•TWO•

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Había pasado varias semanas después del incidente en el camerino, para su suerte todos habían salido y no había pruebas de que alguien hubiera hecho algo indebido ahí.

Limpiaron toda evidencia dejando lo más ordenado posible la pequeña cabina, aunque sólo tuvimos que recoger mi utilería y dejar los vestuarios.

Pude recomponer me de nuevo, pero tuve que solucionar el gran problema en los pantalones del el príncipe por lo que "Zelda" había provocado.

Entre largos besos calientes y el trabajado cuerpo de Sidon, otra vez estábamos en ello.

Unas horas más en mi camerino y nos fuimos a casa.

Después de citas, momentos y bastantes mimos empezamos a estar juntos en una relación, no discutimos lo que empezaba a ser en nosotros, no había porqué, seguíamos más juntos, siempre podía contar con él y él en mí, sentía que podía recorrer todo Hyrule de nuevo por ver la hermosa sonrisa de Sidon.

Siempre cuidaba de mi aun si soy un poco serio, aunque no tuviera palabras, siempre Sidon sabía que era lo que quería decir, no sé si podía leerme o simplemente era muy abierto a él.

Decidimos vivir juntos para seguir conviviendo, en mi casa ya que tenía una espaciosa y amplia casa a las afueras de la concurrida ciudad, no tenía problema, vivía solo, no era ningún impedimento para mí el tener compañía.

El trabajaba como modelo mayormente aunque empezaba adentrase a la actuación en series, yo también pero con el lanzamiento del videojuego solo tenía que esperar para que fuera vendido y me pagarán.

Teníamos horarios distintos pero siempre me agradaba llegar, recibir su bienvenida y dejarme consentir por él.

Ahora más que nunca quería estar en casa.

[...]

Los rayos de sol se colaban por la cortina un poco corrida, en un largo ventanal en la habitación, picaba mis ojos removiendo me inquieto y despertándome al final, sentí sus manos tomando mi cintura, su cabeza descansando arriba de la mía, su respiración era lenta y parecía estar en un buen sueño se notaba en su tranquilidad, removí su pecho un poco.

"Vamos es hora de levantarse... sidon" le hablaba pero no parecía querer despertar.

"Mm... qué remedio" suspire y bese sus labios en un piquito para luego besarlo un poco más.

Bese también sus mejillas, sus pequeñas pecas en su nariz, su frente y barbilla, no podía mentir amaba hacer esto.

Para mí cada cosa que hacía con sidon era fascinante, nunca había salido con alguien y tampoco demostraba mucho cariño a las personas, pero con él no tenía que hacerlo solo me salía del corazón.

"Buenos días, mi héroe..." Besó mi frente y me abrazó llevándome  arriba de él, aún con su rostro adormilado era igual de bello.

En su mejilla se veía un rastro de saliva desde su comisura de su labio hasta un poco su barbilla, pero ni toda la saliva del mundo hubiera cambiado la belleza de Sidon, para mí seguía siendo el más lindo en todo sentidos.

"Mmh... ¿Qué hora es, link?" Mire el reloj arriba de la pared "Las 6 de la mañana" El río y mordió mi mejilla molesto.

"Hey!" Dije gruñendo pero siguió mordiendo mi mejilla, seguro estaría roja.

"Hoy es mi día libre y el tuyo también ¿para levantarse a las 6?!" Grito exagerado, me encogí de hombros sonriente.

"Siempre que trabajo me levanto a esa hora y bueno... Es la costumbre" El me levanto junto con él en sus brazos como costal de papas, parecía no pesar mucho.

STAGE ZELDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora