VII

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"Sé que te estarás preguntando en donde rayos me metí. Pero eso lo descubrirás en esta carta. Me fui de la casa, Trollino. Antes lo había planeado y se los había comunicado. El hecho de que tu y yo...estuvimos en la intimidad no cambiaría nada. Y no es porque no me importes o no te quiera de verdad. Es porque tu estas casado y yo no quiero ser el causante de que te separes de ella, no se como lo tomaría, y probablemente me odiaría. En primer lugar. En segundo lugar, tienes que pensar bien las cosas, Trollino, sé que dijiste que me amas, pero, ¿qué tal si es algo pasajero? ¿Si te separas de Ela y luego te arrepientes? ¿Que pasaría?. Piensa bien, Trollino. 

En tercer lugar, en serio necesitaba despejarme. Alejarme de todos para pensar bien, y dejar en claro muchas cosas de mi vida. Te amo, Trolli. Pero necesito que no me busques, no me encontrarás, ni mi madre sabe en donde me encontraré. El único que sabe es Timba, y igual él no te dirá nada. Lo sé. Si después de pensar bien las cosas decides separarte y estas seguro de que me quieres, entonces yo aquí estaré, en cambio, si decides que estas bien así, también lo respetaré. Y por mi enamoramiento hacía ti no te preocupes, en caso de que elijas la segunda opción, no me meteré en tu vida, entenderé que simplemente esto no puede ser. Solo quiero que sepas que te amo, y que aquí estaré para lo que necesites. Siempre. 


-Tu mascotita."

Trollino termino de leer la carta, no se esperaba eso. Después de haber estado con Mikecrack, esperaba que por fin pudieran estar juntos.

Aunque Mike tenía razón, si se separaba de Ela, había una posibilidad de que ella le tomara rencor a Mike.

—¿Siri.? —habló .

—Sí, trollino.

—¿Sabes cuándo vuelve Ela?.

—Dentro de dos días. —contestó automáticamente.

—Gracias.

Se levantó rápidamente y salió de su habitación. Cuando se había levantado en la mañana, había pensado que Mike andaba rondando por la casa, sin embargo, cuando se había levantado, se dio cuenta de que no estaba. Le había preguntando a Raptor -a quién había encontrado con cara de amargado en la cocina- y él le dijo que Mike se había ido. Él, pensando que era una broma, no le había creído. Pero cuando se dio cuenta de que hablaba en serio, había regresado a su habitación. Donde había visto la carta sobre la mesita de noche.

Cuando se dio cuenta, ya estaba frente a la habitación de Timba. Mike le había dicho en la carta de que Timba no le diría nada. Pero no perdía nada con intentarlo.

Toco la puerta tres veces, y se mordió la lengua para no comentar nada cuando un Rius con los labios rojos e hinchados y el cabello alborotado le había abierto.

Alzó ambas cejas.

—¿Y Timba? —se abstuvo de no preguntar que hacía ahí, y porque tenía esa apariencia. Ya que la respuesta era obvia.

—Aquí estoy. Déjalo pasar. — Timba contestó desde adentro, Rius gruñó por lo bajo.

Rius se quitó de la puerta y él se introdujo en la habitación.

Timba tenía la misma apariencia que Rius.

—¿Dónde esta?. — fue directo al grano, Timba lo estudió.

—Sabes, no deberías estar preguntando eso, si sabes que no te diré. Mike te lo dijo, no diré nada. Lo sé por qué yo estaba cuando escribió la carta.

—Por favor, necesito saberlo. — el semblante arrogante de Trollino había dado paso a la frustración.

—No te lo diré, entiende, no es por ser malo, es porque él, no quiere que sepas donde esta, respeto su opinión. — Timba parecía sincero por primera vez — Tendrás que esperar hasta que él vuelva, y ten en cuenta de que puede ser en semanas, meses e incluso años.

—¿Años?. —la preocupación llenó su voz.

—Así es. Años. Ahora amablemente te pido que te marches de mi habitación. — Timba pidió, Trolli no espero que se lo volviera a decir. Salió de la habitación.

No esperaba que Timba lo ayudará o le dijera algo, había ido para tratar de averiguar en cuanto tiempo volvería Mike.

No esperaba que pudiera ser en tanto tiempo.

Se maldijo. Ya estaba pasando lo que tanto había temido, se sentía vacío.

Él lo sabía, sabía que eso iba a pasar si Mikcrack se llegaba a ir. No esperaba que fuera tan pronto. Entendía a Mike, en serio lo hacía. Pero se sentía peor de lo que imaginó.

Mike no se había llevado solo la mitad de su alma, parecía que se la había llevado toda.

|Esto no puede ser posible| MikellinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora