Neblina...
Si me preguntaran qué es lo primero que ví al llegar al mundo humano, contestaría que Neblina.
—¿¡POR QUÉ NO ME DEJARON ADMIRAR TODO CON EL COLOR DORADO QUE TANTO AMO!?
Se quejó el pequeño ángel, pero al instante borró aquel puchero y comenzó a sonreír de manera sincera.
Yo, yo soy un angelito y no puedo permitirme hacer pucheros... Por lo menos no aquí abajo.
Caminé por las calles de Corea que por cierto se encontraban llenas de charcos, no encontraba al niño que se suponía debía de cuidar hasta su mayoría de edad, tampoco quería utilizar mis poderes para encontrarlo ¡No! yo mismo tenía que adaptarme y conocer poco a poco la Ciudad, el país y el mundo completo.
Iba levitando sobre el aire hasta que una sombra violeta llamó mi atención, con precaución me fui acercando al cuerpo de humo y me di cuenta de que se trataba de un duque infernal... Estaba en problemas ya que por lo que había estado estudiando antes de venir, ellos eran de armas tomar, me di la vuelta lentamente para seguir con mi camino por otra parte pero una fría mano me tomó de la muñeca, sentí como mis nervios se tensaban poco a poco.
—¡¿Pero que tenemos aquí?!—Dijo con entusiasmo un delgado y alto hombre, con cabello grisaseo y ojos dorados. —Que lindo eres, angelito.
Lo observé con semblante serio y me solté en un rápido movimiento de su agarre. —Estás en frontera prohibida, será mejor que regreses por dónde veniste si no quieres ser denunciado ante el consejo real de angeles.
—Ohh, mira que eres tierno pequeño angelito. —El demonio se cruzó de brazos y se inclinó en cuclillas tomando así de los hombros al ángel.—¿Cómo te explico que aquí no existen tus absurdas reglas?
Pasé saliva en seco y cerré con fuerzas mis ojos.
El demonio quitó en un rápido movimiento sus manos de los pequeños hombros del angel. —¿¡Pero qué mierda!?¿Por qué demonios me quemaste?
Jimin lo observó de reojo y solo suspiró. —Yo no te he quemado, has sido tu mismo al poner tus sucias manos sobre mi ¿Acaso no te das cuenta de la diferencia de posiciones? No creo que seas tan ingenuo como para creer que los demonios pueden tocar algo celestial sin ser quemados...Recuerda que esto es una protección que nos dió el mismo Yahvéh para que así, los demonios de Satanás no pudieran acercarse a nosotros.
—Deja de darme clases bíblicas ¿Si niño? Me aburres. —El duque se levantó con lentitud y sin importarle volver a quemarse, despeinó los dorados cabellos del angel, quemó más que el fuego del infierno pero valía la pena, Jimin lo observó con un poco de inpaciencia y volvió a cerrar los ojos para después darse media vuelta e irse de ahí estirando sus blancas alas con toques dorados y extendiendolas a lo ancho, arrebasando por mucho más su estatura, giró su rostro por encima de su hombro y habló.
—Espero nunca más encontrarme con los de tu clase.
El demonio hizo una reverencia y sonrió. —Tal vez no en éste siglo, querido...
El pequeño ángel exhaló exhausto y con un golpe de alas, subió hasta las nubes para irse de aquel lugar que le causaba tantos malos sentimientos, ¡no quería volver a cruzarse con un demonio nunca más! Eran detestables y muy MUY irrespetuosos.
El demonio se había quedado embobado con el pequeño ángel de sonrisa celestial y sin darse cuenta, él mismo sonreía. —Demasiado tarde para pedir eso pequeño, mi tacto te ha tocado y eso asegurará volvernos a encontrar en futuras vidas...
El demonio extendió sus enormes alas violetas, como las de un enorme murciélago y en un aleteo ya se encontraba entre las nubes rumbo al terrible Inframundo.
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Alas de Ángel
Fanfiction♡ Kookmin ♡ Segunda parte de "El veneno de mi ambición" Y todo comenzó por una pluma... -Mami, mami ¿qué es esto?. -Dijo un castaño saltando de alegría y extendiendo una blanca pluma con destellos dorados a su madre. -Oh... Es hermosa ¿En dónde...