Un dolor de muela puede provocarse por diferentes causas. Una caries, una infección, un dolor de oídos, etc. Para eliminar esta molestia sin acudir con un dentista ni usar medicamentos a continuación te menciono unos remedios caseros relacionados con algunas hierbas.
Ajo: Su potente sabor y olor es por lo que lo recordamos. Contribuye a reducir la sal, sus nutrientes y beneficios nos hacen tener una mejor calidad de vida. El ajo contiene cantidades significativas de micronutrientes, de vitamina B6, vitamina C y selenio, además que es bajo en calorías.
Vitamina B6: Es hidrosoluble (se puede disolver), lo que significa que se elimina a través de la orina y se repone diariamente con la dieta. Se encuentra en el trigo, carne, huevos, pescado y verduras, legumbres, nueces y granos integrales. Esta vitamina interviene en el metabolismo, regula el estado de ánimo, pudiendo ayudar a personas con problemas de depresión, estrés y alteraciones de sueño. Además sintetiza la dopamina, adrenalina, norepinefrina y GABA, un neurotransmisor muy importante del cerebro.
Vitamina C: Es un nutriente esencial para el ser humano, primates cobayas y algunos murciélagos. Es un potente antioxidante soluble en agua que se asocia con varios efectos beneficiosos en el sistema inmune, en el proceso de envejecimiento y en el metabolismo de las lipoproteínas.
Los principales beneficios del ajo derivan en su riqueza en sustancias antioxidantes. Tiene propiedades hipotensoras e hipolipemiantes, mejorando la circulación sanguínea y ayudando a personas con problemas de colesterol. Elimina líquidos, combate infecciones del aparato respiratorio y por supuesto, combate el dolor de muelas.
Se mezcla con sal gorda y aplícalo en la zona de dolor. Mastica un diente de ajo todas las mañanas, además eso hará que tus dientes se vuelvan más fuertes y saludables. Después usa enjuague bucal para eliminar el olor.
Cebolla: Al igual que el ajo es otro antibiótico natural. Coloca un trozo de cebolla en la zona de los dientes o en las encías para aliviar el dolor. Mastica cebolla durante tres minutos cada día, aunque no sea muy agradable.
Sal: Si el dolor se debe a una infección provocada por restos de comida la sal te ayuda por su alto poder antiséptico. Mezcla un vaso de agua con una cucharadita de sal, haz gárgaras después de cada comida.
Agua oxigenada: El peróxido de hidrógeno o agua oxigenada tiene propiedades antibacterianas y aclarantes. Si te duele una muela aplica agua oxigenada en un algodón en la zona afectada.
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Botánica: La naturaleza te puede salvar la vida.
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