2. "Lo que Nunca Ocurrió"

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Libro inspirado en "Mientras las princesas duermen" de Elizabeth Blackwell.

En la antigua ciudad de Paris el reino se dividía entre los nobles y los trabajadores, los que tenían dinero y los que no.

Marinette Dupain-Cheng era hija de los mejores panaderos del reino, y gracias a las buenas críticas y recomendaciones su trabajo estaba prosperando y tenían muy buenas expectativas para el futuro.

Tenía quince años cuando conoció a Alya, hija de granjeros que lamentablemente no tenían ningún grado de influencia, lo que hacía que la joven fuera excluida de diversos grupos.

Terminaron siendo muy buenas amigas, tanto que un año después de conocerse ya eran como hermanas. Aunque de cierta forma eran muy diferentes, la diferencia económica era distinguida a simple vista y aunque Marinette no fuera de una clase alta ya había pasado a la clase Media, cuando Alya estaba en la baja.

Todo en el reino giraba en torno a las apariencias, la forma de vestir, la calidad de la tela de la ropa o el simple hecho de la etiqueta que los dividía, claramente estaba prohibido pasar esa línea a la hora de contraer matrimonio, lo que quería decir que una persona de clase alta no podía estar con nadie que no fuera del mismo estatus.

Fue en uno de los días más remotos, ambas se estaban congelando, pero, aun así, cumplirían su rutina de pasar el rato leyendo en la fuente. Dos carruajes, uno seguido del otro llamo su atención, eran lujosos y estacionaron frente a la panadería, donde había una gran mansión que estaba deshabitada. Del carruaje empezaron a bajar personas que parecían sirvientes, luego bajaron los propietarios.

Un señor alto, de tez blanca y pelo canoso, con un joven rubio y de ojos verdes que rápidamente llamo la atención de marinette. En cambio, del otro carruaje bajo un hombre morocho y de pelo negro junto a otro joven de igual descripción.

- ¿Quiénes son? - le había preguntado Alya a su amiga

-Oí por mi padre, que son nobles que vienen del norte, al parecer los dos hombres son muy buenos amigos y decidieron vivir juntos, según tengo entendido sus apellidos son Agreste y Lahiffe-

Alya se decepciono, en el pueblo no había ningún chico que se mereciera su respeto y el joven moreno no era de su clase social.

Ambos jóvenes se acercaron a las pueblerinas con intención de socializar.

-Buenas tardes Madeimoselle mi nombre es Adrien Agreste y él es mi amigo Nino Lahiffe- Finalizo depositando un beso en la mano de cada una de las amigas.

-Es un gusto, mi nombre es Marinette Dupain-Cheng mis padres son dueños de la panadería que está aquí en frente-

Ambos sonrieron y miraron a Alya esperando una presentación.

-Alya Cassaire, encantada de conocerlos, mis padres son granjeros-

Los años pasaron y los jóvenes se hicieron muy buenos amigos, y no solo eso empezaron a sentir emociones que claramente no estaban permitidas.

Alya estaba completamente enamorada de Nino y a este le pasaba lo mismo. Sus padres no tenían ningún problema en que ellos estuvieran juntos y gracias a esto en poco tiempo se casaron. Obviamente Nino renuncio a gran parte de su herencia y empezó a trabajar en el campo.

Marinette y Adrien no corrieron la misma suerte, el padre del muchacho se oponía visiblemente y utilizaba como excusa que la prometida de Adrien ya estaba en camino y no tardo mucho tiempo en que dicha chica aparezca.

Ambos se casaron dejando a Marinette con el corazón destrozado. Esa noche en la que sería la consumación de matrimonio todo habría terminado.

Siete años después...

Las dos amigas caminaban por el pueblo. Marinette luciendo como la señorita de clase alta que ahora era, con un vestido rosa pastel y un peinado de lo más elaborado y Alya como toda una campesina, pero no había problema con eso.

Las dos hablaban animadamente cuando una cabellera rubia llama su atención, él también la vio y decidió acercarse.

