Eran casi las dos de la mañana cuando caí en la cuenta de en donde estaba, me encontraba sentada en el suelo de Molly´s, aquel maldito bar al que había prometido nunca regresar, todo se veía igual que la noche anterior, la camarera aún tenía esa extraña mancha amarilla sobre la falda, el reflector azul izquierdo seguía fundido y el aire acondicionado seguía sin funcionar. De la nada comencé a sentir que mi cabeza estaba a punto de explotar, una voz se adueñaba de ella poco a poco y un terrible zumbido comenzó a incrementarse en mis oídos hasta que de la nada desapareció, silencio.
Aún puedo recordar perfectamente el día que te conocí, justo en medio de un atardecer dorado, cuando te vi, lo supe, eras el amor de mi vida ¿cómo pude haber llegado a tal conjetura? No lo sé, solamente puedo recordar como lentamente todo mi cuerpo comenzó a flotar, las voces en mi cabeza se calmaban y los colores volvían a brillar. Tomé tu mano tartamudeando tu nombre, yo sabía que me estabas esperando, y así fue, me reconociste al primer toque, todos me decían que habías reconocido el toque de un alma que está hecha para ti. Me abrazaste por tanto tiempo y con tanta fuerza, que podía sentir como sangre recorría tu cuerpo, como tomabas todo aquel oxígeno, como estabas tan vivo.
Tu piel era demasiado suave, lo más suave que había sentido en mi corta existencia, sabía que tú y yo seríamos eternos, todos los caminos se bifurcan, pero el nuestro era uno solo, jamás te soltaría jamás permitiría que te fueras, te llevé a mi casa pues no tenías donde quedarte, ay querido siempre eres tan descuidado, todos me decían que debía cuidarte que no había nadie como tú, te llevé a mi habitación y te recosté en la cama, pero no podía dormir, necesitaba observarte, toda la noche, tenía miedo de que te fueras, todos me decían que debía descansar, pero no lo hice, aquella noche peiné tus rizos, acaricié tu rostro y besé tus labios, pero tú seguías dormido, todos decían que estabas exhausto.
Me recosté junto a ti, esperando no despertarte teniendo así la noche más amena de mi vida, ahí recostada entre tus brazos, cuando los primeros rayos de la mañana comenzaron a tocar tus manos llenas de talento, bajé corriendo las escaleras, mamá no podía verte ahí dormido, tomé el vaso de jugo, lo bebí a toda prisa, para así llevarte el desayuno que tenía preparado, subí corriendo las escaleras sin pensarlo dos veces, pero cuando llegué ya te habías ido, nadie me dijo nada, sólo había silencio.
Maldije y golpeé la mesa en repetidas ocasiones, tomé esa foto tuya pegada en mi pared, destrocé tu nombre, tu rostro ¿por qué te habías ido? Sentía demasiada ira en mi interior entonces saqué la caja, aquella que decía Harry Styles en la tapa, la miré durante tres segundos, pero preferí conservarla, estaba segura que volverías. Bajé corriendo a la cocina lo más rápido que pude, me serví uno de aquellos preparados extraños que tenía mamá, lo bebí por completo, para después sacarlo de mi sistema y todo lo demás con él, después de eso me sentía mareada, perdida ¿en dónde carajo estaba? Pero apareciste tú para salvarme, para cuidarme, para no dejarme caer, todos decían que eras maravilloso.
Pasamos todo aquel día juntos, caminando por la calle, besándonos en el parque, simplemente disfrutando nuestras vidas, todos decían que te amaba, sabía que no siempre podías estar conmigo, siempre estas ocupado con tus proyectos, que los haces pensando en mí me susurrabas, todos decían que yo era tu motivación. Te llevé a Molly´s quería que mi madre te viera, quería que supiera que te amaba, todos decían que eso era mala idea.
Mamá te miró dos segundos, y decidió llevarnos a casa, quería hacer una cena especial para celebrar que estábamos juntos, todos decían que te adoraba, ella guardó silencio en el camino, mientras tú me contabas miles de chistes horribles, nada puede ser perfecto en esta vida. Mamá preparó la cena y los dejé charlando mientras arreglaba mi maquillaje, todos decían que debía de estar perfecta para ti, pero cuando regresé te habías ido, comencé a llorar, ¿no merecía tu amor? ¿cuándo volverías?, mamá me llevó con ella a Molly´s, te dejé una nota en casa por si volvías, te esperé toda la noche, pero jamás llegaste.
Mamá me llevó a casa y esta vez sí destrocé la caja que decía tu nombre, aunque después intenté reconstruirla, salté por la ventana, temía que estuvieras en Molly´s esperándome, cuando llegué estabas ahí con Jesha, aquella niña estúpida que nunca me hablaba sólo me miraba, te grité, te lloré, pero en el fondo de mí, sabía que no me amabas más, todos decían que te odiaba. Ahí fue cuando desperté en Molly´s el bar estaba cerrando y mamá estaba conmigo, me dio un poco de jugo de naranja, nadie decía nada todo era silencio.
