-Vereis, es que necesito ayuda – Dijo el pequeño hombrecillo –Hace mucho tiempo escondí un tesoro en este colegio y ahora quieroencontrarlo.
-¿Quién es usted? - Preguntó Paula - ¿Y que tesoro escondió?
-¡Me llamo Don Mirón! - Respondió el hombrecillo – Soy un pequeñoduende guardián de tesoros. Hace tiempo escondí un tesoro, pero heolvidado qué era, también olvidé el lugar donde lo escondí.¿Podríais ayudarme a recuperarlo?
-¡No te preocupes! - Respondí - ¡Yo soy un explorador y te ayudaréa encontrarlo!
-¡Qué suerte, qué suerte! - Exclamó el hombrecillo - ¡Con vuestraayuda podré encontrar mi tesoro!
-Pero no podemos iniciar la búsqueda si no tenemos una pista –Objetó Paula.
-Cierto – Dije - ¿Dónde podríamos empezar la búsqueda sin tenerninguna pista?
- Muy facil, amigos míos, las mejores pistas están en los libros de la biblioteca – Dijo el hombrecillo – Recuerdo que cuando escondí el tesoro apunté el lugar de el escondite en un libro llamado ¨El hombre de obsidiana¨, si vamos a la biblioteca de la escuela podríamos buscar ese libro y así descubrir el lugar en el cual está escondido mi tesoro.
- En ese caso pongámonos en marcha – Dije animado - ¡Tenemos que encontrar ese libro en la biblioteca!
- ¡Sí!¡Vamos. Vamos! - Exclamó Paula - ¡Tengo muchas ganas de encontrar este tesoro!
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