[EN PAUSA] ♥Un Plan De AMOR♥

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— ¿¡Ehh!? No, no me pasa nada — hablo alterado.

— Oh qué bien, pero hyung no te pregunté si te pasaba algo.

— Ahhh amm no.

— No — negó mientras lo miraba sonriendo aún — Pregunté; ¿Qué piensas hyung?

— Pensaba en la clase de deportes, si, parece que tendremos profesor nuevo — hablo de corrido y sin detenerse a respirar.

— ¿Qué le pasó al antiguo profesor? — pregunto interesado.

Ya habiendo recuperado el aire.

— Se enfermo, tiene un resfriado y mientras se repone pues han enviado un sustituto.

JongIn asintió convencido. Todos salieron del salón hacia dónde les entregaban su almuerzo.

Su costumbre era ir a las escaleras de emergencia pero JongIn estaba convencido de que eso ya no sería una opción. KyungSoo se opuso en principio y molesto se fue al salón a comer solo.

Aceptar que todo iba a ser diferente no le costaba, pero era tan orgulloso, le molestaba que JongIn se diera el lujo de manipularlo con su sonrisa y cada decisión se viera afectada por él.

Le dió una mordida a su emparedado con tal odio que cualquiera alrededor se habria asustado.

— ¡Hey!

El pelinegro se giró, su día no era del todo bueno y oírle no le hacía nada feliz.

— Estoy comiendo — gruño — ¿Qué quieres?

— Verte, es lo único que quiero. No me creíste, Do KyungSoo — se acercó lento.

— Estás loco Kris — se levantó dispuesto a irse.

— Así es. No sabes cuánto — murmuró, KyungSoo lo escucho atento. — Además soy tu hyung.

— ¿No se supone que eres hetero? — cuestionó extrañado.

Kris se recargo de la puerta.

— Ahh sí, sí lo soy — estaba riendo internamente por decir aquello — me atraes, quiero jugar contigo.

— Tu sí que eres descarado.

— Soy sincero, es diferente — se defendió mirándolo fijamente.

— Eres un idiota, el único que me molesta. ¿Quieres golpearme? Neandertal — se acercó, mantenía su retadora mirada.

— Eso no es lo que quiero, antes sí. Escucha — intento tocar su hombro pero el más bajo se alejó molesto — voy a molestarte. Más y más, solo hasta que te enamores de mi.

— Jamás — dijo por último y salió.

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Mientras todos comían muy cómodos, un grupo de chicos se acercó hasta donde estaban, llevaban unos obsequios.

— Hola Tao-ssi — saludaron todos.