Tocar mi teléfono.

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Se dice que los hombres que son simple lujuria
quizás sea verdad o simple suposición
no es difícil caer en el juego de la injuria
así pecamos en el juego de la seducción.

Aun cuando en la distancia me lo daba todo,
sentía una frialdad a mi alrededor,
aun dando fé de que esperé estando incómodo,
no puede evitar aquel momento tentador.

Lo que nunca llegó a saber de mi,
es que cuando tocaba mi teléfono,
temía que descubriera una realidad que temía,
Infidelidad que hacía de nuestra relación un intento en vano.

Ahora es tarde para enmendar al rosario
pedir perdón por los errores no los corrige,
no escondas las cadenas en el armario
todos pecamos de placer alguna vez.

Fue quizás el peor error que pude cometer,
me enseñó a no hacer el daño que yo no querría,
a sentar cabeza con seguridad de donde me iba a meter.

CUANDO LOS MIEDOS DUERMEN...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora