ᴜɴ ᴇʀʀᴏʀ ᴅᴇʟ ᴇsᴄʀɪʙᴀ [ᴄᴀsɪ áɴɢᴇʟᴇs]

Capítulo 17: canción secreta de amor

Era un día cualquiera, a la tarde, cuando Jazmín y Tacho se encontraban solos en el micro cine del Mandalay.

Él la miraba a ella como si el amor que sentía fuese un tesoro que debían cuidar a toda costa. Juan nunca lo había confesado, pero no le bastaba con salir con la Gitana, quería más.

T - Bonita...

J - ¿Si? - decía ella, para luego comerse un puñado de pochoclos.

T - Estaba pensando... Hace ya bastante tiempo que estamos saliendo y estamos muy bien. Creo que es hora de dar el siguiente paso.

J - ¿Ósea?

Ella sabía lo que él quería proponerle, sólo quería que sus labios lo expresaran de forma directa.

T - ¿Querés ser mi novia, Bonita?

La rubia rápidamente gira su cabeza y toma con las dos manos la cara de Tacho.

J - Obvio que sí, Bonito. - lo besa.

•••
Al día siguiente, todos los chicos ya estaban levantados para desayunar.

Jazmín, Mar, Simón, Tefi y Nacho estaban sentados en una mesa, y los demás en otra. (Si, Daniela insistió tanto que terminó sentada al lado de Thiago).

Estaban todos menos Ramiro y Valeria.

Cinco minutos después, llega Ordóñez, quien rápidamente fue localizado por Estefanía.

Te - ¡Rama! ¡Hola, Gordi! Si querés podes sentarte acá con nosotros.

Pero la respuesta nunca llegó, porque como si la rubia supiese cuál es el peor momento para interrumpir, Valeria hace su entrada triunfal al comedor.

Como un esclavo, Ramiro la mira y la llama. Ella, en lugar de prestarle atención, lo ignora.

Pero al que no pudo ignorar fue a Simón. ¡Si hubieran visto la mirada que se echaron! Los únicos que no fueron tan bólidos como para no darse cuenta fueron Estefanía y Thiago. Él, no pudo evitar seguir sospechando cuál iba a ser el desenlace de esta historia. Ella, dolida por otro amor fallido, se levanta pausadamente de su silla y se va.

Todos tomaron esta acción como natural, nadie analizó más allá de la abrupta salida de Estefanía.

Nadie excepto Luca.

Franccini, sospechando algo más, la sigue.

Le costó, pero logró encontrarla dos minutos después en el campus, escondida y llorando.

L - Tefi...

T - ¿Qué querés, Luca?

•••
Ese mismo día, luego del desayuno, debían ir a clases de expresión musical, con Cielo a la cabeza.

C - Buen día a todos, les cuento que ya mismo les voy a asignar el próximo proyecto. Esta vez, será individual.

Hubo suspiros de alegría y de cansancio.

C - Me gustaría que empecemos a fomentar la impronta que ponen para cantar una canción, por eso decidí que, individualmente, elijan e interpreten una canción que van a dedicar a alguien. ¡Tranquilos que no necesito que digan a quién está dedicada! Piensen este ejercicio como una manera de cantarle a su amado o amada una canción secreta de amor, o una manera indirecta de expresar cariño hacia un amigo... U odio quizá. ¡Suerte!

Entre todos se miraron, en sus caras expresando la misma emoción: este ejercicio iba a traerles muchos problemas.

[En el próximo capítulo:

- Aún más sospechas, ¿Él tiene razón?

- Luca habla con Tefi.]