INTRODUCCIÓN

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Eran los ojos más azules que Alexis había visto nunca, parecían contener la infinidad del cielo, pero esa intensidad que transmitían no encajaba en su cara llena de terror.  

Llevaba soñando con ese chico de los ojos enigmáticos desde hacía ya varias semanas, para ser exactos desde su cumpleaños, bueno no sabía si llamarlo exactamente cumpleaños porque no conocía  el día de su nacimiento.

Alexis había sido entregada en una pequeña cuna un lluvioso 20 de marzo  a un centro de acogida cuando apenas tenía dos meses, la persona que la encontró no sabía quien la había dejado allí, y decidió poner ese día como su cumpleaños, lo cual, según Alexis solo ocurría en las películas.

Desde ese momento había vivido en muchas casas de acogida y orfanatos hasta que una anciana mujer llamada Diana la hospedó definitivamente en su casa.

Desde entonces ya habían pasado 15 años y no había tenido noticia de sus padres biológicos, pero estaba muy agradecida de haber encontrado a Diana, aunque fuese una mujer mayor la comprendía muy bien y la hacía no sentirse sola, pero nunca llegó a entender la razón de su adopción, ¿por qué iba a querer una persona tan mayor adoptar a una niña solitaria que vivía en su propia realidad y no era capaz de entablar una amistad duradera debido a su timidez?

Pero esa no era la cuestión que inundaba la mente de Alexis sino si aquel chico de pelo negro como el carbón y ojos inescrutables era real o solo un efecto de su desbordante imaginación.

Había tenido sueños  extraños antes pero eran lugares irreconocibles para ella y en ninguno aparecía ese chico.

Lo que más le atormentaba era la expresión del chico, parecía estar aterrorizado y agotado, lo que llevo a Alexis a suponer que había estado corriendo, o mejor dicho huyendo de algo o alguien.

Lo más extraño era que él parecía conocerla y ella, aunque no quería reconocerlo, también lo recordaba.

MARCADOS(Los 4 elementos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora