3.- Pregúntale al polvo

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Me gusta desvanecerme en la esperanza del atardecer, cuándo todo parece una advertencia, cuándo tus ojos no son míos.

Solian gustarme cosas que no podia tocar.

Ella me daba de sus senos, aveces sin ganas, aveces con los ojos rojos.

Él salia de casa y el aire que dejaba nos advertia que quizá no pensaba volver.

El reloj avanzando parecia que nos ignoraba. Todo se resumía a ser condenados en una jaula invisible.

Fue por ese tiempo en que tuve la certidumbre de que estaba destinado a morir en ese lugar.

Y de dónde he venido?
Y porque aquí?
Y que palabras había pronunciado?
Y con que expresión?

Todo era una felicidad inquietante, pero yo estaba mirando mi carne, descubriendo mi alma.

Veia mis manos moverse, pero no sabía que eran mías hasta que las tocaste.

No sabia que la enorme ampolleta era el sol

No sabia que la luna no me seguía

No sabia que la mierda era lo que metia a mi boca (y que podia salir de la boca también)

Fue entonces que descubrí la herencia metafísica que nuestra estirpe estaba condenada a cargar; la mierda, la soledad y la poesía.

Oh la soledad, mi gran amor, que desde entonces ya estaba acariciando mi rostro

Lugares en los que lloraba y parecía que no existia nadie a mi alrededor, momentos en los que después de quedar sin voz obversaba la ventana y las cosas que no entendia, y me batía con el ruido de estar solo.

Ella era mía aveces, otras era de él.

Él la tomaba por detras, ella le mordia los labios.

Entre las sábanas colgadas al viento  los veia hablar de cosas estúpidas sólo para sonreir.

Nos tirabamos en el césped y me acariciaba, me hacia reir y al reír ella  también reía.

Él nos miraba desde lejos con su ojo omnipotente, como si acabara de crearnos.

No sé si se amaban o solo compartían su soledad. Sé que su amor era violento y su sexo un impulso de sangre a la cabeza.

No nos mirabamos, sabíamos que al hacerlo veríamos al otro como es y veriamos que yo soy tú y tú tal vez alguien más.

Nunca supe con exactitud cuántos ojos vimos hasta el fin de los tiempo,
pero por las palabras de ella y los recuerdos de niños que no existiron,  podemos presumir que fuimos 7, sin contar a los que murieron y contando a los que ya estabamos.

Él era de nosotros mientras encerraba su melancolía. Intentaba educarme ignorando que yo era una parte de él, intentaba mantener en control el caos de esta realidad que yo creía que el había creado. Pero cuándo no era omnipotente y miraba por la ventana el cielo azul perfecto, era frágil y sabiamos que no se encontraba con nosotros y estaba en cualquier otro lugar que solo el sabia dónde era.

Fue también por ese tiempo en que ella se volvio a embarazar.















- I shit on spelling and grammar.
- Everything happens in the magic hour

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2019 ⏰

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