Descubrimiento

4.2K 325 4
                                    

Eso último se había escuchado muy sensual, su rostro estaba sonrojado y me pregunté por un instante si la fiebre le había vuelto, pero esto se veía diferente, el chico se paró de la cama y cayó al no poder sostenerse, su respiración era errónea y su boca exhalaba aire de forma un poco ruidosa.

"Mis cosas, ¿no... tienes mi... mochila?" Me preguntó, sino fuera porque es absurda la situación diría que Anthony está excitado.

"Te traje sin nada" respondí y lo acosté en la cama de forma brusca, el no puso resistencia alguna, estaba débil después de todo. Su rostro al escuchar mi respuesta fue de terror absoluto, el tipo de rostro que buscaba cuando lo estaba torturando.

"Steve tu no... entiendes. Lo. Necesito..." al ver nuevamente sus intentos por levantarse opté por una opción más entretenida. Lo esposé a mi cama. "Tienes que irte" me rogó.

"No, tú me vas a dar respuestas, y para ti, soy Capitán, no Steve" dije y fui por una caja que tenía en uno de los armarios, lo primero que hice fue sacar un látigo, oh, Anthony, no sabes lo mucho que voy a disfrutar esto.

"¿Qué haces?" Me preguntó. No, aquí tu no haces preguntas, lo primero que hice fue sacarle la bata que lo cubría.

"Dime tu verdadero nombre" dije y él se removía incómodo, el chico estaba excitado, y su respiración era más errática, sus pupilas estaban dilatadas y sudaba un poco para controlarse.

"Anthony Stark"

Dijo y solté el primer latigazo, una hermosa marca color roja apareció en su pierna derecha.

Ya no me preocupaban las quemaduras con las que había llegado porque cuando estuvo 6 días inconsciente lo curaron.

"No te atrevas a mentirme" dije y acaricié con la yema de mis dedos la zona donde lo azoté, su reacción fue gemir.

"Basta, Steve. Por favor" imploró, muy mala respuesta y nuevamente lo azoté pero esta vez en la otra pierna.

"No lo repetiré, Capitán para ti" y volví a azotarlo.

"Soy Tony, Anthony, que no sea el de este mundo no significa que no sea mi nombre" respondió entrecortadamente.

"¿De dónde vienes?" Pregunté mientras lo acariciaba, él tenía una gloriosa erección en estos momentos y lejos de causarme repulsión, me estaba excitando.

"De otra dimensión" dijo de forma rápida "por favor, basta, necesito mis supresores" volvió a pedir.

"Limítate a responder lo que te estoy preguntando"

Y así seguí sacando información importante, tiempos, hechos, llegó un punto en el que Anthony gemía entre cada palabra que trataba de decir.

"Capitán, por favor" me rogó y yo tomé su erección con mi mano y la acaricié de forma ruda.

"Dime, ¿por qué tu cuerpo está así?"

Y esta respuesta fue la más complicada de sacarle, pero al final lo conseguí.

"Soy un Omega, mi celo está comenzando" y me dijo todo lo relacionado a un Omega, que podía quedar en cinta, la marca y muchas cosas.

Dejé el látigo en la mesa de al lado y me fui quitando la ropa, al fin y al cabo, yo sería generoso con él, le daría el alivio que su cuerpo pedía y él quería impedirlo.

"Muy bien, Gatito, te voy a recompensar por toda la información que me has dado, voy a aliviar tu dolor.

"No, tu no eres él, aléjate" me gritó e hice caso omiso, mi pene estaba duro y necesitaba atención en ese momento.

"En eso tienes razón, y más te vale no gemir el nombre de otro" amenacé y de una sola estocada lo penetré, fue una sensación abrumadora, caliente y frustrante, estaba muy estrecho y estaba muy húmedo, lo hice mío con fuerza, con desesperación y ganas de sentir aún más.

"Capitán, ahhh" eso Anthony, sólo debes de llamarme a mí. "Por favor, por favor, más duro" gritó de placer y le quité las esposas que lo ataban a mi cama y lo puse en cuatro, repartí mordeduras por su cuello y pecho intentando marcarlo como dijo que se podía hacer.

"Dime lo que deseas, ruégame que te haga mío, Anthony" dije al momento de abrirlo más y penetrarlo más duro.

"Hazme tuyo, Capitán, por favor, lléname de ti, te lo imploro, no pares..." Con cada palabra que salía de sus labios me incitaba, me excitaba más y deseaba enterrarme más profundo.

"Dime quién es tu dueño, Anthony, dímelo" tomé su erección y chilló de placer, le lamí uno de sus pezones, lo mordí y dejé marcas por toda la zona.

"Eres tú, Capitán, sólo tú" cuando terminó de decir aquello sentí como su cuerpo se liberaba en un orgasmo intenso y me apretó de una forma deliciosa, me vine dentro de él.

Al terminar noté que su respiración fue tornándose lenta hasta que se quedó dormido.

"¿Y si mejor tienes a mis hijos?" Susurré a la nada mientras lo tapaba con las cobijas.

El hijo de los StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora