Roses are better with velvet -Larry Stylinson

Prólogo

Sus retorcidas pensamientos lo regañaban , despiadados y brutos, con crueles e hirientes palabras Tonto, William has sido un completo y total idiota se repetía constantemente en lo más profundo de su ser Idiota, ¡por tu insolencia acabaremos en la silla eléctrica maldito incompetente! Rezongaba la voz en su cabeza y sin nada ni nadie que pudiese ponerle fin a a esa dulce tortura, Louis sintió un jalón en la parte superior de su antebrazo derecho acompañado de un cínico dolor agudo en el interior de su muñeca. Las cicatrices aún no sanaban; y quizás nunca lo harían. ¡Criatura estúpida! ¿En qué estabas pensando? Tonto, tonto, ¡Tonto! Sabías exactamente en lo que te estabas involucrando al aceptar esta misión, ¡Lo sabias maldito y codicioso imbécil!

Al girarse en dirección al movimiento, vislumbró la silueta de un hombre: alto, delgado y fortachón, con el pelo rapado al ras del cuero cabelludo y la ceja derecha adornada por una escalofriante cicatriz rosácea que empezaba desde el borde inferior de la sien hasta por la mitad de la ancha frente. Al acercarse a él, notó el color de sus ojos mieles, profundos como el atardecer, y fijó su vista en sus labios, partidos y dolorosamente perforados por un aro de plata, cuando escuchó un gruñido por parte del grandulón.

"¡Levanta!¡Que no tenemos todo el día joder!" Exclamó con una voz grave y firme; un escalofrío le recorrió el cuerpo, desde la punta del cóccix hasta la última vértebra de su maltratado cuello. Ese hombre si que no daba buena espina. Aún así, obedeció, sumiso y sin rechistar tu te has metido en estas ¡Pues ahora arréglate tu solito! Y que no se te ocurra hacer algo de lo que te arrepientas... inútil

"Capitán Payne" exclamaban los uniformados de verdes militares al pasar a su lado; cabe remarcar que el tal capitán Payne no les otorgaba el más mínimo gesto de atención a aquel par de lacayos, pues todos y cada uno de sus sentidos estaban puestos sobre él... un débil y frágil saco de huesos siendo arrastrado por un perro salvaje mientras su conciencia lo carcomía como si de un parásito se tratase. Louis se sentía terriblemente intimidado, más aún así no lo demostraba.

Los pies de Louis pesaban y re arrastraban con demasiados esfuerzo por el frío piso de piedra mal pulida, sus extremidades dolían a cada movimiento que ejercía, como si sus articulaciones gritaran desgarradoramente cuando las movía, y sus sienes martillaban constantemente dejándole un gusto amargo en la boca; tenía hambre, sueño, sed y mucha pero mucha fatiga. Aún así, calló... no estaba en posición de reclamar nada. Una mueca de dolor deformó su cara cuando El Capitan Payne apretó más el agarre sobre el brazo del más joven, y obligó al de ojos añiles a levantar la vista.

Con mucho esfuerzo y demasiada Fuerza de voluntad, Louis logró despegar del piso lo suficiente como para que uno de sus frágiles pies pudiese subir el primer escalón de la inmensa e interminable escalera de piedra filosa que subía hacia su infierno. No lo vas a lograr Tomlinson, eres un débil. Mentiría si dijera que no odiaba a su cabeza en aquellos momentos.

Mientras subía los escalones con la casi inútil ayuda del Capitán, miles de imágenes, recuerdos y experiencias comenzaron a aparecer en su mente, sobre todo aquella pequeña pesadilla que había vivido para terminar allí, en los calabozos más profundos y siniestros del castillo real.

Flashback

"¡No Louis, no puedes hacerlo, baja ya de ahí! Gritó en un susurro su compañero y cómplice de misiones ultra secretas, Sam "No vas a lograrlo Louis, por favor ¡Si te descubren allí dentro te harán pedazos! No puedes simplemente entrar al palacio y matar a la familia real ¡Hay millones de guardias en cada esquina!"

Louis Tomlinson solo le dirigió una sonrisa de suficiencia a su amigo y tiró de la polea del ascensor de carga liviana abandonando que se hallaba en las catacumbas de Londres Justo bajo en Palacio Real donde habitaba la bien vista Familia Styles "¡Oh por favor mi querido Samuel!¿Acaso olvidas que yo nunca fallo?"

Fin del flashback

Oh, si que había fallado esta vez...