¿Por Qué No Ser Todos Solo Amigos?. || Rayita X Algunos De Los Chicos De BNH.||

Prólogo.

Narracion Normal ( usaré NN para referirme a esto)

Un tranquilo sábado por la mañana por eso de las nueve o diez am. Algunos villanos se habían apropiado de un edificio de departamentos, al parecer lo habían planeado con mucha anticipación. Tenían familias enteras como rehenes. Pedían millones por dejar los libres. La policía no sabía que hacer. Ningún héroe se había presentado a la escena. Era demasiado dinero el que pedían. Y había muchos inocentes de por medio, entre ellos un padre y su pequeña hija.

Los villanos les habian quitado todos los teléfonos y formas de comunicación a los rehenes, los cuales estaban reunidos en un sólo departamento y eran vigilados por los mismos.

-¡Escucheme! ¡Y escucheme bien por que no repetiré!. Por cada media hora que pase sin mi dinero mataré a un rehén. ¡¿Entendio?!.- Dijo uno de los villanos que se encargaba de vigilarlos. Hablaba con el comandante de la policía desde un teléfono celular. -Ah y por cierto. Ya van veinte minutos. Tic tac.- Este soltó una risa tenebrosa y colgó el teléfono.

¿Por que nadie hacia nada?. ¿Donde están los héroes?. Se preguntaban todos los rehenes. Estos hablaban entre si en susurros. Todos estaban aterrorizados a excepción de una tranquila pequeña demasiado joven para entender la situacion. Su padre quien estaba junto a ella tenía un semblante calmado, sin duda estaba asustado y temía por la vida de su pequeña, pero no iba a demostrarlo, de lo contrario su pequeña se asustaría.

-Papá. ¿Esas personas son malas?. - Preguntó la pequeña curiosa, mientras miraba a uno de los villanos el cual miraba impaciente su reloj.

-Si cariño. Pero no temas, papá esta aquí. Papá te va a proteger.- Dijo el mayor dándole una sonrisa a su pequeña, mientras que la menor volteaba la vista hacia él y le sonreía de vuelta.

-Si son malos. ¿Por que no a llegado mamá?. -Dijo la niña borrando su sonrisa. Parecía estar pensando.

-Debe venir en camino.- Dijo el mayor esperando que sus palabras fueran ciertas.

Y así pasaron los diez minutos. No hubo ninguna respuesta de la policía así que uno de los villanos tomó a un rehén y con su quirk lo mató. Este había convertido su mano en una cuchilla y había degollado el cuello del rehén. Los demás gritaron asustados y cubrían sus ojos con pavor. El padre había abrazado a su hija y le había tapado los oídos para que no presenciara nada de la escena.
El villano tomó el cuerpo muerto de el rehén y lo arrojó por una ventana, el vidrio se rompió creando un fuerte estruendo y a los pocos segundos se escuchó como el cuerpo se había estrellado en el suelo.

Esto se repetía una y otra vez. Ya habían muerto siete rehenes. Por lo que ya llevaban tres horas y media ahí.
¿Y lo héroes? Eran derrotados. Los pocos héroes que llegaban a la escena resultaban heridos pues había más villanos por todo el edificio. Aunque derrotaran a uno llegaba otro más fuerte a ocupar su lugar, haciéndoles imposible el paso a los héroes.

-¿Ya están todas listas?- Preguntó el mismo villano que había hecho la llamada con el comandante anteriormente,. Parecía ser el jefe.

-Si. Ya están todas listas. Aquí tiene.-Dijo el otro villano como respuesta mientras le entregaba un control con dos botones. Uno verde y otro rojo.

El padre de la pequeña miró el control y dedujo que era un control remoto para explosivos. El verde los desactivaba y el rojo los hacia estallar. Ahora harían estallar el edificio si no hacian lo que pedian. Pero por eso era que mataban a los rehenes ¿no?. Oh claro. Explotarían el edificio por mero placer. Ahora estaba más preocupado. Tenía que salir de ahí si o si con su pequeña.

Derrepente. Afuera del edificio se escuchó una voz energica y fuerte, que cualquiera reconoceria. Enseguida las esperanzas de todos habían vuelto. Era el símbolo de la paz. Había llegado a la escena junto con eraserhead y otros heroes, entre ellos la mamá de la pequeña.
Ella sabía que ese era el edificio en el que vivían los tres pero según ella tenía entendido, qué ellos se habían ido a acampar el día anterior. Por lo que no tenía nada de que preocuparse. Pero no fue así al final, ambos nunca se fueron por que la pequeña se había estado sintiendo mal y prefirieron quedarse en casa. Ella no se entero pues no había vuelto a casa por varios días y su esposo había olvidado avisarle.