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Habían pasado dos semanas de lo ocurrido con Haneul y Jimin. Cada vez que recuerda a ese chico de mejillas abultadas y baja estatura la panza se le revuelve. Ahora mas que nada tiene miedo de volver a encontrarlo y que le haga lo mismo de hace años, no quiere que le pase lo mismo a sus hijos y los agreda tal y como el lo hizo. Haría lo posible por alejarlo de todos.

Llego a su casa las luces estaban apagadas, era media noche así que aseguraba que todos estaban dormidos. Subió las escaleras despacio, el silencio le daba escalofríos. Subió el ultimo escalón derepente escucha un sollozo, a la vez de un quejido. Camina mas a fondo y escucha un golpe, se apresura y camina a la puerta de Jung.

—P-Papá... Lo-lo siento.—Jung solloza, después un golpe vuelve a resonar.

—Callate, no puedo creer que tu seas un maldito maricón. ¡Te lo mereces anormal!— Un sollozo se escapa de sus labios y agarra el pomo de la puerta con un cierto temblor.

Cuando la abre sus rodillas caen al suelo de la trágica escena. Jungkook tenia un cinturón el la mano, mientras que Jung estaba en el suelo llorando y parte de su adobmen desnudo.

—Que diablos...

Se levanto y a paso lento camino hacia el par, miro a su hijo que con solo su mirada le pedía ayuda. Jungkook miraba aun al adolecente con cierta furia, estaba apunto de volver a golpearlo pero ella actuó rápido y lo detuvo.

—¡¿Que Jodida mierda haces Jeon Jungkook?!.— Le quita el cinturon y lo tira en un rincón.

Corrió donde estaba Jung, le abrazo el de inmediato se aferró de la cadera de su madre y escondió su rostro en su cuello. Miraba a Jungkook con odio quería una explicación ahora.

—Haneul tú no te metas, no es asunto tuyo. Es cosa de hombre a maricon— señala al pelinegro con cierta furia.

El pelinegro vuelve a sollozar y mira a Jungkook, sus ojos muestran tristeza.

—N-no soy un m-maricón.

—Oh, pero claro que lo eres. Me das asco Park Jung— escupe, cruza sus brazos y sonríe malicioso.

—Aver, explicame porque carajos le estas diciendo estas cosas al pobre. Habla ahora Jungkook.— Le mira enojada y amenazante.

Jungkook no habla solo desvía la mirada y su lengua pasa por su mejilla. Ella ríe y Jungkook posa su vista de nuevo en ella.

—Di todo Jeon. No me hagas arrancarte las pelotas... Creeme que si lo haré pedazo de mierda. Joder eres un imbécil.— Se levanta y se acerca al castaño.

Jungkook sonríe y de un paso a otro agarra la mandíbula de Haneul. Ella cierra los ojos por el dolor, ella también fue rápida y agarro el pezón de Jungkook amenazando de pellizcarlo.

—No quieras jugar al malo conmigo. Tal vez Park si pudo, pero tu...tu no eres mas que otro mas en la lista.

—Auch.

—Jung callate querido.— volteo a ver a su hijo que después agacho su mirada apenado.

—Q-que mierda estas diciendo. Yo jamas haría lo que una vez te hizo Jimin.

—Callate no menciones ese nombre, el no se debe de enterar.— Susurra.

Jungkook se rindió y soltó a Haneul, pero el antes se acerco a besarla. Y si ella correspondió.

—Mama... Que bajo has caído. Además ¿Quien es ese Jimin?— Trata de levantarse pero su moretón no se lo permite.

Suspira voltea a ver a Jungkook el solo miraba al pelinegro. Sabia que el y Shin tenían todo el derecho de saber quien era su verdadero padre, pero temía en que se alejaran de ella. De algún modo si Jimin apareciera en sus vidad haría todo lo posible de llevarse a los niños.

—Hijo...

¿Debia decirle la verdad?
¿Eso estaba bien?

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