-Señorita Marinette, es un gusto volver a verla- dijo mirando la mano de la muchacha y como no había ningún anillo ahí, recurrió a un suspiro de alivio

-También un gusto para mi Sr. Agreste ¿no me va a presentar a su esposa? - le dolía y estaba claro, la razón por la que nunca se caso fue por no poder superarlo.

-Si lo lamento, ella es Lorraine mi esposa- presento a una mujer de cabello cobrizo y ojos color agua, era hermoso, pero tenía un aspecto de enojada.

-Es un gusto- comento sin mirarla

-También lo creo- respondió marinette forzando una sonrisa

Como era debido se despidieron diciéndose todo con una última mirada.

La viruela llego a Paris llevándose miles de vidas, aquella catástrofe no media el estatus social, solo aparecía de repente y terminaba con la vida de las personas. Llevándose consigo a los padres de Marinette.

Los meses pasaron y las personas de clase tendrían lugar en la capilla real para despedir a sus familiares, ella no esperaba ver a Adrien.

-Lo lamento Sr. Agreste ¿Quién fue? - pregunto

-Mi padre y mi esposa-

Como era de esperarse el reino volvió a su rutina la gente se empezaba a casar nuevamente y a trabajar, en esa época todo era así.

Y para suerte de ambos enamorados, se pudieron casar, nadie impediría que ellos fueran felices... hasta que aquel día llego.

La ciudad natal de Adrien y Nino estaba siendo atacada por los rebeldes y había que luchar. Ambas insistieron que no fueran, pero ellos solo les dijeron que iban a estar bien.

Una semana despues llego una encomienda, ambos amigos habían muerto en el mar, una terrible tormenta los ataco cuando estaban a punto de llegar a destino.

Marinette nunca lo supero, empezó a escribir historias donde contaba increíbles aventuras donde los participantes en su vida normal se llamaban igual que ellos, pero cuando el deber los llamaba se trasformaban en Ladybug y Chat Noir.

Ella creía firmemente que Adrien y Chat Noir existían y que todas esas aventuras eran reales. Lamentablemente fue demasiado lejos...

Marinette Dupain-Cheng murió al introducirse en el mar con un vestido rojo con motas negras según los testigos lo que dijo antes de arrojarse fue "Tikki motas"

Escrito por: Alya Cassaire

-Abuela esta historia es maravillosa- grito Thomas, mi nieto

- ¿verdad que sí? -

-Claro, hare unos comics y cuando ser grande produciré una serie-

-Eso suena genial, a marinette le encantaría ¿Cómo la vas a llamar? -

El dudo.

-Hmm ¡Ya se! Miraculous las aventuras de Ladybug y Chat Noir-

Reí ante su idea, pero siendo realista es lo que marinette hubiera hecho. Mire el mar desde mi ventana. Despues de lo sucedido me volví a casar, fue muy difícil y verdaderamente entiendo a marinette. Eche un vistazo a sus escritos, con letra muy ordenada se podía leer "Capitulo Uno: Clima Tempestuoso".

En fin, despues de todo, aquello tan irreal como las épicas aventuras narradas por mi amiga azabache nunca existieron. Nunca hubo un Chat Noir enamorado de Ladybug si saber que debajo de la máscara estaba Marinette, que a su vez estaba enamorada de Adrien. Nunca tuve algo parecido al Ladyblog y nunca fui Rena Rouge. Todo y cada uno de sus escritos nunca ocurrieron. Y la historia de Chat Noir y Ladybug fue lo que nunca ocurrió.

¡Hola! ¿Cómo están?

La verdad llevo mucho tiempo queriendo hacer esto y bueno como verán, lo hice.

Este año fue uno de los mejores, conocí a personas y también desconocí a muchas que creía conocer, pero lo mas importante es extraer los nuevos momentos. Gracias por todo, que este año los impulse a cosas nuevas, que se den una oportunidad y cumplan aquellas cosas que guardan en sus corazones. Dios los bendiga, Lxs amo mucho, mucho.

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MLB |One-Shots| 009valDonde viven las historias. Descúbrelo ahora