La ansiedad se abría paso por su cuerpo. Las lágrimas salieron por si solas, y las respiraciones se volvían agitadas.
Sus ojos se nublaban más que el dominio Zora. Ese vago recuerdo de Mipha, de que aunque Zelda se echase la culpa, todos lo sabían: el era el estorbo, el merecía morir y todo era su culpa.
Debería haber muerto en el cataclismos.
Comenzó a jadear, el aire le faltaba.
Sentía como si estuviesen exprimiendo su corazón al máximo con unas manos firmes y ásperas.
El dolor era tan desagradable y tan asqueroso que no pudo con él. Tuvo que vomitar.
Las arcadaas comenzaron con una simple molestia estomacal similar a los gases.
Más tarde, su estómago le pidió a gritos ir al baño.
Allí soltó todo el desayuno.
Sus ojos estaban llorosos y sus arcadas eran muy audibles debido al esfuerzo y el dolor general que tenía.
Este no pasó desapercibido por el príncipe, un hermoso Zora de color rojo y ojos ambarinos.
Este escucho las arcadas como si Link fuese una presa haciendo ruido.
Sus escamas se erizaron y sus pupilas se hicieron más pequeñas y afiladas.
Sintió la desesperación de Link a metros de distancia.
Corrió lo más que pudo hasta la habitación de invitados, donde actualmente se encontraba Link.
Sidon abrió la puerta del baño de un empujón, solo para encontrar a Link con los ojos llorosos y perdidos, sentado apoyado en la taza del baño.
-¿¡Que ha ocurrido!?.-Grito el príncipe preocupado. Una corazonada le decía que debía llevarlo a los curanderos del dominio pero seguro Link se iba a negar.
Link mordió su labio inferior y tapó su rostro con ambas manos.
Comenzó a sollozar.
Sidon estaba congelado de verlo así, jamás imaginó ver a a Link en un estado tan débil.
Lo estrechó en sus brazos al lograr salir de sus pensamientos.
Link jadeaba cada vez más fuerte, aunque trataba de ocultarlos el zora se percataba de lo que estaba pasando.
Al rato de siseos y de caricias, Link comenzó la siguiente fase de un ataque de ansiedad: el pánico y la asfixia.
Link agarró su pecho al sentir otra punzada de dolor.
Sentía que se iba a morir.
Comenzó a tener una falta de aire importante tanto que se encorvó en el suelo.
Parecía que lo habían encerrado en una habitación muy pequeña con llave y no lo iban a dejar salir.
Se agarró el pecho y el cuello.
Sidon se dió nuevamente cuenta de que Link no respiraba bien. Algo iba mal y el lo sabía.
-Link...¿Quieres ver a nuestros curanderos? Lo necesitas amigo.
-No lo necesito.- Aparto jadeante a Sidon.
-¡Si! Solo mírate... Estas mal Link, necesitas una revisión. Si es necesario yo la pago, te estamos muy agradecidos por tu esfuerzo para salvar el dominio pero creo que vamos a necesitar un héroe en condiciones óptimas para seguir...
-Entonces buscad a otro porque yo soy una mierda...
Sidon quedó congelado, y al rato tembló de la ira.
-¿¡Cómo puedes decir eso!? Link, eres necesario. Aparte...¿Que no ves que yo te quiero conmigo?
Esto dejó a el rubio bloqueado. Comenzó a tirarse del cabello y a arañarse donde tocase.
Su ataque de pánico había llegado al punto máximo.
-¡Eh eh! ¡Para!.-Sidon trató dos veces de apartarle las manos del cabello y los brazos.-¡Tranquilo!
Sidon vio sus intentos fallidos de relajarlo. Así que recurrió a la fuerza bruta.
Agarró con firmeza sus manos, casi estrangulandolas solo para a continuación encararlo.
Sus rostros casi chocaban, el aliento de Link rozaba la cara de Sidon. Estaba muy agitado.
-Tienes que calmarte o te va a dar un infarto.-Dijo el zora con seriedad.
Estaba muy preocupado por Link y por lo que le pudiese pasar si seguía asi de alterado.
-Link...te quiero...por favor, sigue mis instrucciones.
Link se apartó las lágrimas para nada pues volvieron a salir.
Tenía la mirada fija en Sidon. Le transmitía tranquilidad.
-Respira...respira...es solo uno de tus ataques....debes controlarlo...-Sidon acarició el rostro de Link, acercándose un pelín más.-Se que lo nuestro debe ser secreto...pero si por mi fuera, le gritaría al mundo que te amo, te adoro y quiero tenerte para siempre.
Link...lo eres todo para mi...y no puedo verte así... haré lo posible por que te pongas bien, lo juro.-Sidon también tenía lágrimas en los ojos.
-S-sidon...-Link trató de mantenerse tranquilo mientras lo oía pero no pudo.
-Respira...Vamos tranquilo, estoy aquí.-Sidon lo estrechó en un fuerte abrazo, dándole besos por todo el cuello.
Su respiración se comenzó a regular, ya no hiperventilaba, solo tenía pequeños sollozos.
Sidon acarició su rostro al verlo más tranquilo.
Hicieron contacto visual directo
-Te amo...siempre que tengas un ataque voy a estar aqui y lo sabes...
-Lo sé Sidon pero...pero...no quería preocuparte...
-Lo se mi amor...
Sea como sea, siempre voy a estar
