CAPÍTULO 3

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- ¿Por qué tardaste tanto?

- ¿Luis?... - que rayos hace aquí. - ¡Me vas a matar de un susto!.

- ¿Con quién estabas? - puso una expresión que da miedo.

- Me...me encontré con Kenia en el camino. - era muy obvio que estaba nervioso.

- Mmmm. - parecía enojado.- Abre, tengo hambre.

- ¡Ah, si, claro! - abrí la puerta y entramos... ¡Luis está en mi casa! no lo puedo creer, lo bueno es que mi madre regreso a su hogar mientras estaba en clases.

Luis abrió mi nevera y desgraciadamente no había ni agua fría.

- No tienes nada de comer. - dijo decepcionado.

- Tienes razón... Perdón. - le respondí fingiendo culpa, jeje.

- ¡Vayamos a comer algo! - dijo con una sonrisa.

- Conmigo??? - le pregunté algo sorprendido.

- ¡SI!, Tiene algo de malo que quiera ir a comer con mi amigo - soy taaaaaan feliz.

- No pero... Me sorprendiste, jajaja. - nunca pensé que me fuera a invitar a comer... Espera, ¡ES UNA CITA! (Gritos internos). - Si...si vamos a salir a comer, ahora es el momento.

- ¡Siiii!, Tengo mucha hambre. - me encanta su cara cuando se emociona.

- E...entonces vámonos. - simplemente estar a su lado me hacia feliz.

Todo el trayecto estuvo tranquilo y hablamos de cosas triviales hasta que llegamos a una plaza que estaba cerca

- ¿Que se te antoja? - pregunté ya que no sé muy bien sus gustos y no quería arruinar el momento.

- Mmmm...ya se, unas empanaditas con su lechu...

- Okey, ya entendí - no quería escuchar toda la descripción de lo que podría describir solamente diciendo  "empanadas".

Acto seguido nos fuimos a comer y después nos pusimos a ver las tiendas

- Hay algo que te guste...si lo hay, te lo compro. - es mi loca imaginación o se sonrojó.

- No... pero gracias. - el solamente desvió la mirada.

- Entonces vámonos. - se escuchó muy serio.

Caminamos hacia casa ya que era más interesante, cuando algo llamó la atención de Luis

- Mira, mira... Son dos homo, y se están besando...jajaja - me quedé atónito a sus palabras. - qué asco.

- ... - si supiera que yo quiero hacer con el eso y muchas cosas más.

- Vámonos por otro camino, sino... voy a vomitar.

- si - susurré lo menos audible posible.

•NARRA LUIS•

En todo el camino Brian no dijo ni una sola palabra y eso es raro pero cuando me di cuenta ya estábamos en la puerta de su casa

- Nos vemos luego - se despidió desanimado mientras entraba.

- ¡ME VOY A QUEDAR! - dije mientras me colaba a su casa.

- ¡Pero nadie te invito! - me grito a MI, el nunca se enoja conmigo.

- Ya lo sé , y no me importa en lo absoluto - y finalmente cedió.

- ... Haz lo que quieras. - se fue a su habitación ¿MOLESTO?

Me quedé mirando la puerta de su habitación por unos minutos y me decidí a abrirla; ahí estaba, echadote en la cama.

AMOR ¿CORRESPONDIDO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora