Entre dulces discusiones

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***

Ronda 2

Un mes había pasado desde que el líder de secta Jiang regresó a Yunmeng. El primer día que lo vieron llegar, sus discípulos, a pesar del temor que le tenían, casi daban saltos de alegría. Cuando vislumbraron el semblante tranquilo y con una pequeña sonrisa de Sandu Shengshou, casi se desmayan. ¿Ese era su líder? A pesar del estupor, al escucharlo hablar se convencieron, conocía todos los rincones y asuntos de su secta y lo primero que hizo al saludarlos fue preguntar por su sobrino. Definitivamente era él. Permaneció en el lugar lo suficiente para dejar unas pocas indicaciones y se marchó. No volvieron a verlo hasta el día siguiente. Desde entonces, todo había sido como de costumbre. 

Casi.

—Xiao Peng —llamó Jiang Cheng.

—Sí, líder Jiang —respondió éste.

—Acompañaré a Jin Ling a Gusu, puede que me demore un par de días en regresar. Ya sabes como es mi hermano —a pesar del gesto de molestia de su líder, Xiao Peng sabía que le agradaban las impertinencias del señor Wei. No por nada había aguantado todos sus viajes sorpresa y los disparates que hacía en la secta.

—Comprendo señor. ¿Tiene alguna otra instrucción para este cultivador?

—No. Sabes a la perfección lo que tienes que hacer. Confío en tus habilidades Xiao Peng —le dedicó una pequeña sonrisa a su servidor y se puso de pie, dejando la estancia.

En el muelle se reunió con su sobrino. Estaba feliz, llevaba un pequeño bolso en su hombro y acariciaba a Hada con su otra mano.

—Pórtate bien Hada, estaré afuera solo un par de meses, cuida bien al tío Cheng.

Hada ladró en respuesta.

—¿No deberías pedirme a mí que cuide bien de Hada, por qué es al revés? —inquirió Jiang Cheng.

—Aah... tío, no... es que... Bueno, Hada no es quién se perdió más de un mes dejando a toda su secta preocupada —Jin Ling se cruzó de brazos y giró el rostro para no enfrentarlo.

—¡Ja! Mira pequeño mocoso, te atreves a responder de esa forma. Parece que pasas mucho tiempo con Wei WuXian, ¿debería dejarte ir a Gusu?

—¡Tío!, ¡lo siento mucho, no era mi intención ofenderte, solo estoy preocupado por ti y quiero asegurarme de que estarás aquí cuando regrese! ¡Por eso se lo pido a Hada, confío en que podrá cuidar de ti! —Jin Ling casi saltó a aferrarse de los brazos de su tío para suplicar, pero se contuvo. Jiang Cheng se llevó la mano al rostro y suspiró.

—Lo sé, solo estaba molestándote. Vayámonos de una vez, mis discípulos tienen instrucciones de cuidar a Hada en mi ausencia, te acompañaré a Gusu —Jin Ling no podía estar más feliz. Por fin podría estudiar con sus amigos, convivir junto a su tío Xian y compartir una amena plática con su tío Cheng. ¡Sentía que su corazón iba a explotar de la emoción!

—¿Vendrás a visitarme tío? —le preguntó con ilusión mientras montaban sus espadas.

—Todos los meses. Sin falta —respondió Jiang Cheng elevándose por los aires. Además, Wei Ying le había hecho jurar que lo visitaría mensualmente, aunque seguía sin entender el motivo, siendo que el muy descarado viajaba todas las semanas para molestarle. 

Además, nunca podría admitir ante ninguno de los dos, que el otro motivo por el que iría todos los meses al Receso de las Nubes, sería para intentar a hablar con Zewu-Jun. Se había prometido a sí mismo que intentaría de todo, hasta que sus fuerzas le fallaran, para tener una relación con el líder de secta Lan. Aunque solo fuese una débil amistad. No quería arrepentirse de nada.

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