[Narra _____]
Finalmente las vísperas de invierno habían llegado al pueblo, desperté bajo un cielo gris y frío, recostada al lado de un americano, era normal que a veces durmiésemos juntos, sobre todo cuando había mayor escándalo en las calles debido a una nueva victoria aliada o nazi. Alfred siempre intentaba protegerme de esas cosas, decía que mientras menos me metiera en esos asuntos estaríamos mejor.
Lo observé, pensando en el tiempo que habíamos compartido en estos últimos meses, era un buen chico, a pesar de que a veces toma una actitud necia. Había mejorado su italiano notablemente, al igual que yo mi inglés, aun así la mayor parte del tiempo hablábamos en italiano para evitar que alguien curioso pudiese escucharnos y delatar con los krauts que hablábamos en inglés.En fin, me levanté de la cama y me dirigí hasta el baño, tomé una ducha y me cepillé los dientes para posteriormente arreglarme. Comencé a hacer el desayuno una vez estuve lista, lo único bueno del invierno era que los alimentos se conservaban aún mejor, así que pude hacer un desayuno más elaborado. Café con leche y unos huevos fritos, acompañados de un pan con mantequilla, no eran grandes porciones pero al menos era suficiente para ambos.
—¡_____! Buenos días...— saludó el americano bajando de las escaleras, después se acercó hasta donde yo. —Te ayudo?— preguntó observando lo que estaba preparando.
—Ya casi termino, Alfie...puedes poner la mesa?— pedí amablemente.
Desayunamos en la mesita de la cocina, casi nunca había charla por la mañana, solo intercambiabamos miradas y sonrisas, pero esta vez el decidió romper con esa rutina.—_____... tú piensas quedarte aquí aún después de la guerra?— jamás había pensado en ello, la verdad es que antes de la guerra era muy feliz en aquel lugar, pero seguramente las cosas ya no serían lo mismo cuando esto acabara, mis padres ya no estaban, no pensaba seguir viviendo del dinero que me ganaba vendiendo cosas, tampoco quería aceptar las sucias propuestas que me daban las otras chicas del pueblo: "Si te acuestas con los alemanes puedes obtener más dinero" solían repetirme, sin embargo no tenía ninguna intención de hacerlo con esos bastardos. Alfred me miraba esperando una respuesta, pero aún no sabía que quería.
—Tú qué harás?— lo miré con curiosidad y él suspiró.
—No sé... Aveces pienso en volver a mi país, conseguir un trabajo decente, volver a esos veranos tranquilos cuando paseaba por las calles de Manhattan — acarició el borde de su taza y bebió el último sorbo de su café. —Pero siempre hay una parte de mí que me dice que las cosas ya no van a ser así, que no puedo volver el tiempo...— se creó un silencio incómodo, Alfred decidió levantarse de la mesa, una vez lavó sus cubiertos se dirigió hasta la ventana, solo para observar aquel feo paisaje del caminito que llevaba hasta las otras casas, que se encontraban un poco distantes.
No sabía que era lo que él estaba pensando pero podía ver su reflejo en el cristal, se veía desanimado, confuso y preocupado.
Me levanté de la mesa también, fui hasta donde él y no tuve mejor idea que recargar mi cabeza en su hombro, quería que supiera que estaba apoyándole, nos quedamos así por un rato, en silencio solo mirando por la ventana, hasta que intenté relajar un poco el ambiente.—Este clima me recuerda a cuando iba de vacaciones a Florencia...— hice una pausa y seguí —Una ciudad magnífica... Me encantaba ir a los bailes de gala, ¡Aunque nunca tenía con quién bailar, hahah! Siempre iba con mi mejor amiga. — me miró pensativo, sin decir nada, media sonrisa apareció en sus labios, y después me dijo algo muy fuera de contexto.
—Deberías ponerte tu mejor vestido hoy...Nos vemos en el patio trasero a las siete— acarició mi mejilla y sin más se fue a su habitación.
Me quedé bastante confundida, subí a mi alcoba unos minutos después, iba pasando por el pasillo cuando Alfred me detuvo unos segundos, me haló del brazo y me advirtió. —Pero no salgas al patio antes de esa hora...okay?— aunque eran propuestas muy extrañas decidí confiar en él.(......)
Pasaron las horas, el reloj marcaba las siete menos cuarto, me encontraba mirándome al espejo, ¿en qué diablos estaba pensando? Arreglando mi cabello mientras observaba como se me veía ese vestido viejo color beige que llevaba pequeñas florecitas de adorno, a pesar de estar un poco gastado se veía lindo, me hice una pequeña trenza que adornaba mi cabello suelto a forma de diadema; me rocíe levemente el cuello con agua de rosas, esperando que actuara como perfume. Nuevamente me miré al espejo, reí irónicamente, era como si quisiera engañarme a mi misma, diciéndome que saldría nuevamente a un gran baile o que alguien importante me visitaría. Volteé hacia el reloj eran las siete en punto, abrí aquella puerta de mi alcoba, viajé por el pasillo hasta llegar a las escaleras, pude escuchar como del patio venía una melodía tranquila, seguí mi camino hasta llegar a las puertas del patio trasero, estaban abiertas y Alfred estaba ahí, sonriéndome; llevaba puesto aquel traje que le había comprado antes, le quedaba muy bien, aunque su corbata estaba algo enredada.—Bienvenida Lady... La estaba esperando — habló en inglés, me tendió la mano, su mirada brillaba como mil estrellas. Tomé su mano y él la llevó hasta sus labios dándome un pequeño beso en los dedos. —Hoy es el baile especial, me alegra mucho que haya venido, es usted la invitada de honor — regresó a mi idioma, ahora hablaba en italiano, soltó mi mano y me sonrió.
—Te ves muy bien — dije pasando mis dedos sobre su corbata, la arreglé de tal forma en que ya no se viese tan enredada.
—Gracias...pero creo que tú te llevas todo el centro de atención...ese vestido te hace ver aun más hermosa — me sonrojé ante su comentario, miré a mi alrededor, había una pequeña mesa improvisada con unas tablas, y sobre ella habían dos copas con vino y unos pequeños bocadillos. Mis ojos se llenaron de lágrimas, Alfred había hecho todo por mí. —No es momento para llorar... Esta es su noche especial — retuve las lágrimas, él me tomó en posición para bailar, subió un poco el volumen de la radio y comenzó a moverse al ritmo de la canción que se reproducía en ese momento. Al principio nuestros movimientos eran algo torpes, pero nos fuimos relajando conforme pasaba el tiempo.
—No entiendo ni media palabra de esa canción, pero me gusta — confesó, mi cabeza se recargaba sobre su pecho, podía escuchar como su corazón palpitaba algo acelerado, al igual que lo hacía el mío; bailamos abrazados hasta que nos dolieran los pies, después bebimos aquella botella de vino que tenía guardada, mientras platicábamos de cosas triviales o de cualquier tontería que se nos ocurriese.
—Dios ya es tan tarde...— dije al mirar el reloj, sus manecillas ahora marcaban las doce y media de la noche.
—Creo que es una buena hora para ir a descansar — tomó un mechón de mi cabello acomodándolo detrás de mi oído.
—Supongo que así es — sin más ambos subimos hasta nuestras alcobas, como todo un caballero me acompañó hasta la mía. —Gracias por todo Alfie...de verdad eres un gran chico — decía recargada en el marco de la puerta.
—Todo lo que sea por ti — un ligero color rojo apareció en sus mejillas, aclaró su garganta y besó mi mejilla sin avisarme —Debo ir a mi habitación — sonrió, pero realmente ambos sabíamos que no queríamos separarnos, caminó por el pasillo mientras yo cerraba la puerta de mi habitación.
Me iba a recostar cuando escuché que tocó la puerta de mi alcoba, aprovechando que llevaba mi camisón puesto fui a abrir, Alfred me tomó entre sus brazos y me miró con sus mejillas sonrojadas, me perdí en el azul profundo de sus ojos.—No quiero que esta noche acabe jamás...— susurró acercando sus labios a los míos.
—Yo tampoco — me abracé a su espalda acortando la distancia entre ambos. Finalmente nuestros labios se conectaron en un beso, ambos estábamos seguros de lo que sentíamos en ese momento, éramos dos almas que se necesitaban la una a la otra y las cuales se amaban sin importar qué.
Terminamos haciendo el amor hasta agotarnos, nos quedamos dormidos abrazados el uno contra el otro, esperando el alba y con ella una nueva oportunidad para amarnos.
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Hola!!!!
Sé que han pasado mil siglos desde la última actualización :"c realmente lo siento!!!
Meper d0nan? :"3Espero les este gustando la historia UwU
Muchas gracias por leer! <3Nos leemos pronto! nwn (espero...lo intentaré UwU)
By: Miyu :D
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"En el sótano de mi casa" [Alfred F. Jones x lectora] (Hetalia)
FanfictionUna jovencita italiana conoce a un soldado americano en plena segunda guerra mundial, decide ayudarlo a pesar de ser de los aliados, corriendo un gran peligro ya que su ciudad es invadida por los alemanes, (t/n) (t/a) deberá mantener oculto a Alfred...