había abandonado sus pulmones gracias a su hermano pequeño.
- Pequeño demonio, ¿quieres matarme?- pregunto.
- Hyung, hoy es mi cumpleaños. Ya cumplo 8 años.- golpeo el pecho de su hermano con sus manitas, mientras el contrario no sabía si reírse o llorar.
Después de despertar o medio matar a su hermano, Jungkook hizo el mismo proceso con sus padres, solo que por accidente tiro de la cama al señor Jeon, el pobre hombre ahora estaba soltando quejidos cada vez que se sentaba.
- Vamos querido, no fue una caída tan grande.- se burló su mujer.
- Dejame, no fuistes tu quien se cayó.- refunfuño.
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Mi hermoso asesino (Kookmin) {Termimada}
أدب الهواةJimin es un asesino a sangre fría que fue entregado desde pequeño por su madre, y desde ese día empezó el infierno para el pequeño peli gris de 5 años, día a día era sometido a nuevas pruebas tanto físicas como psicológicas. Jungkook por el contrar...