- Capítulo 4 -

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Seguían cogidos de la mano,sin decir absolutamente nada. No era necesario de todas formas. Disfrutaban en silencio de la compañía del contrario,mientras las hojas crujían a cada paso que daban. A pesar de la situación,ninguno de los dos estaba nervioso, más bien calmados ya que notaban la melodía que tocaba el corazón del otro. Una melodía que podían escuchar a la perfección. Una melodía que eran dos,pero estaban perfectamente sincronizadas,como si solo fueran una.
Tenko apretó con un poco más de fuerza la mano de Rantaro, y este correspondió haciendo lo mismo.

Estuvieron caminando un poco más y el sol decayó en un bonito atardecer, y después, llegó la noche.
Montaron una sola tienda (la de Rantaro para ser más concretos) y encendieron un farolillo,acto seguido sacaron los sacos de dormir.
Amami no dejó su saco en el suelo,sino que,en cambio,lo utilizó como una especie de disfraz.

-Mira Tenko-chan,¿no crees que es un gran disfraz? -Dijo él, mientras daba un paso hacia delante.

-Rantaro-kun... Deberías ver a Shirogane-san para que te haga uno mejor. -Respondio ella, sonriendo y riendo levemente.

-A mí me parece que este es muy bueno. -Bromeó, saliendo del saco y dejándolo en el suelo.

La de diadema rosada se dejó caer sobre el saco y suspiró.
-¡Hoy hemos recorrido mucho camino! Seguro que falta poco.

-Si... Contigo es imposible no hacerlo -Sonrió levemente, sentándose en el saco-. Hey, Tenko-chan,¿quieres ir a mirar las estrellas?

-¡Claro! Vamos -Se levantó del saco y se adelantó al chico, saliendo con rapidez.

El de pelo verde se quedó en la tienda,mirando la salida y sonriendo levemente.

-"Es una chica increíble"

Estaba sumergido en sus pensamientos,hasta que la chica se asomó por la entrada.

-Rantaro-kun,¿sales? -Preguntó,sonriendo levemente.

-Claro,ahora mismo voy. -Respondio él mientras la chica salía de la tienda una vez más.

El chico salio después de ella,viendo un precioso cielo nocturno claro y estrellado,como nunca en mucho tiempo. Daba la sensación de que una estrella fugaz iba a cruzar el cielo en cualquier momento.
Ambos se tumbaron en la hierba,que se encontraba fría y quizás algo húmeda pero era cómoda. Amami aún se estaba acomodando hasta que la chica saltó de forma repentina, señalando el cielo.

-¡Mira Rantaro-kun,una estrella fugaz!¡Pide un deseo,rápido!

-Deseo salir contigo. -Dijo él de forma fluida y calmada,casi sin pensar.

En cuanto a Chabashira,se giró rápidamente para mirarle,sonrojada.

-¿Q-que...? -Tartamudeó la de lazo verde.

El contrario se dio cuenta de lo que acababa de decir y su cara se tornó de un rojo intenso.
-N-no quería decir eso... No era m-mi intención... Lo siento.

Se miraron a los ojos. Para él,los de ella brillaban como las estrellas. Para ella,los de él eran como la luz de la luna. Sin ser consciente de ello,Tenko se sentó al lado de Rantaro,quien seguía sentado.

Estrellas fugaces comenzaron a atravesar el cielo,cosa que hizo desviar la mirada del de ojos verdes un segundo.

-Mira Tenko,una estrella fugaz. Pide un deseo antes de que se vaya.

La chica seguía mirando al contrario, acercándose inconscientemente.
-Yo... Deseo... Esto -Balbuceó,posando sus manos en el hombro de Amami.

-¿Que e-...!

No pudo terminar la oración,ya que,mientras hablaba giró la cabeza para mirarla una vez más pero fue sorprendido por la maestra de aikido,quien le dio un beso en los labios.

El corazón del de pelo verde aceleró muy rápidamente. Cerró los ojos lentamente y ladeó ligeramente la cabeza,al igual que hizo ella.

-Ch... Chabashira-san.... -Es lo único que pudo decir antes de quedar absorto en aquel profundo roce de labios.

Después de unos segundos la misma persona que empezó el beso,lo rompió de forma delicada,cosa extraña en ella.

-Amami-kun.... Yo también deseo salir contigo... -Murmuró, completamente roja.

-T-tenko... -Tragó saliva. La verdad es que la chica podía imponer mucho, sobretodo en situaciones como aquella.- Quisiera seguir... U-un poco más... Porfavor.

Esta vez fue él quien empezó el beso,tomando un poco de ventaja para poder disfrutar de los labios suaves de ella. Tenko correspondió al beso,cerrando los ojos y posando una mano en la hierba. Este fue rápido,ya que los dos se separaron al poco tiempo.

Ambos estaban completamente rojos, sobretodo la practicante de Aikido. Acababa de besar a un hombre. Fue ella quien le besó primero,si,¿pero en que estaba pensando? Besar al chico que le gusta así sin más... Solo de pensar en lo que había sucedido hace un minuto notaba el latido de su corazón en la garganta y no podía evitar contener una pequeña sonrisa.

Por la parte del contrario,estaba nervioso. Muy nervioso de hecho. La chica que le gustaba le acababa de besar,¿como no estarlo? Sus labios eran dulces y suaves,llenos de ternura. Y cuando se besaron... Tenko parecía otra persona. Pasaba a ser alguien delicada como el cristal, incapaz de hacer nada violento o que pudiera molestar a la otra parte. Ambas partes de ella le encantaban.

Rantaro se levantó del suelo y le ofreció la mano,la cual aceptó y se levantó.

-Q-...¿Que ocurre Amami-kun? -Preguntó ella.

El chico se agachó,apoyando una rodilla en el suelo. Era ahora o nunca.

-Tenko Chabashira, Ultimate Aikido Master...

-¿Q-que?




-...Quieres....










¿Salir conmigo?










Fin

¡Gracias por leer!

Perdidos | Amashira (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora