With(out) Scape

CAPÍTULO 1: Dolor

Me quede por unos minutos recargado en la puerta tratando de tranquilizarme. Al calmarme me levanté para terminar nuevamente en el suelo, hasta ahora no había sentido el dolor en todo mi cuerpo. Traté de levantarme nuevamente, con la respiración agitada del nuevo cansancio. Me levanté por completo, con el mismo dolor de antes, creo que se me dislocó el brazo, me lo sostuve para tratar de acomodarlo, el dolor fue agonizante, pero no pude gritar, tosí por el ahogante dolor.

— Te-tengo que llamar al ejército.

Sosteniéndome el brazo traté de correr al centro secreto, apenas pude con el cojeo pero pude llegar.

— Bien, ahora a- — Traté de abrir la puerta, pero estaba bloqueada. — ¿Cerrada? Pero si- ¡! La tarjeta de Tobby... Aaaaah ¡¿Cómo la abro?!

Empecé a darle patadas con fuerza hasta que sentí como se me abrían más las heridas.

— ¡Agh! ... ¡Diablos! No hay nada con qué derribarla tampoco... Estoy perdiendo demasiada sangre, a este ritmo me desmallaré. — justo mis tripas sonaron, al igual que algunos sonidos de metal siendo golpeados, desde lejos. — Y ahora tengo hambre... ¿y ahora qué hago?

Subí de nuevo a la planta principal, traté de encontrar alimento, medicina o vendas, cualquier cosa para bajar mi malestar, pero nada de nada. No podía ir al otro lado de la puerta, de ninguna de las dos. El dolor en todo mi cuerpo se incrementó, en especial en mi estómago, el hambre aumentaba. Me iba a dirigir a la ventila de la que salí cuando encontré algo inusual encima de uno de los monitores de mis compañeros fallecidos, era como una sopa bastante brillante en un tazón, se me hizo extraño que eso estuviera ahí, pues no había visto que ningún momento alguna comida fluorescente, juraría incluso que no la había visto cuando pasé cerca de los monitores antes. Desconfiado la recogí, la olí y tenía un agradable olor a fruta dulce, incluso me parecía familiar, tomé un poco con mi dedo para ver si era comestible y no sabía desagradable... El hambre pudo más y sin pensarlo de nuevo me tragué todo el contenido, al final sabía un poco agrio, pero nada muy raro. La pequeña esperanza de haber encontrado alimento me dio alientos para buscar como curarme.

Busqué por doquier pero nada, y estarme encontrando cada 5 segundos algún cadáver no me ayudaba. Cuando estaba en la planta baja, en una de las instalaciones privadas... No pude creer lo que veía. Puede que en todo ese rato que he vivido en esta masacre he visto montón de atrocidades, pero esto era... indescriptible para mí. Era un teletubbie en la pared totalmente masacrado, no reconocía la cara pues parecía que se la deformaron a golpes, sus intestinos estaban expuestos y uno estaba alrededor de su cuello como una soga, sus extremidades estaban todas separada pero también colgadas, puestas como un rompecabezas pero en lugares diferentes. El horror pintó mi cara y no pude evitar vomitar, estaba totalmente asqueado, pues el cuerpo olía a que estaba así por días. Con algunas arcadas más paré y me di cuenta que el vómito que había expulsado era sangre.

Me espanté más, no sabía qué hacer, por unos momentos me sentí mareado, pero no como las otras veces, esta vez me sentía sin alientos, por un momento vi borroso. Salí corriendo con torpeza de ahí, simplemente no me importaba como saldría, sólo saldría. Mientras subía apoyaba mi cuerpo a las paredes para no caer, sentí algo resbaloso caer por mis piernas, al ver de qué trataba era mi sangre, por casualidad miré había atrás y las paredes estaban manchadas de sangre, mi sangre.

Una vez más en la planta principal me sostuve de mis rodillas tratando de tomar aire pero sin importar cuanto respirara me sentía ahogado. El mareo volvió, esta vez más fuerte, casi vuelvo a caer desplomado, pero quería sentarme por lo menos un rato. Me dirigí a la puerta por donde debíamos haber salido para sobrevivir, al lado de las ventilas por donde YO logré salir. Me senté en una de las cajas que los chicos siempre dejaban en la entrada por pereza. El sonido constante de golpes de metal me alteraba, pero estar tan mareado no me dejaba prestarle mucha atención, también oí una vez más la motosierra... la ¡¿Motosierra?!... eso quería decir que Matt... ¿no había sobrevivido?... No lo podía creer, ¡no quería! Matt... Nuevos sonidos de metal siendo lijado me lo confirmaron. Esta vez lloré más que antes...